sábado, 27 de febrero de 2016

LO INTENTAMOS!!!

El silencio envolvía todo el entorno. La oscura noche se dejaba sentir con todo su pesar. Las estrellas brillaban por su ausencia. No era noche de luna, solo de manto negro cegador. Desde lo màs profundo de la selva, se lograba escuchar el rugido de un jaguar dando aviso a los demás de que ese era su territorio. Y digo los demás, porque eso nos incluìa a los que habíamos descendido del autobùs y  tratábamos de avanzar entre la maleza enmarañada que hacia intransitable nuestro andar. Eran los años 8o`s. El lugar: la Selva. De las muchas que existen en el territorio mexicano.
México, atravesaba por una gran crisis de credibilidad y mucha desconfianza. La gente estaba muy agotada, no solo por las mentiras y las eternas manipulaciones de promesas jamàs cumplidas, sino por la hambruna y la falta de trabajo y dinero. El partido político en el poder estaba putrefacto...El tiempo iba y los políticos se aprovechaban de la gente ingenua que les otorgaba tiempo como para ver lo que sus ojos ya veìan pero que su mente les negaba: Tomaban todo y saqueaban incesantemente al país sin recato alguno, a nombre de la modernidad y el neoliberalismo...
Fue cuando un grupo de universitarios, nos juntamos para proponernos hacer algo que pudiese despertar a los demás y lograr el tan anhelado cambio que ya otros en su momento, habían tratado de establecer. Era la época de las movilizaciones, de las protestas colectivas, de la efervescencia  social...Parecía un buen momento aquel para el asalto a las instituciones gubernamentales obsoletas y amañadas, siempre a favor de las clases pudientes y explotadoras...
Nuestro deseo, era implementar un grupo combatiente urbano. Para ello requeríamos de una capacitación en muchos sentidos. Uno, quizás el principal, el manejo de armas de alto poder así como aprender el diseño y  la elaboración de explosivos. La filosofía, nuestra postura, esa ya la tenìamos muy bien precisada y comprendida: Morir con dignidad por algo que no fuera un buen puesto o un buen sueldo, convirtiéndonos en estrellas televisivas. Nuestra principal frase de batalla era: Firmes y Dignos!!!
De inicio, integrábamos el grupo màs o menos cuarenta participantes. Había varias mujeres de gran estilo y carácter. Carecíamos de experiencia en actividades similares. Se suponía acudirían con nosotros a ese lugar, excombatientes de otros países para llevar a cabo la intentona de cambio. Eso si, todos habíamos participado en movimientos sociales como activistas, sobre todo en 1968. Eramos sobrevivientes de aquella cobarde masacre a manos del ejército y los cuerpos polìciacos represivos...
Durante las noches, diseñábamos estrategias viables de asalto y platicábamos nuestro sentir y experiencias. Esas platicas, aunadas a nuestras sencillas y escasas practicas  combativas, nos iban dando cuerpo de grupo...Ya podìamos definir con claridad quiènes operaban de manera conjunta y se podían entender en situaciones de emergencia y peligro, alcanzando los objetivos diseñados: Los grupos ya estaban casi integrados en su totalidad...Pero faltaba el arribo de los asesores expertos. Nosotros sòlo tenìamos idea de lo que se podría hacer, habíamos leído el golpe de Estado de Ludwak, que era todo un manual para implementar una guerrilla urbana y saber que puntos atacar y destruir, para confundir a las fuerzas represivas del sistema. Pero nada màs...
El tiempo transcurrió. Los nativos de los lugares cercanos, ya sabían de nuestra presencia en sus tierras; incluso querìan dialogar con nosotros y hasta nos mandaban alimentos preparados por sus esposas en señal de amistad. Esos encuentros jamàs se dieron.
Nuestro grupo, también se empezó a cansar y empezaron a surgir las ideas de posponer todo para otra mejor ocasión porque sospechábamos que el ejército empezaba a organizar rondines en la zona y nuestra escaza preparación no estaba al nivel de una escaramuza con ellos...
La desbandada se diò. Nuestro grupo se redujo en un corto tiempo a muy pocos combatientes. Permanecimos en el lugar, sòlo aquellos que no habíamos sucumbido a los piquetes de moscos, arañas, al calor, la humedad, las lluvias y las diarreas...
Nuestra experiencia se redujo a una simple temporada de vacaciones en la selva de gente combativa pero demasiado poética e imaginativa. No cabe duda, la vida sòlo le da la oportunidad a aquellos que requiere y no a los que intentan e intentan, por el simple hecho de la necesidad de un cambio. Son muy pocos los que en verdad tiene derecho a dejar huella en este mundo...Que diferencia con lo que acontece en el conflicto actual en la Ciudad Universitaria: Un corredor de drogas y narcomenudistas, seduo estudiantes y dizque revolucionarios, incrustados desde hace ya un buen tiempo en el campus universitario con la complacencia de las autoridades...Nosotros poèticos y todo, siquiera lo intentamos!!!

 

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