Qué tiempos estos de grandes y espectaculares brincos: Las bolsas de valores del mundo aterradas; la guerra financiera a todo vapor; pèrdidas y ganancias por todas partes: Un futuro muy poco prometedor para la humanidad entera. La pirinola del azar cayendo en muchos países en TODOS PONEN a cada momento, en cualquier instante, haciendo ver nubarrones y oscuridad por doquier; pocos, muy pocos son los destellos de luz, como aquellas luciérnagas centellantes e intermitentes que en vez de obsequiar sus hermosas lucecitas en el gran campo, lo hacen temerosas, muy precavidas en cualquier jardín citadino...
Son momentos de inmensa preocupación en el mundo, toda vez que las dificultades financieras, lo dice la historia, son precedidas por guerras que intentan retornar al orden los desbalances monetarios establecidos. Confrontaciones devastadoras y altamente agresivas que proponen nuevos derroteros cambiando sòlo de protagonistas, provocando desolación, mucha màs hambre, enfermedades, desesperanza y una inmensa y profunda desiluciòn con estampidas humanas que obligan al desarraigo y la pèrdida de identidad...
Ya no hay genios previsores o futuristas que alertaban de los desvaríos y fuera de curso de las rutas seguras. Los líderes actuales, son producto de la era digital y virtual: Poco saben autènticamente de la conducción de masas. Desconocen el uso de la imagianciòn creativa, de la visualización prometedora, son ignorantes de la sensibilidad, sòlo han aprendido apariencias, manifiestando palabras sin contenido y proyectando falsas imágenes de sì mismos que desorientan aùn màs, a sus dizque fieles seguidores quienes guardan un comportamiento de indignante e indecorosa sumisión...
Las nuevas generaciones, viven instaladas en un gran vacio existencial: Deseos y deseos sin sustento alguno, un gran mercado de contrariedades e incoherencias en el que sin dinero no son nada ni nadie y que los van orillando a un océano de olas que van y vienen trayéndolos como resaca acuática, como sargazo acumulado, apestoso y hediondo que los hace ver atrapados y extraviados inmersos en el sistema de las apariencias y la futilidad, contemplando como única salida lo lúdico barato e intoxicante que tarde o temprano, sin duda alguna, también los aniquilarà...
La mente humana, esta perdiéndose a pasos agigantados. La confusión y el absurdo, es el pan de cada dìa: Los padres de familia, ya no saben hacia adonde dirigirse, ni que decir, los discursos en los hogares se han modificado radicalmente: Se habla de los Capos, de los políticos deshonestos, de la corrupción, de la infinidad de bribones que existen, de las seudo artistas, de los empresarios bizarros que desean ser luminarias del cine, de la feria de vanidades que contienen los medios dizque de comunicación y entretenimiento, de las bebidas alcohólicas, de las yerbas intoxicantes legalizadas, de los matrimonios entre iguales, del futbol!! Todos opinan y opinan de lo que escuchan, no de lo que leen o se informan. La capacidad de asombro profundo, de investigación, ha llegado a su fin, ha alcanzado su climax, en una cumbre cuya neblina impide contemplar la luminosidad del firmamento, el brillo de las estrellas y desde la cual sòlo se vislumbra màs absurdo, oscuridad y desaliento- ¡¿ay, eterno?! ¡Ah! Y lo peor, no hay quien auxilie para modificar esas mentes enfermas y enfermizas que devastan e impiden nuevos y auténticos derroteros¡Vaya! Esto sì que es alarmante... ¡ Què ànimo es el que queda, uf!
Son momentos de inmensa preocupación en el mundo, toda vez que las dificultades financieras, lo dice la historia, son precedidas por guerras que intentan retornar al orden los desbalances monetarios establecidos. Confrontaciones devastadoras y altamente agresivas que proponen nuevos derroteros cambiando sòlo de protagonistas, provocando desolación, mucha màs hambre, enfermedades, desesperanza y una inmensa y profunda desiluciòn con estampidas humanas que obligan al desarraigo y la pèrdida de identidad...
Ya no hay genios previsores o futuristas que alertaban de los desvaríos y fuera de curso de las rutas seguras. Los líderes actuales, son producto de la era digital y virtual: Poco saben autènticamente de la conducción de masas. Desconocen el uso de la imagianciòn creativa, de la visualización prometedora, son ignorantes de la sensibilidad, sòlo han aprendido apariencias, manifiestando palabras sin contenido y proyectando falsas imágenes de sì mismos que desorientan aùn màs, a sus dizque fieles seguidores quienes guardan un comportamiento de indignante e indecorosa sumisión...
Las nuevas generaciones, viven instaladas en un gran vacio existencial: Deseos y deseos sin sustento alguno, un gran mercado de contrariedades e incoherencias en el que sin dinero no son nada ni nadie y que los van orillando a un océano de olas que van y vienen trayéndolos como resaca acuática, como sargazo acumulado, apestoso y hediondo que los hace ver atrapados y extraviados inmersos en el sistema de las apariencias y la futilidad, contemplando como única salida lo lúdico barato e intoxicante que tarde o temprano, sin duda alguna, también los aniquilarà...
La mente humana, esta perdiéndose a pasos agigantados. La confusión y el absurdo, es el pan de cada dìa: Los padres de familia, ya no saben hacia adonde dirigirse, ni que decir, los discursos en los hogares se han modificado radicalmente: Se habla de los Capos, de los políticos deshonestos, de la corrupción, de la infinidad de bribones que existen, de las seudo artistas, de los empresarios bizarros que desean ser luminarias del cine, de la feria de vanidades que contienen los medios dizque de comunicación y entretenimiento, de las bebidas alcohólicas, de las yerbas intoxicantes legalizadas, de los matrimonios entre iguales, del futbol!! Todos opinan y opinan de lo que escuchan, no de lo que leen o se informan. La capacidad de asombro profundo, de investigación, ha llegado a su fin, ha alcanzado su climax, en una cumbre cuya neblina impide contemplar la luminosidad del firmamento, el brillo de las estrellas y desde la cual sòlo se vislumbra màs absurdo, oscuridad y desaliento- ¡¿ay, eterno?! ¡Ah! Y lo peor, no hay quien auxilie para modificar esas mentes enfermas y enfermizas que devastan e impiden nuevos y auténticos derroteros¡Vaya! Esto sì que es alarmante... ¡ Què ànimo es el que queda, uf!
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