Ya no somos el tonto del pitencantròpo del pleistoceno. Nunca lo fuìmos. Y los descubrimientos antropològicos màs recientes señalan que somos màs antiguos que los 20 ò 30 mil años que la ciencia reconocìa apenas hace unas dècadas.
Al parecer, los seres inteligentes han existido hace no cientos de años, sino cientos de miles de años. En ese transcurrir del tiempo, es muy posible que nos hayan sucedìdo muchas cosas, sin que por ello hayamos alcanzado a ser la civilizaciòn que somos. No parece lògico haber estado sin movernos una gran cantidad de años, de los cuales aùn no se tiene registro por falta de exploracòn del subsuelo o de los hielos de los polos y de un de repente, asì nada màs porque sì, empezar a caminar y dejar rastro.
Es un hecho -ahora ya lo sabemos, gracias a los adelantos de la fìsica moderna-, que estamos hechos de brincos, saltos y caìdas. La humanidad, en millones de años (no cienes o miles de años), ha completado seguramente varios cìclos. Dentro de ellos, se alcanza cierto nivel de avance en muchos aspectos, para luego caer en picada y volver a comenzar desde cero otro cìclo con enfoques diferentes. No existe nada en el mundo que pudiese señalar lo contrario o que pudiese impedir que se cumpla con esas exigencias: Las culturas màs sobresalientes, los imperios, los paìses, los animales y hasta nosotros mismos en nuestras propias personas, nacemos, crecemos, nos juntamos, nos reproducimos, alcanzamos nuestro màximo desarrollo, morimos y trascendemos, para volver a empezar con genèticas diferenciadas. Asì es la existencia de cìclica en èste planeta.
Por supuesto, que no faltarìa quièn nos dijera que todo es una especulaciòn, tanto el cuento de los 30 ò 50 mil años de existencia, como el de los millones de presencia terrena. Pero algo seguro si existe en todo esto, las mismas motivaciones o los mismos sentimientos, estuvieron presentes en el impulso de tratar de ser mejores y avanzar, ya haya sìdo hace 30 mil años o millones de años atràs. Dice Kant: " somos poseedores de un conocimiento que no nos llega a travès de los sentidos, sino que es independiente de toda experiencia sensible, es el conocimiento que nos pertenece por naturaleza humana"...Somos todos los muertos y seremos todos los vivos!!! Es decir, somos la especie humana.
En este mundo, no somos los primeros màs destacados, inteligentes y hàbiles, para nada. Lo que sucede es que no hemos encontrado restos suficientes de culturas antecesoras y ademàs, lo encontrado hasta hoy, por ejemplo en Egipto, en Yucatàn con los Mayas, en Teotihuacan en el Valle de Mèxico o con los Incas del Perù, no lo hemos sabido descifrar o interpretar. Y luego los hallazgos, no los hemos admitido del todo, o no hemos querido aceptarlos como lo que en verdad son. Pero es un hecho, que ni somos los primeros destacados, como tampoco seremos los ùltimos.
En este cìclo, estamos arribando al tiempo de la confusiòn, al tiempo de los profesionales del engaño, al tiempo del paraìso tecnològico de los mistificadores. Los falsos ayudadores, salvadores de la humanidad, proliferan por todas partes. Sus banderas ondean por todos los espacios y rincones del planeta. Han sìdo tantas las mentiras y las falsedades en que hemos sustentado nuestra civilizaciòn que nunca como ahora existen miles de falsos lìderes que intentan sacar adelante a una humanidad perdida e insatisfecha de sì misma. Estamos edificados en falsos cimientos y tendemos a basarnos en opiniones ajenas, cuando muchos estùpidos-idiotas, son los que opinan o informan,cuando no saben de lo que estàn hablando y entonces los demàs, corren el riesgo y el gravìsimo error de hacer eco de opiniones y juicios que carecen de la informaciòn necesaria. Esos imbeciles a los que se les cree y sigue, en verdad, no saben de que cosas estàn hablando.
Por supuesto, que es preciso creer en algo y cuanto antes mejor, es urgente. Pero cuidado con lo absurdo y disparatado por muy bien presentado que se nos ofrezca, porque corremos el gravìsimo riesgo de estar construyendo algo aberrante en honor de nuestra ya inmensa miseria.
Hay que aceptar que hemos convertido nuestro planeta en un lugar de tercera categoria y que por nuestras venas circula la locura. La gran mayorìa, hacen fintas, simulan que entienden, pero la verdad, es que nadie entiende nada. Todo esta fundamentado en hipòtesis y conjeturas. Lo que ayer era importante y digno de sacrificio, ahora es objeto de burla, despreciado y arrinconado. Hemos perdìdo nuestras raices, nuestras bases de conocimiento. Ahora cualquier cosa aberrante o extraña o absurda, encuentra seguidores y donadores.
¿Es que no hay nada que entender?
Primero, que como civilizaciòn, estamos como flotando en el aire, porque el piso ya no existe en realidad. Nos encontramos como brincando de piedra en piedra, de roca en roca, en un torrente de agua que no conduce a ningùn mar. Estamos perdìdos en un lago de charcos interminables que jamàs se dirigiràn hacia la grandeza del oceàno.
En segundo lugar, que LOS TERRICOLAS, HEMOS PERDIDO LA FE EN LAS HADAS, EN LOS DUENDES DE LAS CUEVAS, EN EL ESPIRITU DEL VIENTO, EN LA VOZ DEL TRUENO, EN NUESTROS HERMANOS LOS ARBOLES, EN NUESTRAS HERMANAS LAS FLORES, EN EL COSMOS ENTERO, LLENO DE UNA SUSTANCIA PRIMIGENIA QUE TIENE MAS DE ESPIRITU QUE DE MATERIA.
Pero, ¿Què es el espìritu ?
Lo sublime de nuestra totalidad, es aquello que es contrario a la masa, a la materia, la cual no tiene fuerza propia para cambiar. El espìritu es energìa mutante, energìa con fuerza de cambio hacia lo supremo. El espìritu es la luz de una idealidad elevada y generosa, es el receptàculo de lo sublime traducido a finos sentimientos que nos hermanan y unen con la totalidad còsmica y universal. Es ni màs ni menos, que nuestra conexiòn directa con la inmensidad divina, instancia en la que pertenecemos a todos y todo nos pertenece.
Tenga el ser humano la antiguedad que tenga y digan lo que digan de èl, lo imprevisible siempre lo rodeara y no servirà de nada saber el fin de nuestro cìclo o de que existimos en un mundo degradado donde absolutamente todo, està elaborado en base a defectos: el agua que ingerimos, el aire que respiramos, los alimentos que comemos. Ya pronto la tierra se cansarà de nuestros constantes ataques y antes de que hayamos poblado todo de seres deformes o "perfectos " con facultades fìsicas mutadas por la magia del progreso, iremos desapareciendo poco a poco en un absurdo suicidio colectivo inconsciente como ya les ha sucedido a otras civilizaciones humanas anteriores. Siempre hemos sido la misma especie absurda y desorientada, por eso no encontramos el eslabòn perdido...Somos nosotros mismos!!!
Ah! el cierre de la inauguraciòn de los juegos olimpicos ingleses, no deberìa de haber sido Ey Jude, sino ALL YOU NEED IS LOVE!!!
Al parecer, los seres inteligentes han existido hace no cientos de años, sino cientos de miles de años. En ese transcurrir del tiempo, es muy posible que nos hayan sucedìdo muchas cosas, sin que por ello hayamos alcanzado a ser la civilizaciòn que somos. No parece lògico haber estado sin movernos una gran cantidad de años, de los cuales aùn no se tiene registro por falta de exploracòn del subsuelo o de los hielos de los polos y de un de repente, asì nada màs porque sì, empezar a caminar y dejar rastro.
Es un hecho -ahora ya lo sabemos, gracias a los adelantos de la fìsica moderna-, que estamos hechos de brincos, saltos y caìdas. La humanidad, en millones de años (no cienes o miles de años), ha completado seguramente varios cìclos. Dentro de ellos, se alcanza cierto nivel de avance en muchos aspectos, para luego caer en picada y volver a comenzar desde cero otro cìclo con enfoques diferentes. No existe nada en el mundo que pudiese señalar lo contrario o que pudiese impedir que se cumpla con esas exigencias: Las culturas màs sobresalientes, los imperios, los paìses, los animales y hasta nosotros mismos en nuestras propias personas, nacemos, crecemos, nos juntamos, nos reproducimos, alcanzamos nuestro màximo desarrollo, morimos y trascendemos, para volver a empezar con genèticas diferenciadas. Asì es la existencia de cìclica en èste planeta.
Por supuesto, que no faltarìa quièn nos dijera que todo es una especulaciòn, tanto el cuento de los 30 ò 50 mil años de existencia, como el de los millones de presencia terrena. Pero algo seguro si existe en todo esto, las mismas motivaciones o los mismos sentimientos, estuvieron presentes en el impulso de tratar de ser mejores y avanzar, ya haya sìdo hace 30 mil años o millones de años atràs. Dice Kant: " somos poseedores de un conocimiento que no nos llega a travès de los sentidos, sino que es independiente de toda experiencia sensible, es el conocimiento que nos pertenece por naturaleza humana"...Somos todos los muertos y seremos todos los vivos!!! Es decir, somos la especie humana.
En este mundo, no somos los primeros màs destacados, inteligentes y hàbiles, para nada. Lo que sucede es que no hemos encontrado restos suficientes de culturas antecesoras y ademàs, lo encontrado hasta hoy, por ejemplo en Egipto, en Yucatàn con los Mayas, en Teotihuacan en el Valle de Mèxico o con los Incas del Perù, no lo hemos sabido descifrar o interpretar. Y luego los hallazgos, no los hemos admitido del todo, o no hemos querido aceptarlos como lo que en verdad son. Pero es un hecho, que ni somos los primeros destacados, como tampoco seremos los ùltimos.
En este cìclo, estamos arribando al tiempo de la confusiòn, al tiempo de los profesionales del engaño, al tiempo del paraìso tecnològico de los mistificadores. Los falsos ayudadores, salvadores de la humanidad, proliferan por todas partes. Sus banderas ondean por todos los espacios y rincones del planeta. Han sìdo tantas las mentiras y las falsedades en que hemos sustentado nuestra civilizaciòn que nunca como ahora existen miles de falsos lìderes que intentan sacar adelante a una humanidad perdida e insatisfecha de sì misma. Estamos edificados en falsos cimientos y tendemos a basarnos en opiniones ajenas, cuando muchos estùpidos-idiotas, son los que opinan o informan,cuando no saben de lo que estàn hablando y entonces los demàs, corren el riesgo y el gravìsimo error de hacer eco de opiniones y juicios que carecen de la informaciòn necesaria. Esos imbeciles a los que se les cree y sigue, en verdad, no saben de que cosas estàn hablando.
Por supuesto, que es preciso creer en algo y cuanto antes mejor, es urgente. Pero cuidado con lo absurdo y disparatado por muy bien presentado que se nos ofrezca, porque corremos el gravìsimo riesgo de estar construyendo algo aberrante en honor de nuestra ya inmensa miseria.
Hay que aceptar que hemos convertido nuestro planeta en un lugar de tercera categoria y que por nuestras venas circula la locura. La gran mayorìa, hacen fintas, simulan que entienden, pero la verdad, es que nadie entiende nada. Todo esta fundamentado en hipòtesis y conjeturas. Lo que ayer era importante y digno de sacrificio, ahora es objeto de burla, despreciado y arrinconado. Hemos perdìdo nuestras raices, nuestras bases de conocimiento. Ahora cualquier cosa aberrante o extraña o absurda, encuentra seguidores y donadores.
¿Es que no hay nada que entender?
Primero, que como civilizaciòn, estamos como flotando en el aire, porque el piso ya no existe en realidad. Nos encontramos como brincando de piedra en piedra, de roca en roca, en un torrente de agua que no conduce a ningùn mar. Estamos perdìdos en un lago de charcos interminables que jamàs se dirigiràn hacia la grandeza del oceàno.
En segundo lugar, que LOS TERRICOLAS, HEMOS PERDIDO LA FE EN LAS HADAS, EN LOS DUENDES DE LAS CUEVAS, EN EL ESPIRITU DEL VIENTO, EN LA VOZ DEL TRUENO, EN NUESTROS HERMANOS LOS ARBOLES, EN NUESTRAS HERMANAS LAS FLORES, EN EL COSMOS ENTERO, LLENO DE UNA SUSTANCIA PRIMIGENIA QUE TIENE MAS DE ESPIRITU QUE DE MATERIA.
Pero, ¿Què es el espìritu ?
Lo sublime de nuestra totalidad, es aquello que es contrario a la masa, a la materia, la cual no tiene fuerza propia para cambiar. El espìritu es energìa mutante, energìa con fuerza de cambio hacia lo supremo. El espìritu es la luz de una idealidad elevada y generosa, es el receptàculo de lo sublime traducido a finos sentimientos que nos hermanan y unen con la totalidad còsmica y universal. Es ni màs ni menos, que nuestra conexiòn directa con la inmensidad divina, instancia en la que pertenecemos a todos y todo nos pertenece.
Tenga el ser humano la antiguedad que tenga y digan lo que digan de èl, lo imprevisible siempre lo rodeara y no servirà de nada saber el fin de nuestro cìclo o de que existimos en un mundo degradado donde absolutamente todo, està elaborado en base a defectos: el agua que ingerimos, el aire que respiramos, los alimentos que comemos. Ya pronto la tierra se cansarà de nuestros constantes ataques y antes de que hayamos poblado todo de seres deformes o "perfectos " con facultades fìsicas mutadas por la magia del progreso, iremos desapareciendo poco a poco en un absurdo suicidio colectivo inconsciente como ya les ha sucedido a otras civilizaciones humanas anteriores. Siempre hemos sido la misma especie absurda y desorientada, por eso no encontramos el eslabòn perdido...Somos nosotros mismos!!!
Ah! el cierre de la inauguraciòn de los juegos olimpicos ingleses, no deberìa de haber sido Ey Jude, sino ALL YOU NEED IS LOVE!!!
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