lunes, 9 de febrero de 2015

¿LO LOGRAREMOS ALGUN DIA?

Cuando los molinos de viento ubicados en la cima de algún cerro, mueven sus enormes aspas, nos dejan sentir e imaginar épocas añejas integradas de inmensos personajes que andaban en busca de aventuras y de ser señalados como los defensores del buen vivir, de la moral y de las bellas mujeres soñadas. Ellos querían recoger el pañuelo arrojado por esas damas desde la ventana de sus Castillos o Palacios  y al recogerlo le indicaban que eran dignos de ellas, retornando algún día  cumplida su noble misión para unírseles en vida eterna...
Epocas aquellas de inmensos, bellos,  majestuosos y poderosos aposentos en los que ondeaban en las cúspides de sus torres grandes y  muy llamativas coloridas banderas con las figuras que anunciaban el reinado al que pertenecían. Era tiempos de espectaculares y sorprendentes Castillos y Palacios encantados, de reyes, reinas y princesas. Epocas de torneos a caballo, de mesas redondas, donde verdaderos hombres de corazón de león, se batían con otros caballeros, sólo por el hecho de mostrar sus habilidades y mucha valentía a sus contrincantes, representando de la manera más digna y comprometida a sus reyes. Eran eventos de gran pompa y colorido inundados de sonidos y fanfarrias de trompetas e infinidad de banderas multicolores que hacían resaltar la hermosura y brío de los caballos y sus bellas vestimentas, contrastando con las  pesadas y poderosas armaduras de hierro de cada uno de los famosos combatientes.Epocas de magia, de espadas de excalibur..
Así fue que se vivió la Europa de hace varios siglos. Francia e Inglaterra fueron los más dignos representantes de aquellos intensos, aguerridos y grandiosos momentos históricos que fueron integrando y conformando al llamado,ahora, viejo continente...
America, jamás integró a sus culturas ni los suntuosos e impactantes Castillos, ni los hermosos caballos, ni las relucientes  y poderosas armaduras, ni mucho menos espada  mágica alguna o mesa redonda de reyes o mujeres distinguidas que arrojarán sus pañuelos blancos a sus pretendientes. Abundó, eso sí, en nuestros jóvenes territorios,  la supercheria, la brujeria, los hechiceros, los corredores que cubrían grandes distancias para traer comida fresca a sus señores, los hombres bestias que cargaban cosas jaladas por sus cuerpos y uno que otro guerrero de escaza importancia universal. Y muchas Guerras absurdas y simuladas o escaramuzas locales sin gran trascendencia, con reyes entreguistas, traicioneros e intrigosos. Si se llegó a épocas de inmenso contenido cultural y arquitectónico que dejaron pasmados a los conquistadores. La Malinche no era de muy mal ver y además bilingue, aunque se la hayan obsequiado a los españoles, siendo ella una princesa. Con todo eso nos fuímos estructurando y formando como continente, hasta llegar ahora a lo que somos los que habitamos estas zonas: Pueblos hambreados y explotados por los mismos europeos, ahora mezclados con los sajones,  árabes, asiáticos  y judios y otras muchas  razas más agazapados en sus instituciones crediticias, financieras legaloides. que han sabido aprovechar muy hábilmente nuestras divisiones, nuestra ingenuidad y escasa identidad..America la joven, que algún día se emancipará para retomar su verdadero rumbo que le hicieron perder aquellos más mañosos y ventajosos que jamás comprendieron que se trata de que avancemos todos en  sano equilibrio compartiendo en el planeta la gran aventura de nuestro viaje por el cosmos...¿lo lograremos algún día?


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