lunes, 10 de octubre de 2016

¿Y LAS RESPUESTAS?

Desear encontrarle lògica explicativa al mundo en que nos ha tocado estar, equivaldrìa a tratar de hallar una aguja en un inmenso pajar...Y eso, no necesariamente querrìa decir que no la tuviera del todo, sino que màs bien, que los que se han dedicado a ubicar el ir y venir en ella, han tratado de encontrar un procedimiento coherente en una vida de muchos altibajos y sorpresas que incluye hasta lo màs inverosimil e increiblemente inimaginable. Pese a todo, continuamos con la necedad de que representamos a los reyes de la creaciòn misma en el universo existente...La verdad, es que no existe lògica alguna en la vida, ni hay nada que se le asemeje como tal: Existe, si, un basto universo sumergido en un gran oceàno de infinitas variables, solamente probabilìsticas y nada màs...
Hasta donde tenemos informaciòn, nosotros mismos, todos, somos producto de la apariciòn de una probabilidad como muchas otras existentes en un infinito en  eterna expansiòn repleto de sorpresas unas visibles y otras muy poco; somos unas simples càscaras de nuez flotando sobre mares de materia energètica oscura, yendo a la deriva. Aceptar ese hecho, quizàs nos pudiera conducir a un sentimiento de orfandad, de desprotecciòn, de indefensiòn, ante un espacio repleto de materia negra, desconocido, instalado siempre en la incertidumbre y lo azaroso e incontrolable...
Ese vaivèn còsmico, quizàs,  tambièn vendrìa a acentuar nuestro sentimiento de insignificancia e intranscendencia, ante nuestro muy particular invento del factor tiempo que todo lo devora y aniquila: su trànsito fomenta el olvido, su transitar y discurrir nos obliga al desgaste que nos impide lo permanente y eterno: Somos seres finitos, seres limitados, expuestos a prohibiciones e imposibles, somos seres sujetos al continuo y constante cambio que exige y reclama adapataciòn, comprensiòn y soluciòn: Seres lumìnicos cuya energìa corpòrea y orgànica decrece a cada instante, a cada minuto a cada segundo. La inmortalidad nos està impedida, cercada, no nos la merecemos, muy poco sabrìamos que hacer con ella y con ella, nuestros logros actuales serìan muy poca cosa, tremendamente poco significativos y utiles; requerirìamos de otras estructuras para colmar de sentidos nuestras precarias e insustanciales existencias que ahora apenas si podemos analizar, comprender, enfrentar y  mediocremente resolver...
Una vida inmortal, modificarìa todo desde la raiz, de tajo, nuestros penosos peregrinajes poco valdrìan la pena: Por lo que ahora luchamos con tanto ahìnco, por nuestros sueños imposibles, por hazañas osadas para alumbrar un mundo mejor, a nadie le importarìa, ni siquiera valdrìa la pena, estarìamos expuestos al aburrimiento  al tedio, a la total desidia. Quizàs instalados en una actividad meditativa eterna, buena para nada, en espera de nada, instalados en la contemplaciòn de lo que habrìa en algùn momento de hastiarnos, de agotarnos, a sabiendas de que nuestra eterna e implacable compañera gelida, jamàs se podrìa hacer presente.
Nuestras vidas serìan muy similares a la que llevan los zombies: seres casi fantasmagòricos a quienes muy pocas cosas parecieran importarles. Serìa un mundo instalado en otro ritmo, en una frecuencia distinta: Se tratarìa de un mundo que habrìa que estar haciendo y rehaciendo eternamente. Serìa un mundo de  autèntica pesadilla, donde nuestros valores no serìan tales, ni contarìan con el peso que tienen; serìa un mundo como el del Alicia en su tierra de drogas alucinògenas, la tierra del feliz no cumpleaños eterno...
¿Pero habrìa de ser necesario alcanzar la inmortalidad para establecerse en un mundo como el que imagino?  Quizàs un mundo carente de afectos, alejado de los sentimientos, de la amistad, porque todo puede esperar...¿ O ya estamos instalados en ese territorio sin ser necesariamente inmortales o haber alcanzado tecnològicamente la inmortalidad y ni siquiera nos hemos percatado de ello?
Desde hace mucho tiempo, operamos en la desesperaciòn, en el abandono, en las apariencias, en las mentiras, en la deshonestidad, en el cinìsmo, despojados de las caracterìsticas de nuestra especie humana que aùn debemos desarrollar, creyendo que todo algùn dìa mejorarà por ser quiènes somos, los reyes de la  segunda creaciòn, cuando casì todo apunta y señala hacia todo lo contrario...
Hemos arribado al momento en que todo se modificò, todo cambiò y las promesas de ser otros, solventes, autosuficientes, seres realizados, eficaces , capaces, jamàs lo alcanzamos ni lo logramos: Vivimos  como los gran derrotados, los que huyen de todo, los que buscan albergue y protecciòn en donde màs los han explotado, pensando que ese lugar les brindarà cobijo y protecciòn eterna...¿Y despuès? ¿Estamos en la antesala de la claudicaciòn? ¿ Ya no hay hacia adònde? ¿ El cambio se diò y no pudimos percatarnos de ello? ¿ Es que los perros dejaron de ladrar porque ya nadie avanza? ¿ El sueño imposible se extingiò? ¿ Y la Dulcinea ?
Muchas preguntas ¿y las respuestas???

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