Se dice que el CONSERVADURISMO es la tendencia o actitud contraria a las innovaciones polìticas y sociales. Y conservador, todo aquel que pertenece al partido polìtico enemigo de las innovaciones...
Vivimos en un intercambio constante y continuo de impresiones interpersonales, en donde hacemos uso, sin mucha consciencia, de funciones defensivas de nuestro ego, para salvaguardar conflictos psicològicos inconscientes. En la medida en que la persona se defiende de dichos conflictos, tratarà de ocultarlos tambièn de sus interlocutores, sobre todo, en el intercambio de relaciònes con sus semejantes.
Ahora bien, las personas estàn motivadas a revelarse o por lo menos tienen esa intenciòn, digamos que se trata de una conducta humana bàsica, esa motivaciòn, se piensa conduce a obtener alivio a la distancia, al aislamiento, o la soledad, de ahì que se diga atinadamente, que una de las distinciones del humano, es precisamente su gran capacidad de interrelaciòn social. Pero, tambièn los humanos tenemos la tendencia a ocultar nuestros sentimientos, sobre todo, los màs ìntimos y las causas fundamentales de las alteraciones emocionales. En efecto, casì todos, nos preocupamos por la impresiòn que podemos causar o provocar sobre los demàs, de ahì que nuestras reacciones ante tanto estìmulo social interpersonal, sean o resulten particularmente muy importantes. Por ejemplo, los polìticos, sobre todo en tiempos de campaña o proselitismo, desean obtener, a toda costa, simpatìa o respeto de los ciudadanos para obtener beneficios y votos...Se trata en esos casos, de intentar ocultar los aspectos menos admirados de su personalidad, sobre todo, si se trata de alguna informaciòn implicada en una alteraciòn emocional seria, que al mostrarla, se pudiera perder o exponerse a perder, el respeto de los votantes.
Por què resultan de suma importancia las entrevistas? Porque se centran en tratar no sòlo de comprender al otro, sino de obtener y recabar informaciòn para descubrir lo no manifiesto y si en ello pudiese existir alguna psicopatologìa que se pretende ocultar.
Hace apenas unos dìas, tuve la oportunidad de ver en la televisiòn una entrevista con uno de los candidatos a la Presidencia de mi paìs. A uno de los entrevistadores, sòlo le fue necesario un par de minutos para obtener del candidato entrevistado, una declaraciòn fundamental y determinante al formularle la siguiente pregunta:¨Es usted conservador?¨...Si, soy conservador!!! Esa fue su respuesta...
Es necesario aclarar que la informaciòn vertida en una respuesta, sobre todo, la obtenida mediante una pregunta sorpresiva y ràpida , obliga al interlocutor a manifestar datos acerca de sus verdaderos sentimientos y experiencias, aunque no lo desee, es decir, habla su inconsciente. Eso incluye e involucra, sìntomas neuròticos o desòrdenes emocionales, asì como prastornos de conducta o de caràcter. En estas categorìas se podràn apreciar si hay defectos en las capacidades del candidato para funcionar en los terrenos de amor, sexo, trabajo, relaciòn social y vida domèstica. Basta un sòlo encuentro para que una persona bien entrevistada, deje ver su accionar y la integraciòn conjunta de su personalidad, asì como los procesos mentales del entrevistado pueden observarse
Veamos el perfil del conservador:
Este tipo de personas estàn envueltos en un conflicto entre obediencia y desafiò. Siempre se estàn preguntando: ¨¿Debo de ser bueno, o puedo ser malo?¨ Viven entre la ira y el miedo. Miedo a que se les ataque en su mala conducta y se les pueda castigar e ira porque se ven obligados a abandonar sus deseos y correr el riesgo de someterse a la autoridad. De ahì que siempre aparenten ser personas muy bien comportadas. Es importante destacar que la puntualidad, la escrupulosidad, la pulcritud, el arreglo personal ( mucho gel en el peinado, exceso de lociònes), el orden y el cumplimiento estricto de las obligaciones (?), se derivan del conflicto central del temor a la autoridad. Sus asuntos vitales se enmarcan en un cìrculo vicioso en donde el miedo, que proviene del desafìo, los lleva a la obediencia y la ira que proviene de la obediencia, les conduce nuevamente a otro desafìo, no conocen la renovaciòn, de ahì que prefieran a toda costa el conservadurismo. Se trata de personas muy fàciles de reconocer, en ellos todo es esteriotipado, incluyendo sus ademanes y sus gestos que siempre resultan ser los mismos, siendo rasgos adaptativos de gran valor social para ellos, no distinguiendo la ocasiòn que pudiese ameritar un cambio.
Es necesario darse cuenta de que, para el individuo conservador tanto la dinàmica social como la interpersonal, deben de funcionar de acuerdo a sus designios propios sin tomar en cuenta la consideraciòn o el interès de los otros, sino que procede como si todo acto, se le hubièse otorgado como un privilegio especial ( ? ). Todo en èl, no resulta accidental, ni representa signo alguno de entusiasmo, sino sencillamente es un aplacamiento simbòlico tendiente a evitar el castigo de las posibles transgresiones que èl se imagina.
El conservador vive rasgos fundamentados en comportamientos poco sanos o maduros, aunque de otra impresiòn a sus interlocutores. En èl todo proviene de un miedo subjetivo que lo hace ver bien a primera vista ante sus semejantes, pero eso ya no corresponderà a un anàlisis mucho màs detallado de de su psicodinàmica. Los rasgos màs sobresalientes del conservador provienen de un elemento colèrico que lo sustenta al vivirse de manera contradictoria consigo mismo: El desorden, la negligencia y la obstinaciòn, derivan un de repente hacia un sadismo desmedido ( ¿?), que deja traslucir un enojo desafiante. Esto es debido a que los rasgos bàsicos, incluyen muchos opuestos: esmero y negligencia, orden y desorden, todo ello puede aparecer en el mismo momento de una acciòn prioritaria o de gran envergadura. Es decir, podràn percibirse motivos contradictorios en un mismo acto o ante un suceso.
El conservador, temerà revelar sus hàbitos secretos. Se preocupa demasiado en relaciòn con la limpieza de la cual hace gala en todas partes que aparece, jamàs podrìa meterse los dedos a la nariz en pùblico o repetir el uso de un pantalòn o camisa del dìa anterior. Eso lo expondrìa a la verguenza o la humillaciòn. Pero en privado, es vìctima de su personalidad contradictorìa dando rienda suelta de manera grotesca a sus sentimientos, lo cual deja traslucir las batallas dolorosas de un niño con la autoridad paterna.
El factor tiempo para el conservador, constituye otra àrea clave para tratar de entenderlos. El perder tiempo y dejar de hacer las tareas, se relaciona con la lucha por el poder, ya que encubiertamente se trata del control y del dominio: Cuànto va a durar una situaciòn? Como si el reloj midiera el valor de las experiencias y mediante ello tuvieran un sentimiento de haber logrado algo y existiera una proporciòn directa entre la cantidad y la calidad.
El conservador suele servirse del dinero y de su posiciòn, màs bien que del afecto, lo cual le proporciona seguridad emocional. Las situaciones financieras constituyen temas de discusiòn y de peligro ya que es el dinero el que llega a representar la fuente màs ìntima en su vida y en las proyecciònes sociales que siempre deben resultar pomposas y glamurosas ante los ojos de los demàs. Son personas a las cuales se les considera todas unas caricaturas del contacto social.(?) La etiqueta exageradda del conservador tiene por objeto controlar sus impulsos hostiles. En ellos todo es poca sinceridad emocional y mucha apariencia de forma social, denotando dificultad en relaciòn con el enojo y los lazos de amistad, lo cual maneja con una aparente comprensiòn y falsa y acartonada simpatìa.
Respecto a su posiciòn y las luchas por el poder, las personas conservadoras resultan ser individuos altamente competitivos, pese a que temen la competencia francamente abierta, y se dicen ser mediadores y seguidores de la no confrontaciòn y la paz social, por sobre todas las cosas. Su conducta, es percibida en tèrminos de implicaciones competitivas, lo cual deriva de una relaciòn accidentada con la figura materna en las primeras fases y en la lucha por establecer disciplinas higiènicas. Hacia fines de la fase infantil de los primeros años, el padre queda incluìdo en ese tipo de batallas. Su estilo de autoridad es dominante y emana de haber convivido con personajes varones poderosos que le hicieron sentir y ejercieron un gran dominio sobre su persona. Sus emociones son, en general, de lo màs secretas posible incluso frente a sì mismo. Prefieren operar como si la emociòn no existiera y tratar de sentir con la mente màs que con el corazòn. Se sirve del intelcto para evitar sus emociones. Eluden las batallas en el terreno de los sentimientos, prefieren los territorios de las teorìas y conceptos en donde discuten interminablemente acerca de detalles, leyes y nùmeros, no relacionan motivos emociones y acciones. Las palabras y el lenguaje son el mejor instrumento de su pensamiento, guardando sus interlocutores residuos inùtiles de esos discursos y lecciones. No existe informaciòn verdadera alguna, aburren sobre manera a sus escuchas.
El conservador, evita el afecto, la cordialidad y el cariño. Su sentimiento de fuerza y falso orgullo se liga a su enojo e ira desafiante que vive de manera intensa en su interior lo cual lo hace desconfiar de cualquier sentimiento de ternura o simpatìa. En su vida ìntima reacciona a sus emociones de afecto con sentimientos dependientes e impotentes que le hacen padecer temores de ridìculo y rechazo. Las experiencias placenteras se posponen, porque el placer es peligroso en sì mismo. Pueden ser muy eficaces para planear la felicidad futura, pero como viven de manera muy rìgida, no pueden relajarse y pierden los momentos de experiencias placenteras, sin llegar a disfrutarlas. Su evitaciòn del placer obedece a una culpabilidad edìpica incosnciente que domina sus impulsos prohibidos. De ahì la rigidez que padecen.
El conservador, suele negar que tenga problemas en sus relaciones sexuales, se cree un magnìfico amante poducto de su megalomanìa y sentimientos de autosuficiencia. Sin embargo, la pareja del personaje conservador sabe que las relaciones sexuales son siempre lo mismo. No hay variedad ya que la espontaneidad la considera muy peligrosa. Todo debe de estar bajo control, hacen el amor de manera geomètrica y matemàtica ni uno ni otro les està permitìdo hacer algo diferente. Para las personas que se viven de manaera no espontànea, resulta desconcertante el que no haya dos personas que hagan el amor de la misma manera. La exploraciòn mutua o la ternura, les son asuntos totalmente ajenos. La cama es un terreno para demostrar tambièn, su gran capacidad de razonamiento y dominio intelectual. Les preocupa mucho la ejecuciòn y la adecuaciòn. Les preocupan mucho el nùmero de orgasmos alcanzados por su pareja que la calidad afectiva experimentada. Vale màs el respeto y la seguridad de su pareja y no poner en riesgo su posiciòn omnipotente y de superioridad moral.
No es raro encontrar entre las personas conservadoras el caso en el que tratan de establecer su grandiosidad apareciendo como expertos en materias en las cuales en realidad conocen muy poco. Tratan de recoger hechos al vuelo y sin grandes fundamentos, se las dan de expertos. Tienen una gran tendencia a no delegar. Tratan siempre de dar la impresiòn de poder con todo por sì mismos y detestan confesar que necesitan de otra persona. Su necesidad de querer salvar todo, es producto de su miedo de alejarse de los objetos deseados y queridos, aunque no le pertenezcan, lo que denota su gran obsesividad por la lucha del poder.
Asi pues, en el conservador, no hay lugar para lo espontàneo, para lo fresco, para lo innovador, para lo vital. Todo resulta habituado, predecible, acartonado, de poca gracia, sin humor, su corazòn resulta siempre frìo...Son muy afectos a portar colores rojos, verdes, blancos, jamàs amarillos o azules...( Hurras, aplausos, silbidos y gritos de: FUERA FUERA!!!!)
Vivimos en un intercambio constante y continuo de impresiones interpersonales, en donde hacemos uso, sin mucha consciencia, de funciones defensivas de nuestro ego, para salvaguardar conflictos psicològicos inconscientes. En la medida en que la persona se defiende de dichos conflictos, tratarà de ocultarlos tambièn de sus interlocutores, sobre todo, en el intercambio de relaciònes con sus semejantes.
Ahora bien, las personas estàn motivadas a revelarse o por lo menos tienen esa intenciòn, digamos que se trata de una conducta humana bàsica, esa motivaciòn, se piensa conduce a obtener alivio a la distancia, al aislamiento, o la soledad, de ahì que se diga atinadamente, que una de las distinciones del humano, es precisamente su gran capacidad de interrelaciòn social. Pero, tambièn los humanos tenemos la tendencia a ocultar nuestros sentimientos, sobre todo, los màs ìntimos y las causas fundamentales de las alteraciones emocionales. En efecto, casì todos, nos preocupamos por la impresiòn que podemos causar o provocar sobre los demàs, de ahì que nuestras reacciones ante tanto estìmulo social interpersonal, sean o resulten particularmente muy importantes. Por ejemplo, los polìticos, sobre todo en tiempos de campaña o proselitismo, desean obtener, a toda costa, simpatìa o respeto de los ciudadanos para obtener beneficios y votos...Se trata en esos casos, de intentar ocultar los aspectos menos admirados de su personalidad, sobre todo, si se trata de alguna informaciòn implicada en una alteraciòn emocional seria, que al mostrarla, se pudiera perder o exponerse a perder, el respeto de los votantes.
Por què resultan de suma importancia las entrevistas? Porque se centran en tratar no sòlo de comprender al otro, sino de obtener y recabar informaciòn para descubrir lo no manifiesto y si en ello pudiese existir alguna psicopatologìa que se pretende ocultar.
Hace apenas unos dìas, tuve la oportunidad de ver en la televisiòn una entrevista con uno de los candidatos a la Presidencia de mi paìs. A uno de los entrevistadores, sòlo le fue necesario un par de minutos para obtener del candidato entrevistado, una declaraciòn fundamental y determinante al formularle la siguiente pregunta:¨Es usted conservador?¨...Si, soy conservador!!! Esa fue su respuesta...
Es necesario aclarar que la informaciòn vertida en una respuesta, sobre todo, la obtenida mediante una pregunta sorpresiva y ràpida , obliga al interlocutor a manifestar datos acerca de sus verdaderos sentimientos y experiencias, aunque no lo desee, es decir, habla su inconsciente. Eso incluye e involucra, sìntomas neuròticos o desòrdenes emocionales, asì como prastornos de conducta o de caràcter. En estas categorìas se podràn apreciar si hay defectos en las capacidades del candidato para funcionar en los terrenos de amor, sexo, trabajo, relaciòn social y vida domèstica. Basta un sòlo encuentro para que una persona bien entrevistada, deje ver su accionar y la integraciòn conjunta de su personalidad, asì como los procesos mentales del entrevistado pueden observarse
Veamos el perfil del conservador:
Este tipo de personas estàn envueltos en un conflicto entre obediencia y desafiò. Siempre se estàn preguntando: ¨¿Debo de ser bueno, o puedo ser malo?¨ Viven entre la ira y el miedo. Miedo a que se les ataque en su mala conducta y se les pueda castigar e ira porque se ven obligados a abandonar sus deseos y correr el riesgo de someterse a la autoridad. De ahì que siempre aparenten ser personas muy bien comportadas. Es importante destacar que la puntualidad, la escrupulosidad, la pulcritud, el arreglo personal ( mucho gel en el peinado, exceso de lociònes), el orden y el cumplimiento estricto de las obligaciones (?), se derivan del conflicto central del temor a la autoridad. Sus asuntos vitales se enmarcan en un cìrculo vicioso en donde el miedo, que proviene del desafìo, los lleva a la obediencia y la ira que proviene de la obediencia, les conduce nuevamente a otro desafìo, no conocen la renovaciòn, de ahì que prefieran a toda costa el conservadurismo. Se trata de personas muy fàciles de reconocer, en ellos todo es esteriotipado, incluyendo sus ademanes y sus gestos que siempre resultan ser los mismos, siendo rasgos adaptativos de gran valor social para ellos, no distinguiendo la ocasiòn que pudiese ameritar un cambio.
Es necesario darse cuenta de que, para el individuo conservador tanto la dinàmica social como la interpersonal, deben de funcionar de acuerdo a sus designios propios sin tomar en cuenta la consideraciòn o el interès de los otros, sino que procede como si todo acto, se le hubièse otorgado como un privilegio especial ( ? ). Todo en èl, no resulta accidental, ni representa signo alguno de entusiasmo, sino sencillamente es un aplacamiento simbòlico tendiente a evitar el castigo de las posibles transgresiones que èl se imagina.
El conservador vive rasgos fundamentados en comportamientos poco sanos o maduros, aunque de otra impresiòn a sus interlocutores. En èl todo proviene de un miedo subjetivo que lo hace ver bien a primera vista ante sus semejantes, pero eso ya no corresponderà a un anàlisis mucho màs detallado de de su psicodinàmica. Los rasgos màs sobresalientes del conservador provienen de un elemento colèrico que lo sustenta al vivirse de manera contradictoria consigo mismo: El desorden, la negligencia y la obstinaciòn, derivan un de repente hacia un sadismo desmedido ( ¿?), que deja traslucir un enojo desafiante. Esto es debido a que los rasgos bàsicos, incluyen muchos opuestos: esmero y negligencia, orden y desorden, todo ello puede aparecer en el mismo momento de una acciòn prioritaria o de gran envergadura. Es decir, podràn percibirse motivos contradictorios en un mismo acto o ante un suceso.
El conservador, temerà revelar sus hàbitos secretos. Se preocupa demasiado en relaciòn con la limpieza de la cual hace gala en todas partes que aparece, jamàs podrìa meterse los dedos a la nariz en pùblico o repetir el uso de un pantalòn o camisa del dìa anterior. Eso lo expondrìa a la verguenza o la humillaciòn. Pero en privado, es vìctima de su personalidad contradictorìa dando rienda suelta de manera grotesca a sus sentimientos, lo cual deja traslucir las batallas dolorosas de un niño con la autoridad paterna.
El factor tiempo para el conservador, constituye otra àrea clave para tratar de entenderlos. El perder tiempo y dejar de hacer las tareas, se relaciona con la lucha por el poder, ya que encubiertamente se trata del control y del dominio: Cuànto va a durar una situaciòn? Como si el reloj midiera el valor de las experiencias y mediante ello tuvieran un sentimiento de haber logrado algo y existiera una proporciòn directa entre la cantidad y la calidad.
El conservador suele servirse del dinero y de su posiciòn, màs bien que del afecto, lo cual le proporciona seguridad emocional. Las situaciones financieras constituyen temas de discusiòn y de peligro ya que es el dinero el que llega a representar la fuente màs ìntima en su vida y en las proyecciònes sociales que siempre deben resultar pomposas y glamurosas ante los ojos de los demàs. Son personas a las cuales se les considera todas unas caricaturas del contacto social.(?) La etiqueta exageradda del conservador tiene por objeto controlar sus impulsos hostiles. En ellos todo es poca sinceridad emocional y mucha apariencia de forma social, denotando dificultad en relaciòn con el enojo y los lazos de amistad, lo cual maneja con una aparente comprensiòn y falsa y acartonada simpatìa.
Respecto a su posiciòn y las luchas por el poder, las personas conservadoras resultan ser individuos altamente competitivos, pese a que temen la competencia francamente abierta, y se dicen ser mediadores y seguidores de la no confrontaciòn y la paz social, por sobre todas las cosas. Su conducta, es percibida en tèrminos de implicaciones competitivas, lo cual deriva de una relaciòn accidentada con la figura materna en las primeras fases y en la lucha por establecer disciplinas higiènicas. Hacia fines de la fase infantil de los primeros años, el padre queda incluìdo en ese tipo de batallas. Su estilo de autoridad es dominante y emana de haber convivido con personajes varones poderosos que le hicieron sentir y ejercieron un gran dominio sobre su persona. Sus emociones son, en general, de lo màs secretas posible incluso frente a sì mismo. Prefieren operar como si la emociòn no existiera y tratar de sentir con la mente màs que con el corazòn. Se sirve del intelcto para evitar sus emociones. Eluden las batallas en el terreno de los sentimientos, prefieren los territorios de las teorìas y conceptos en donde discuten interminablemente acerca de detalles, leyes y nùmeros, no relacionan motivos emociones y acciones. Las palabras y el lenguaje son el mejor instrumento de su pensamiento, guardando sus interlocutores residuos inùtiles de esos discursos y lecciones. No existe informaciòn verdadera alguna, aburren sobre manera a sus escuchas.
El conservador, evita el afecto, la cordialidad y el cariño. Su sentimiento de fuerza y falso orgullo se liga a su enojo e ira desafiante que vive de manera intensa en su interior lo cual lo hace desconfiar de cualquier sentimiento de ternura o simpatìa. En su vida ìntima reacciona a sus emociones de afecto con sentimientos dependientes e impotentes que le hacen padecer temores de ridìculo y rechazo. Las experiencias placenteras se posponen, porque el placer es peligroso en sì mismo. Pueden ser muy eficaces para planear la felicidad futura, pero como viven de manera muy rìgida, no pueden relajarse y pierden los momentos de experiencias placenteras, sin llegar a disfrutarlas. Su evitaciòn del placer obedece a una culpabilidad edìpica incosnciente que domina sus impulsos prohibidos. De ahì la rigidez que padecen.
El conservador, suele negar que tenga problemas en sus relaciones sexuales, se cree un magnìfico amante poducto de su megalomanìa y sentimientos de autosuficiencia. Sin embargo, la pareja del personaje conservador sabe que las relaciones sexuales son siempre lo mismo. No hay variedad ya que la espontaneidad la considera muy peligrosa. Todo debe de estar bajo control, hacen el amor de manera geomètrica y matemàtica ni uno ni otro les està permitìdo hacer algo diferente. Para las personas que se viven de manaera no espontànea, resulta desconcertante el que no haya dos personas que hagan el amor de la misma manera. La exploraciòn mutua o la ternura, les son asuntos totalmente ajenos. La cama es un terreno para demostrar tambièn, su gran capacidad de razonamiento y dominio intelectual. Les preocupa mucho la ejecuciòn y la adecuaciòn. Les preocupan mucho el nùmero de orgasmos alcanzados por su pareja que la calidad afectiva experimentada. Vale màs el respeto y la seguridad de su pareja y no poner en riesgo su posiciòn omnipotente y de superioridad moral.
No es raro encontrar entre las personas conservadoras el caso en el que tratan de establecer su grandiosidad apareciendo como expertos en materias en las cuales en realidad conocen muy poco. Tratan de recoger hechos al vuelo y sin grandes fundamentos, se las dan de expertos. Tienen una gran tendencia a no delegar. Tratan siempre de dar la impresiòn de poder con todo por sì mismos y detestan confesar que necesitan de otra persona. Su necesidad de querer salvar todo, es producto de su miedo de alejarse de los objetos deseados y queridos, aunque no le pertenezcan, lo que denota su gran obsesividad por la lucha del poder.
Asi pues, en el conservador, no hay lugar para lo espontàneo, para lo fresco, para lo innovador, para lo vital. Todo resulta habituado, predecible, acartonado, de poca gracia, sin humor, su corazòn resulta siempre frìo...Son muy afectos a portar colores rojos, verdes, blancos, jamàs amarillos o azules...( Hurras, aplausos, silbidos y gritos de: FUERA FUERA!!!!)
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