La gran mayorìa de nosotros, estamos aguijoneados por una motivaciòn extremadamente malsana: Vivimos en franca oposiciòn al pròjimo, hacia nuestros semejantes, no importa lo que tengamos que hacer, se trata de lograr nuestros objetivos a como dè lugar: Todos contra todos!!!
- ¿ Y que harà conmigo?
-Nada, con un vagabundo como usted, poco se puede hacer. Ni siquiera es necesario que me moleste en echarlo de este hotelucho. Ya se encargaràn los polizontes de hacerlo...
-¿ Y què harè, si me abandona asì como ando sin un centavo?- dramatizò el pobre hombre-. ¿Què serà de mì?
-Le darè algo.
-¿Què?
-Algunos consejos pràcticos: Emprenda una nueva vida, deje de estar engañando a la gente buena-meditò unos instantes-.Pero si no es capàz de hacerlo, podrà aventarse por la ventana, los cinco pisos de aquì hasta el suelo, lo haràn papilla. El baño cuenta con una tina, ahì puede cortarse las venas con la hoja de afeitar y se irà desangrando lenta y dulcemente. Aquì le dejo en el tocador este tubito de pastillas para dormir. Si se toma todos los barbitùricos, le entrarà un sueño eterno. Le estoy brindando un calidoscopio de tentadoraas alternativas para resolver su apestosa, angustiosa y pauperrima vida...
-Puede ahorrarse su ironìa, sarcasmo y sus burlas- trataba de dramatizar el pobre y vagabundo hombre-. Como me doy cuenta, es usted insensible, no piensa en mi hambre, ni tiene corazòn. Me alegro que se marche y me deje en paz. Yo puedo decidir mi futuro. Mientras tanto descansarè en esta hermosa cama porque de ninguna manera voy a perderme la ocasiòn de dormir en ella como un verdadero principe...
-Hàgale como quiera, en breve lo vendràn a echar de este lugar, propio sòlo para gente distinguida y decente.
-¿Dònde està el vaso que deje sobre la mesa?
-Allì-señalò el vagabundo.
-No, el tubo del tocador, no. Me refiero al brebaje que yo habìa preparado, en mi vaso...
-¿Còmo?- se estremeciò el pobre hombre.-¿ Ha dicho brebaje? ¿ No era vodka?
-Sì ¿ Se lo bebiò, ¿verdad?
-Pues sì, tenìa mucha sed y mientras usted me explicaba como arrojarme por la ventana...¿Què le echò?
-No se preocupe, eran sòlo gotas de flores de Bach- echàndose a reir.
-¿Què cosa son esas gotas? ¿Son muchas o pocas?
-Pero...Usted ademàs de pobre y predecible, es un imbecil. Por lo visto se apropia de todo lo que encuentra. ¿Le parece correcto eso acaso?
-Vi el vaso servido y me lo tomè-explicò el miserable hombre-, estaba servido sobre la mesa y me lo tomè a la primera distracciòn de usted...
-¡Mentira!- se enfadò el mandamàs-. Estaba servido ahì a proposito, para usted mugroso y cayò como estùpido...
-¿ Acaso me envenenò?
-No hombre, pero ¡es usted un insensato! Ese brebaje es para dormir profundamente...
-Ya me extrañaba la pesadez de mi cabeza...-balbuciò el vagabundo, frotàndose los ojos-. Hay que hacer algo...Los ojos se me cierran...¡Tenga compasiòn, de mì!
-¿Compasiòn?- se ensañò el mandamàs-. ¡Eso faltaba! ¿La tuvo usted conmigo cuando me abordò en la calle disfrazado de mujer?
-Un mèdico...-logrò articualr el narcotizado con la boca toda espumosa-.Llame a un mèdico...El tiempo se me acaba y cayò tumbado sobre el piso cuan largo era-.¡Ayùdeme!...
-Lo siento, pero me espera mi aviòn, no puedo ayudarlo, maldito.
-El vagabundo sòlo pudo emitir un extraño sonido, antes de quedarse muerto. El brebaje, si era un veneno...
-Este mugroso imbecil, me hizo polvo mis vacaciones, juro que pensè que me estaba metiendo con una mujer, pero cuando advertì que se trataba de un hombre, ya era demasiado tarde, mi estado de ànimo se turbo bruscamente, sentìa placer y abandono y ya para ese momento, existìamos el uno para el otro, tenìa que deshacerme de èl, de ese recuerdo en mi yo...Me fuì sin ningùn remordimiento del hotel...Todos contra todos!!! ( jajjajajajajaaja)
- ¿ Y que harà conmigo?
-Nada, con un vagabundo como usted, poco se puede hacer. Ni siquiera es necesario que me moleste en echarlo de este hotelucho. Ya se encargaràn los polizontes de hacerlo...
-¿ Y què harè, si me abandona asì como ando sin un centavo?- dramatizò el pobre hombre-. ¿Què serà de mì?
-Le darè algo.
-¿Què?
-Algunos consejos pràcticos: Emprenda una nueva vida, deje de estar engañando a la gente buena-meditò unos instantes-.Pero si no es capàz de hacerlo, podrà aventarse por la ventana, los cinco pisos de aquì hasta el suelo, lo haràn papilla. El baño cuenta con una tina, ahì puede cortarse las venas con la hoja de afeitar y se irà desangrando lenta y dulcemente. Aquì le dejo en el tocador este tubito de pastillas para dormir. Si se toma todos los barbitùricos, le entrarà un sueño eterno. Le estoy brindando un calidoscopio de tentadoraas alternativas para resolver su apestosa, angustiosa y pauperrima vida...
-Puede ahorrarse su ironìa, sarcasmo y sus burlas- trataba de dramatizar el pobre y vagabundo hombre-. Como me doy cuenta, es usted insensible, no piensa en mi hambre, ni tiene corazòn. Me alegro que se marche y me deje en paz. Yo puedo decidir mi futuro. Mientras tanto descansarè en esta hermosa cama porque de ninguna manera voy a perderme la ocasiòn de dormir en ella como un verdadero principe...
-Hàgale como quiera, en breve lo vendràn a echar de este lugar, propio sòlo para gente distinguida y decente.
-¿Dònde està el vaso que deje sobre la mesa?
-Allì-señalò el vagabundo.
-No, el tubo del tocador, no. Me refiero al brebaje que yo habìa preparado, en mi vaso...
-¿Còmo?- se estremeciò el pobre hombre.-¿ Ha dicho brebaje? ¿ No era vodka?
-Sì ¿ Se lo bebiò, ¿verdad?
-Pues sì, tenìa mucha sed y mientras usted me explicaba como arrojarme por la ventana...¿Què le echò?
-No se preocupe, eran sòlo gotas de flores de Bach- echàndose a reir.
-¿Què cosa son esas gotas? ¿Son muchas o pocas?
-Pero...Usted ademàs de pobre y predecible, es un imbecil. Por lo visto se apropia de todo lo que encuentra. ¿Le parece correcto eso acaso?
-Vi el vaso servido y me lo tomè-explicò el miserable hombre-, estaba servido sobre la mesa y me lo tomè a la primera distracciòn de usted...
-¡Mentira!- se enfadò el mandamàs-. Estaba servido ahì a proposito, para usted mugroso y cayò como estùpido...
-¿ Acaso me envenenò?
-No hombre, pero ¡es usted un insensato! Ese brebaje es para dormir profundamente...
-Ya me extrañaba la pesadez de mi cabeza...-balbuciò el vagabundo, frotàndose los ojos-. Hay que hacer algo...Los ojos se me cierran...¡Tenga compasiòn, de mì!
-¿Compasiòn?- se ensañò el mandamàs-. ¡Eso faltaba! ¿La tuvo usted conmigo cuando me abordò en la calle disfrazado de mujer?
-Un mèdico...-logrò articualr el narcotizado con la boca toda espumosa-.Llame a un mèdico...El tiempo se me acaba y cayò tumbado sobre el piso cuan largo era-.¡Ayùdeme!...
-Lo siento, pero me espera mi aviòn, no puedo ayudarlo, maldito.
-El vagabundo sòlo pudo emitir un extraño sonido, antes de quedarse muerto. El brebaje, si era un veneno...
-Este mugroso imbecil, me hizo polvo mis vacaciones, juro que pensè que me estaba metiendo con una mujer, pero cuando advertì que se trataba de un hombre, ya era demasiado tarde, mi estado de ànimo se turbo bruscamente, sentìa placer y abandono y ya para ese momento, existìamos el uno para el otro, tenìa que deshacerme de èl, de ese recuerdo en mi yo...Me fuì sin ningùn remordimiento del hotel...Todos contra todos!!! ( jajjajajajajaaja)
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