miércoles, 29 de marzo de 2017

LA GRAN RABIA !!!


Siéndo un chico- antes de dar inicio a la adolescencia-, recuerdo que existia la posibilidad de jugar al héroe que liberaba del Yugo de la esclavitud a sus semejantes oprimídos. Esclavitud tanto física como intelectual. Era un juego entre pandillas de niños traviesos. De la esclavitud espiritual no quiero hablar. Se que sí existe aquello que mata al espíritu, que lo aniquila, como ha sucedido en infinidad de hogares integrados por padres insensibles y tiranos que invalidan a sus hijos eternamente o en los campos de concentración de las guerras que incapacitan a los prisioneros para no volver a sentir nada, por eso prefiero pasar por alto en esta ocasión, ese renglón.
Entonces, un dia al platicar con un médico , éste me dijo: " Parece que siempre la posibilidad de un cambio, brinda la oportunidad de albergar esperanzas de algo. Más sin embargo, al paso del tiempo, los eventos que se incluyen abruman y complican todo: La ciencia sabe más acerca del hombre que lo que ignora, aunque por supuesto, de todo ello a nadie le informan, solo a todos aquellos poderosos adinerados que encargan sus malévolos proyectos a esos seudocientíficos a su servicio. Es decir, las grandes mayorías permanecen ajenas a cualquier tipo de aportacion que pudiese abrirles los ojos ; "No los inquieten, podrian despertar y entonces de quien vamos a continuar viviendo como reyes". Eso es lo que dicen esos mezquinos personajes y lo comentan muy a menudo entre ellos.
No hay esperanza ya, Ni segundas oportunidades en el mundo de absurdos que hemos construido .Todo permanence muy controlado...
Se hizo un oceánico silencio.
-Dice usted, no hay esperanza, ni segundas oportunidades, por Dios! En verdad piensa eso seriamente?-le pregunté.
-Si, no se como llegue a estas ideas, pero lo que he vivido me ha trastocado lo suficiente que incluso el futuro lo veo muy borroso y además, algunas ocasiones entro en severas crisis de desesperación, pero me las aguanto.
-Desde luego lo comprendo, la situacion mundial no esta como para hornear bollos. Quizas hasta tenga usted razon- y agregué-: Pero, una revolución obligría a las mayorías a empezar desde ceros y eso debe ser bastante duro, no?- le traté de sembrar una duda.
-No se crea-respondió de inmediato- La gente sin recursos ya poco puede perder en estas etapas criticas-hizo una pausa- Los pongo en mi lugar y si yo que he tenido mucha suerte, mas que otros muchos, empiezo a pensar que la vida que he llevado hasta ahora ha sido un total desperdicio sin sentido, que se podria esperar de los demás abajo de mi. Me capta eso?
-Si, pero creo que al escucharle tantas ideas negativas, me impacto más de la cuenta en lo profundo de mi ser-le respondi con cierta incomodidad y agregué-: Ademas, nunca espere escuchar algo similar viniendo de usted...
Se quedó muy pensativo algunos segundos y continuó con su disertación existencial.
En esta etapa de mi vida, lo único que hago es pensar en que demonios hago en este mundo. En que podria resultar verdaderamente útil a mi mismo y a mis semejantes. Me la paso dándole vueltas una y otra vez al mismo punto. Y como le digo, no hay segundas oportunidades, aunque otros sostengan lo contrario y con ello traten de atenuar sus desgracias y aburrimientos.
-Trato de comprenderlo-agregué.
-Por más que pienso, no hallo respuesta. Las cosas que antes me daban placer, ya no me entretienen. Ya no hago Yoga por ejemplo, ni salgo de compras. hasta me da flojera bajarme de la cama. Ni siquiera tengo apetito. Todo lo que deseo es quedarme quieto, quieto y dejo que mi mente vague por donde le plazca. Quiero olvidar todo. Empezar una vida desde cero-hizo una breve pausa en su perorata y continuo.
-Sin embargo, existe algo fijo, muy fijo en mi, más que lo que le vengo diciéndo y eso es lo único que con demasiada frecuencia visita a mi mente a últimas fechas: La masacre de aquel pueblo a manos del ejército y la poíicia, cuando me enviaron como médico a cumplir con mi servicio social!!
-Con cuanta intensidad le vienen esas escenas?- le inquirí.
-Como si las estuviera volviendo a presenciar...
Yo escuchaba en silencio. Sus palabras empezaron a sonar con tonos muy realistas. Aspiro lenta y profundamente el aire y luego lo dejo salir súbitamente expulsándolo todo.
-Esas malditas imagines no dejan de acudir a mi cabeza-casi lo gritaba- No consigo alejarlas, creo que ya se han convertido en un síntoma grave en mi.
Debe haber sido muy grave y doloroso lo que este médico presencio- pensé- luego lo imagine internado en un hospital psiquiatrico mientras hablaba. Le costaba trabajo respirar y se tocaba con sus manos el pecho, dando la impresion de que el Corazón se le podría parar en cualquier momento.
-Un tema preocupante, es que cuanto más me visitan esas escenas, donde la gente corría y no podían ponerse a salvo de las balas que les lanzaban con sus fusiles las fuerzas represoras. Yo observaba todo con total despreocupacion, incluso podría afirmarlo ahora, con cierta indiferencia. Fui sorprendido como todos esos masacrados. Actuaba como robot al atender a tanto herido. Fue después de varias horas que pude dimensionar lo sucedído, sobre todo cuando mire mis ropas ensangrentadas. Era el médico de esa comunidad campesina. No acababa de entender mis sentimientos. Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, a plena luz del día. Pareciera que confundí la realidad con una pelicula.Tengo la sensacion de que algo tiene atados mis sentimientos: Una cuerda llena de nudos que ningún cuchillo ni unas Tijeras, serian capaces de cortarla, sin que se corriera el riesgo de no dejar nada de utilidad. Son síntomas muy graves. Son otro tipo de sentimientos, nuevos para mí. Ese soy ahora, así me siento. Me angustia pensar que demonios voy a hacer si estas sensaciones van en aumento. Eso me espanta mucho!!!
Permanecí en silencio unos segundos, mientras contemplaba lo agitado de su respiración.
-Si, trato de comprenderlo-finalmente dije-. Pero la verdad, no se me ocurria una respuesta más sustanciosa.
-Que puedo hacer, médico? Lo que usted tiene lo hace incapaz de controlar esos sentimientos. Por lo que narra, se siente manipulado por una fuerza irracional que oculta una gran culpa y todo eso lo tiene sumído en una fuerte depresión-y agregué-: Esas escenas de tragedia lo hacen vivir cosas horrendas, le han modificado su percepción de la vida, al parecer se quedó usted instalado allá. Son episodios vitales fuera de lo normal y corriente, todo su interior esta repleto de situaciones anómalas y extrañas. Se le revolvio todo ahí dentro-le señale la cabeza.
Cruzado de brazos el médico reflexionó sobre lo que acababa de decirle. Algo no le convencía. Terminamos de beber nuestras cervezas y cuando nos disponiamos a marcharnos, me hizo una confesión:
-Sabe, siento una gran rabia. Una rabia grande hacia todo y hacia todos. Es una rabia, tan intensa como jamás nunca había experimentado. Suena absurdo, pero me importaría poco matar a cualquier politico que tuviera enfrente de mi- el tono de su voz era suave, no coincidia con lo que debería de expresar en verdad-. Hasta ahora, he logrado controlarme. Pero puede ser que llegue el día que sea incapáz de aplacar esa rabia. Y quizás acabe haciéndole daño de verdad a alguien o a mi mismo...
No recuerdo que fue lo que le conteste. Pagamos la cuenta, salimos del local y nos despedímos. Se subió a un taxi y esa fue la última vez que vi al médico.
En la ciudad se empezaba a sentir con gran intensidad el calor del verano. La gente iba y venía como en toda gran metrópoli. La contaminación atmosférica s encontraba en todo su apogeo. Los autos transitaban a vuelta de rueda por el circuíto interior: Un verano más en la gran capital... A Partir de entonces, la vida transcurrió de manera común y corriente, como de costumbre, sin nada extraordinario o ajeno al sentido común. Los escenarios eran muy parecídos a los de siempre Pasados dos meses, un día leí en un periódico citadino: " Se suicida médico en departamento de la Colonia Condesa".
Solté un hondo suspiro.
-Que triste! Nunca lo olvidare...
Desde luego, que no habrá forma de saber en que pensaba, cuáles serían sus últimos pensamientos en el filo final de su muerte, esa que él mismo escogió. Todo me dejaba lleno de interrogantes. Muchas veces resulta sencillo censurar a los suicidas, pero en esta ocasión mis sentimientos son de una gran pena y de inmensa molestia, los espejismos anodinos, muchas veces empujan a la gente hacia la muerte, pero en el caso del médico las artimañas eran inexistentes, padecía de mucha rabia y provenía de un suceso real. Quizo comunicármela. Pero no la pudo externar con toda la intensidad necesaria, eso fue lo que lo empujo a la muerte. Tengo esa horrible sensación: Lo destruyó la gran rabia!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario