martes, 27 de septiembre de 2016

LA INMORTAL


El pequeño pueblo, estaba cubierto por una densa neblina nocturna. Eran cinco minutos para la media noche. Las nubes bajaban heladas por los costados de una muy húmeda e inmensa montaña. La calle principal apenas dejaba ver su empedrado, haciendo inútil el débil resplandor de una vieja lámpara de aceite, sobreviviente del tiempo de la colonia. Ese pueblito, estaba olvidado por la gracia de Dios. Se decía que lo habitaban brujos y brujas que se disputaban la jerarquía de las fuerzas ocultas reinantes en las dimensiones ultraterrenas.
En una vieja cabaña, la màs alejada del centro, vivía una extraña mujer, de quien se contaban muchas cosas: Què si había matado a sus hijos y quemado a su esposo. Què poseìa una inmensa fortuna. Què en el manejo de las energìas ocultas nadie le ganaba... La verdad, si se trataba de una mujer muy extraña y rara, pero a ciencia cierta, nadie sabìa en que consistìa su gran secreto. Ella siempre aparecía acompañada de un Buho y un gato blanco. La gente decía que odiaba los colores oscuro, sobre todo el negro, porque según ella, el color negro atraía a la muerte. Sus vestimentas eran de ropa clara, portaba telas de colores vivos que la hacían ver joven y vistosa. Lo cual, también provocaba una gran envidia en las demás mujeres del pueblo. Pero los hombres, no se le acercaban, le temìan demasiado. Se creìa que quièn se atreviera a meterse con ella, le acabarìa chupando toda la sangre, dejándolo seco, arrugado y moribundo. Todos esos chismes, la condenaban a vivir una gran soledad, sòlo en compañía de sus dos pequeños animales, quiènes también manifestaban comportamientos muy extraños. Mucha gente afirmaba que ella los alimentaba con carne de muerto que les traìa de sus viajes a otras dimensiones, pero nadie estaba seguro de ello...
La campana del pueblo se hizo sonar y dieron las doce de la noche: El tiempo de los conjuros y los hechizos. Era el momento en que las brujas del lugar, se convertían en bolas de fuego y salìan de sus cuevas o de sus cabañas, rumbo a la montaña la cual recorrìan dando brìncos de un extremo al otro y de la tierra hasta las alturas. Daban la impresión de ser fuegos pirotécnicos de una fiesta local que pintan de colores el cielo. Pero la verdad, es que se trataba de un siniestro espectáculo del cual nadie daría crédito alguno: Era una noche de horror macabro. La gran bruja, no acostumbraba a salir a esas horas de la noche. La oscuridad le resultaba muy desagradable. Preferìa permanecer enclaustrada preparàndo brebajes y pòcimas en su viejo y oxidado caldero.
Esa noche, llegó al pueblo un viejo minero, tirando de su burro Un asno de color negro. Ambos salieron de la penumbra como lanzados desde el mismísimo infierno. Buscaban cobijo y donde protegerse de la gélida, nublada e inclemente noche. El minero y su acompañante, iban tocando de cabaña en cabaña y nadie les respondìa. Al fin, tocaron en la vivienda de la bruja varias veces y esta desde dentro les dijo:
-Què desean sus mercedes?
-Cobijo, buena mujer- contestò el minero.
-No tengo espacio, además te acompaña un burro negro y yo odio el color negro.
-Permìtenos acampar aquí en tu patio trasero-dijo apresurado el minero.
Esta bien-contestò malhumorada-, pero no hagan mucho ruido y alèjense de la puerta lo màs que puedan.
El burro de repente rebuznò tres veces muy fuerte. La bruja lo observaba atentamente desde una rendija. La neblina se disipò de inmediato, como por arte de magia. La luna llena empezó a clarificar el oscuro ambiente con su gran esplendor. Pero su color, en cuestión de segundos, empezó a tornarse rojizo, se trataba de la luna de sangre que anuncia tragedias. El pueblo, crujìa y volvió poco a poco a la penumbra, sòlo que està vez haciendo ver todo en otra dimensión como con sombras de fuego por todas partes. La bruja se inquietò lo suficiente y abrió la puerta para presenciar el extraño espectáculo y fue en ese preciso momento que el burro arremetió contra ella, asestándole unas fuertes patadas con sus patas traseras en su vientre. Era un burro impregnado de magia. La bruja callò de nalgas al piso, perdiendo completamente el aliento, Se desvaneció. Su rostro parecía de cera, blanco, blanco, como la base de maquillaje que usan los payasos cuando se pintarrajean la cara. De repente, salió de su boca un sapo del tamaño de un pollo. Estaba vestido como Rey, con su corona y su capa. El burro ni tardo ni perezoso le propinò también, otras certeras y mortíferas patadas y lo mando a estamparse dentro de la chimenea, a un costado del caldero de la bruja. De inmediato se rostizò. El minero dijo unas palabras mágicas en una extraña lengua nativa de aquella región y el burro mágico cobrò forma humana. Se trataba de un poderoso brujo que al fin pudo vencer a la terrorífica y malvada bruja, aniquilándola con sus tremendas y certeras patadas. La madrugada continuaba cayendo, la luna de sangre reinaba en el firmamento, el clima había mejorado considerablemente y el minero y el brujo, empezaron a darse un gran festin con el sapo rostizado. Los desperdicios se los dieron a comer al búho y al gato blanco, quienes de inmediato, al irse devorando las sobras, daban mágicamente lugar al resurgimiento de la bruja que con gran rapidez, los contra atacò, destasàndolos con sus propias manos y metiéndolos a pedazos a la gran cacerola que hervía como en espera de sus restos.
-Ya està aquí su gran alimento, queridos amores mìos!!!- les decia la hechicera muy complaciente...
En verdad, sus dos animalitos, guardaban celosos el alma de la bruja y la volvían a la vida, cada vez que algún competidor atentaba contra su inmenso poder; un gran poder que hacia de la bruja, un ser invencible y una mujer inmortal!!!

viernes, 23 de septiembre de 2016

EL BOTE DE BASURA

En la ciudad donde vivo, ni por asomo existe algo llamado especialidad urbanìstica. Radico en Mèxico Lindo, mi Distrito Federal, ahora llamado distinguidamente CDMX.  Y que para los aztecas era ¨El Corazòn de la Tierra¨. Se trata de un lugar que creciò, despuès de 1521 a capricho de los Jefes de Gobierno y Presidentes de La Repùblica...Todos ellos no han sabido  nunca nada de trazos geomètricos, mucho menos de còmo se debe de  ir edificando una ciudad de manera correcta. Tampoco saben gran cosa sobre Democracia y es por eso que siempre imponen su voluntad por sobre la de los demàs teniendo la ciudad hecha un desgarriate total, conviviendo amontonados con una poblaciòn mayor a los veinte millones de habitantes, encimados y hechos mueganos todos. Los padrecitos de la iglesia dirìan: ¨ Hay que vivir como Dios manda, hijos¨ !!!
Mi hogar, se encuentra ubicado en el barrio de Coyoacàn ( lugar de Coyotes ), entre una callejuela angosta y  otra retorcida que van a desembocar a un hermoso y frondoso parque donde los autos no transitan y que para dar con ella, es como hacer un test de inteligencia, casì nadie le da a la primera.
En alguna ocasiòn, no muy lejana en tiempo, una mujer se detuvo ante la puerta de mi casa. Vestìa una gabardina color arena, poco gruesa, insuficiente para el frìo de aquella tarde invernal. Reforzaba la insuficiencia de su abrigo, con una boina que le protegìa la cabeza y portaba una bufanda para calentarse el cuello. Su bufanda era de un tamaño sùper familiar: Larga, de esas de confecciòn casera, tan larga que de un sòlo enrroscamiento podrìa abarcar varios pescuezos  de una familia al mismo tiempo. En su mano derecha portaba una maleta de tamaño mediano, hecha de vinil, tratando de imitar piel autèntica. El personaje de mujer esa,  porque era toda una autèntica ficciòn, contemplaba detenidamente la puerta de mi casa, su actitud era de esos seres que  buscan pero que desconocen como accesar al timbre. La expresiòn de su cara, era tiràndole a una idiota forastera que trata de encontrar señales ante una puerta que ni es la que pretende y que ademàs obviamente, no tiene timbre. Yo la espiaba por detràs de las cortinas de la ventana y me decia para mis adentros:¡Què fastidio, otra pinche vendedora!!!
Sorpresivamente, abrì la puerta con toda la intenciòn de fastidiarla y a quemarropa muy firme y con voz recia y ronca, pero educadamente le dije:
-Buenas tardes, señora. ¿Le puedo servir en algo?
- Imbecil, ¿Esta usted loco?...Demonios, que susto me ha metido!- tomò aliento y recuperàndose un poco, agregò
-Y nada de señora, señorita, por favor!!!
No aguantaba la risa por dentro, los movimientos de mi panza me delataban, me tuve que meter la mano a la bolsa del pantalòn para desesperadamente sostenerme los calzones que se me bajaban hasta las ingles, la desconfigure todita, todita y eso me ecantò.
Con màs calma y bajàndole de tono a su voz, ratificò la mujer
-Señorita...
Estaba ya entrada en años y voluminosa. Claro que ella a como diera lugar, se esforzaba en disimularlo con una ridìculas luces muy vivaces entremetidas en los demàs pelos de su caballera y una sùper faja que le comprimìa el cuerpo, desde la parte alta del pecho, hasta el bajo vientre empalmàndose en sus gruesos muslos y muy anchas nalgas que quedaban atrapadas en una especie de cucurucho que la hacian ver como un animal sobrenatural muy similar a lo que podrìa ser una guajaolota grandota de dos pechugas, con un gran corpachòn, lista para ser  sabrosamente horneada...
-Le puedo servir en algo?-le repetì la pregunta.
-No! Por ahora, no- acomodàndose el busto sin ningùn recato, mismo que se le votaba por lo apretado de la faja- gracias. Me quedaron de recoger por aqui unos amigos y me llamò la atenciòn su vieja puerta, por eso me acerquè màs de la cuenta...
-Pues mire usted, no ha venido nadie todavìa. ¿No desearìa esperarlos aqui adentro de mi casa?
-Usted perdone. Pero despuès de lo que ha pasado, yo supongo...
-No suponga nada, mujer. Soy yo el que lo siente, no estuvo bien sorprenderla de ese modo-le expliquè sonrriendo. ¿Quiere hacer el favor de pasarse?
-Si, señor, muchas gracias. Ya me estaba cansando de estar parada.
Instalados en la sala, fumaban y bebian refresco de cola. No me voy a molestar en describir la estancia, pero ustedes ya se pueden imaginar en que condiciones se encontraba todo, en una casa de soltero de màs de cincuenta años de edad: lo peor de lo peor!!!
Ella balbuceo, pero se presentò
-Soy actriz-dijo muy segura-. Vengo a  la gran ciudad a trabajar en una obra teatral. Los crìticos dicen que tengo mucho talento.
Tratè de imaginarme a ese inmenso personaje pechugòn y nalgòn en el escenario. De inmediato me acorralò con una pregunta
-¿Es usted periodista o escritor?
-¿Por què lo dice usted?-tratè de ganar un poco de tiempo, mientras me reponìa de su intrèpida audacia.
-¿De izquierda o de derecha?
-Me parece que esta usted preguntàndome muchas cosas a la vez-le dije un poco incomodo. Y no quiero resultar grosero. Yo ni siquiera sè cuàl es su nombre.
-Me conocen como la Chuchis, asì me puede llamar tambièn...Y quizàs no me explico bien-se disculpò usando un tono de voz muy diferente-, pero su casa es un basurero, vive usted dentro de un bote de basura, hay cosas tiradas por todas partes y eso da la impresiòn de que no ve la realidad por lo que me dije,  bien podrìa ser todo un escritor o periodista que viven siempre en las nubes, instalados en un muladar.¿ No es asì ?
Me tenia atrapado, caracho!!!...
-Si, señorita. Asì es-pinche vieja gorda, me dije a mì mismo muy enojado, ya se desquitò bien ràpido la cabrona, pero me controlè.
-¿Què quiere que le diga? No me ha sido posible encontrar una buena sirvienta, honesta y honrrada como para dejarla entrar a levantar todo este tiradero.Le juro que en eso estoy. Lo digo porque es verdad, se lo aseguro-me sentia muy incomodo, queria gritar, correr, vengarme de esta actriz de carpa de segunda, de vodevil y cancàn de la calle
-Tranquilìcese, no es para tanto. No tiene porque justificar nada- la cìnica, denotaba un tremendo aire de superioridad y grandeza, la parte alta de su cuerpo se hinchaba como el pecho de un palomo en el ritual del cotejo, y digo palomo y no paloma, porque parecìa luchador de la triple A sin màscara.
-Fue tan sòlo un simple comentario...Pero yo me permitò insistir-volviò a la carga-, de veras, lìmpie bien todo, se puede enfermar respirando tanto polvo, imagìnese un ataque de asma, estando tan solitario, hasta cadàver podrìa quedar sin que nadie se diera cuenta-y agregò- Quiera Dios que no vaya a ser asì, pero el diablo es el diablo, uno nunca sabe...
-¡Ah, claro, claro!- Aparente tranquilidad y me le quedè viendo profundamente, deseaba encontrarle algo agradable al maldito demonio èste con apariencia de mujer que la vida me habia enviado a la mismisima puerta de mi casa y que ahora me estaba madreando feo y bonito en mi propia sala, de la forma màs sutil y estùpida que jamàs nadie me lo habìa hecho nunca. Por dentro estaba que sacaba chispas.
-Me las va a pagar esta recabroncita!!!- me dije muy envalentonado y empecè a urdir un plan, pero como tenìa mucha flojera, preferì repetir uno que ya habìa experimentado con otra chica, una de mis cumbres de vida pasional. Aquella de ojos como almendrados y orejas enormes proyectadas fuera de su cràneo como las del sùper ratòn o de papalote al estilo Dumbo. Esa mujer que me excitaba bastante, al grado de terminar siempre en tremendos movimientos carnales propios de la calentura juvenil. Claro era yo mucho màs joven y podrìamos decir hasta guapo.
-Ejem, ejem-carraspeo contenièndose la seudo actriz- usted perdone ¿ sigue ahì?
Me le quede viendo con ojos de tigre con problemas de tiroides.
-No se precipite, estaba tratando de recordar algo.
-Que gracioso, yo tambièn-dijo la histrionica Chuchis casì gruñendo y marcando excesivamente su expresiòn.Platicaba entusiasmadamente algo acerca del teatro gesticulando exageradamente. No le entendìa nada de lo que me trataba de decir.Le llenè  nuevamente su vaso de refresco y  puse cara de estar atento para disimular, pero continue recordando còmo fue que me topè con a aquella orejoncita sexi: Un dìa decidì salir a ligar. Me fui de ligòn al centro mismo de la ciudad. Era un dìa sin contaminaciòn. Medio dìa brillante con un tremendo y ardiente sol de primavera. La mujer a cazar, saliò de entre una selva de cuerpos en urgente carrera que parecìan màs bien una tribu desaforada con una fuerza inmensa, cuyos ojos apuntaban hacia otra ola de tamaño gigante de gente que corrìa en sentido contrario, nadie podrìa creer que se trataba de lo que un dìa fue la calle de Madero, pero en verdad asi era; ahora la cambiaron por un estùpido e imbecil pasaje peatonal atestado de gente sin escrùpulos que transitan empujàndose los unos a los otros la mayor parte del tiempo. Ella y yo, accidentalmente nos dimos un empujòn y ese empujoncito, una vez que nos disculpamos y nos presentamos, quien lo iba a decir, nos condujo màs tarde a darnos como unos cien besos y muchos abrazos sùper calenturientos hasta saciar mis màs bajos instintos, en un zaguan de la calle de 5 de Febrero, muy cerca de la Farmacia Paris. Todavìa tengo fresco en la mente, como si hubiese sido ayer, como primero acercàndome lentamente a ella, la aspire por mi nariz repetidas veces. Se dedicaba a dar clases de yoga y ese dìa venìa de impartir sus conocimientos. Estaba muy sudorosa, pero no me importò. Ella me dijo lo que pensaba de mi y yo le dije lo que pensaba de ella. Fue cuando la empuje dentro del zaguan, le jale el pelo, le mordì el pezcueso y la aprete fuertemente de su panza hacia mì. Quièn sabe còmo diablos, los dos fuìmos a dar al suelo. Fue algo ridìculo, pero a la vez muy circense, digno de ella  como maestra de yoga que era, caimos en caida libre dando la impresiòn de esos niños de circo chinos con sus muchas marometas repletas de flexibilidad. Pero como estabamos como locos, poco nos importò.Ya instalados en el suelo de manera forzada, nos dijimos muchas cosas bonitas. Yo la observaba atentamente. Ella tenia una boca hermosa, unas piernas muy bien formadas y unas nalgas exquisitas, bien desarrolladas y entonces un pendejo perro, empezò a husmearnos de manera reiterada. La temperatura nos descendiò a ambos y nos reincorporamos. Salimos de nueva cuenta a la calle, nos tomamos de la mano y nos fuimos caminando rumbo a la Catedral. Ahì, ante la gran sede de la fe mexica y a mano derecha el Palacio Nacional, nos soltamos de la mano, no sin antes mandarme una señal sexual con su dedo en mi palma, empujàndolo y retiràndolo, lo que a mi me prendiò de inmediato, plantàndole en su preciosa boca un tremendo y sonoro beso sùper cachondo. Despuès me tomò del brazo con gran firmeza y fuimos bajando las escaleras de la estaciòn del metro y cuando casì estabamos dentro, nos encontramos con un guey de frente, dicièndome que era el esposo de la yogui!!! No pues ni las manos pude meter. Me ha arremetido con una gran furia, un tremendo chingadazo que hasta vomite. Desconozco el tiempo que estuve fuera del mundo y cosa muy rara, el madrazo fue entre la boca, la nariz y la frente y a mi me dolìan mucho las tripas. Me subì al metro y me bajè en la estaciòn Hidalgo para trasladarme hacia Miguel Angel de Quevedo en Coyoacàn. La separaciòn de aquella chica fue muy dolorosa y tambièn muy ruda, pues si yo no la asaltè, al contrario la amè. Ese cabròn se pasò de lanza, carajo...A la instructora no la volvì a ver jamàs, todo sucediò en un abrir y cerrar de ojos con debut y despedida inmediata. Los chismosos del metro, me comentaron cuando aùn estaba todo apendejado, que saliò despavorida y se ocultò en la mismisima Catedral y el marido no la pudo encontrar.
-Oiga, señor, me marcho. Gracias por todo- al escuchar el tono de la Chuchis, regresè de mis recuerdos.
-Por què? ¡No por favor!- aparentè interès, si me las debe esta actriz de pelìcula  de quinta a la mexicana, me dije a mi mismo. Espere cinco minutitos màs, està muy interesante lo que me cuenta.
-¿Esta usted loco o què? Deje de contarle cosas hace media hora, cuando le vi la cara de estùpido que ponia, retorcièndosele todo el cuerpo. Hasta pensè que se podia estar tratando de un ataque epileptico-hizo una breve pausa- si se me hace que es usted periodista o escritor. Me marcho mi amigo-contuvo su gran sistema respiratorio que incluìa sus grandes y voluminosas chiches y soltò lo que ya se le atragantaba en su pezcueso-. Ah! no sea tan descortès con sus invitados y por favor, señor, lìmpie este cochinero, caramba!!!
-Usted perdone-intervine educadamente, escuche el abrir y cerrar de la puerta-. Para esos momentos ya estaba de nueva cuenta detràs de las cortinas de la ventana, solo,  odiàndome por ser  un anciano pellejudo y obsoleto, bapuleado ahora por esa infeliz gorda hermana de lucifer, salida del inframundo. Me sentia  como un militar disfrazado con uniforme de veterano de guerra de esos con sus mùltiples medallas falsas en el pecho, totalmente estupidizado sin poder emitir palabra alguna y que los usan mucho los gobiernos para darle seriedad a sus actos civicos...
-Por Dios, que pasòoooo. Me duelen las tripas como que quiero vomitar. ¿Dònde diablos està el bote de basura?

domingo, 18 de septiembre de 2016

EL CACIQUE

Recostado èl en un camastro, contemplaba pacientemente el bello y tranquilo mar del amanecer del pacìfico mexicano. Era uno màs, de los muchos caciques que controlan su paìs, disfrutando con su familia de unas dizque merecidas vacaciones: Las olas iban y venìan en la arena en un interminable vaivèn eterno, dejando a su paso una gran sabana de blanca espuma que volvia a ser borrada continuamente cada vez que el salino lìquido arribaba a la orilla de la playa. El astro rey rodeado de su colorido  anaranjado durazno, despuntaba lenta y apaciblemente en el horizonte y la vida en èste lado del planeta, resurgìa con todo su esplendor y magnitud : Un nuevo dìa acababa de nacer. Nuevas aventuras, inesperados y sorpresivos destinos, siempre en marcha a la par de la vida espontànea y fresca de los innumerables peregrinos aztecas quiènes pese a su voluntad, iràn en busca de su muerte al igual que la inmensa mayorìa de los seres y animales que habitan el mundanal ruido de las selvas asfàlticas citadinas y tambièn terregosas cubiertas de hierbas, plantas y musgos hùmedos...Animales humanos o animales racionales?.., a veces tan animales que ya a muchos se les nota bastante!!!
Toda la familia del cacique se divertìa en un campamento de esos de turistas donde se practica decentemente el campismo y todo està vigilado y debidamente controlado. Las casas de campaña no eran arriba de unas diez en total. Estaban instaladas, dizque espontàneamente, a la sombra de algunas raquìticas palmeras que tenìan al centro un charco de agua mismo que filtraba una tuberia desde el mar. Su diàmentro no iba màs allà de los siete metros y servìa màs que nada como un criadero de moscos ponsoñozos y fastidiosos que daban lata todo el dìa, ningùn tipo de repelente los alejaba. Claro que los turistas exploradores, llamaban decentemente a ese nido de infecciones, Oasis; y si que lo era, porque de no ser por lo cercano del mar, se podrìa pensar que se trataba de un desierto insalubre instalado en cualquier otra parte del mundo, donde las dunas de arena se repetìan y repetìan absurdamente  como una angustia de muerte, hasta confundirse de plano con el  inmenso horizonte. El lugar del  artificial campamento, no resultaba ser muy grande, se trataba de una especie de mancha de verdor instalada en la aridez de escasas cantidades de hierbajos resecos, incrustados uno sobre otro, universo de trabazones aisladas que nunca jamàs se juntarìan, insipida red de palos tiesos incrustados aqui y allà como si se tratarà de unos pocos pelos en un cràneo calvo al estilo koyak. Y esto que trato de describir, era todo lo que se veìa digno de ser mencionado de ese mentado campamento, que tambièn hacia las veces de trastienda, exgeraciòn y alteraciòn de gastos del cacique porque de lo que se trataba era de dar la apariencia de unas vacaciones baratas, que ocultaban a otras costosìsimas tan sòlo por las bebidas que a diario ingeria. El cacique fungìa al mismo tiempo- faltaba màs- como sìndico del ayuntamiento de su pueblo y ahì paraban todas las alteradas facturas. El resto del panorama de ese campamento-club disfrazado para gente pobre, y que se podìa ver a cientos de metros a la redonda era tan poco interesante que bien podrìa quedar resumido en muy pocas palabras: Pura pinche arena interminablemente imbecil!!!
Ese animal racional(?) que se la pasaba tomàndo y fumando, mientras todos los demàs se trataban de divertir, era parte de una gran familia de caciques mexicanos que abundan en la provincia. Son parte de cacicazgos de mucha malicia y a ùltimas fechas de mucha sangre y fuego, porque han pasado a formar parte de las filas de pandillas de  peligrosìsimos narcotraficantes que ya inhundan al paìs entero y lo obsceno se està convirtiendo en su autodestrucciòn: apuñalan a quien sea en pechos inocentes y dejan puñaladas con infinidad de erupciones de enormes cantidades de sangre. Todos esos caciques-narcos, estàn hechos al sigilio, al disimulo y a la trampa ¡Ay Dios, que les has enviado a sus manos: Vaguedades, vanidades y verdades ñoñas! Horrible, verdaderamente muy horrible...
Los hijos y la madre, esposa de èl, lo convencieron de pasar unos dìas en ese lugar veraniego a la orilla de la playa. Por supuesto que el cacique, a la vez que sòlo se la pasaba contemplando el mar desde temprana hora, sudando a borbotones, tambièn desde temprana hora, era abastecido por su regordeta y ballenezca mujer para tratar de tenerlo en paz: Què papitas, què palomitas, què cacahuates enchilados, mucho refresco de cola, pero eso sì, a diferencia de todos los demàs, con mucho ron Torres, hasta desbordar, sin dejar de faltar los refrescantes hielitos cuberos, para sus interminables, sabrosas y eternas cubas libres...La familia ya llevaba en ese infernal ritmo de libertinaje caciquil y paterno, màs de ocho dìas. De repente y sin que nadie lo percibiera, se incorporò con su grande y obesa figura del camastro y dijo:
-Todos me han... perjudicado- y cayò con su casì media tonelada de peso sobre la arena, hacièndose astillas todas la hilera de costillas del lado drecho...Los chamacos correteaban alrededor del charco artificial y su madre volteada de espaldas, se enguìa un tremendo perro caliente con mucha mostaza y catsup hasta el desborde. Nadie lo extrañò, sòlo se escuchaba el zumbar de las moscas. Moscas gigantescas, panteoneras que le entraban y salìan por la trompa enterrada entre la tierra y un pedazo de toalla que colgaba de un alambre de pùas y espinas de unos hierbajos cercanos. Al cacique lo apelmazaba el calor y un lìquido como agua àcida que le escurrìa por la frente, le picaba los ojos, las axilas y las corvas. Sus ingles estaban empapadas en sudor, el pito lo tenìa invadido de hormigas coloradas. Lloraba como un niño, o màs bien como un loco que recibe una noticia de algùn accidente o de muerte. Los rayos del sol, parecìan cuchillos delgados que arremetìan a cada instante contra la piel de su mantecosa y regordeta cara...De pronto, empezò a toser, toser, toser y toser, hasta casì reventàrsele la cara y llenarse de mocos y gargajos, empezando por fin a gritar pidièndo auxilio, gritando de dolor a cada nuevo tosido que ahora iba acompañado de estornudos grandiosos, al que seguìa otro y otro tosido y luego un estornudo y otro y otro y otro tosido, una escandalera verdaderamente espantosa y estùpida en la que al hijo de la chingada, mierdero, alguien debiera darle con un martillo en la cabeza y mandarlo a chingar a su madre, infeliz borracho pestilente y no que fuera a recibir beneficios mèdicos de primera, con cargo al erarario pùblico...Despuès de todos los esfuerzos mèdicos, el cacique invencible, muriò tosiendo y estornudando, de una puta tos y su corazòn ya no resistiò màs resoplidos, infladas y desinfladas, ya jamàs pudo respirar...
Moraleja: No le hagan al cacique y manden a la tiznada al borracho tòxico y pestilente que traen dentro!!! jajjajajaa


sábado, 10 de septiembre de 2016

ULTIMOS DESEOS

A su fallecimiento, el cadàver deberà ser envuelto en una manta gruesa, como lo hacen en los barcos los marinos. El peso serà suficiente para hundirse casì de inmediato y se le arrojarà al fondo del oceàno. Antes, se alquilarà una embarcaciòn de buen tamaño, donde se trasladaràn los amigos que deseen acompañar al cuerpo. Se les atenderà a todos con las mejores viandas, vinos y la mejor mùsica que gustò en vida el difunto. Toda esta ceremonia se llevarà a cabo en Puerto Escondido, Oaxaca, un dìa despuès del deceso...
Esas  fueron algunas de las claùsulas del testamento pùblico que dejò Julian Campesino a un notario de la Capital de la Repùblica Mexicana en el año de 1974...
Horas antes de morir en la sala de la casa de Julian.
Suena el telèfono. Descuelga.
-Sì, diga.
- ¿El señor Julian Campesino?
-Asì es. Dìgame¿Quièn le habla?
-Del servicio funerario...
-¿ Què desea?
-Sr Julian, que nos aclarè algo...
-Si todo està muy claro, carajo!!!
-¿Ordenò usted que lo envolvièramos en una lona como si fuera un taco?
-Mire, recabròn, no se haga el chsitoso eh, sì eeeeeh...-Julian se voltea ansioso buscando un cenicero. El cuarto desde donde contestò el telèfono, està totalmente en desorden: libros tirados por todas partes. Un escritorio lleno de papeles. Montañas de colillas de cigarros. Envases vacìos de botellas de aguardiente en muchos sitios del enmaderado piso y polvo sobre todos los muebles. Conteniendo la respiraciòn, retoma el auricular, no sin antes botar muy lejos un libro que le estorba la mano. Arrebata del escritorio un cuaderno de notas al que le hecha un vistazo.
-Mire usted ¿ Està ahì?
-Sì, don Julian, aqui estoy. Lo escucho.
-Bien, las cosas hàganlas asì -se despeja la garganta arrojando al piso un gargajo-: Compren una lona de la mejor clase, muy fuerte para que el agua no penetre. La quiero color verde botella como esas de sidra; no muy oscura, tirando màs bien a que transparente. Me amarran bien fuerte, no flojo, porque luego los mecates se sueltan. Me envuelven y colocan a los lados piedras y fierros para hundirme muy profundamente, bastante bien hundido. Tienen que alquilar una embarcaciòn grande-Se queda pensando unos instantes- Con su jefe o algùn otro empleado, ya hablè del vino y las bebidas y toda la mùsica para los invitados. En el barco, irà un mariachi y un trìo. Es mi voluntad que todos beban y se emborrachen bien borrachos, que queden todos bien pedos. Ya en el centro de la Bahìa, me sacan a cubierta, se hace un brindis y me avientan al mar y al caer al agua, todos chocan sus copas y botellas y gritan: ¡ Hasta que te largaste hijo de la chingada!..Espero que todos se rian y canten las de Alfredo Jimenez y el Juanga. No quiero que nadie llore, quiero que todos estèn de muy buen humor, sobre todo ahora que estoy tan cerca de la ¨Mierdera Meta¨ y que las cosas me salieron tan bien-se hace un corto silencio y el empleado de la funeraria lo escucha sonrreir-. Todos se la pasaràn bebiendo, comiendo y disfrutando de la mùsica y del hermoso mar oaxaqueño, hasta el otro dìa que regresaràn al puerto-Se queda pensando unos instantes alzando la cabeza, mirando las nubes por la ventana de su cuarto que pasan bajas y a buena velocidad- Y yo serè muy feliz viviendo  mecido eternamente en el mar...
-Entendido, don Julian...Ahì pasamos por usted...
La voz del viejo se fue apagando, se escuchò un tronido y luego un largo zumbido en el auricular...

lunes, 5 de septiembre de 2016

SUPONIENDO

La magia de los conocimientos cientìficos, cada dìa han logrado una mucha mayor aceptaciòn que lo se aceptaron de ellos antaño o lo que se aceptò de la ciencia en otros tiempos: Los conocimientos provenìan màs que de otras fuentes, de la misma religiòn que todo lo dominaba vìa sus mitos y leyendas. De todas maneras al paso del tiempo, y de manera inevitable, los avances informativos dejaron de pertenecer en exclusiva a ciertos dominios o preferencias, sobre todo al territorio de lo religioso...
En la època actual, vivimos una gran avalancha de informaciòn al grado de que resulta imposible, estar al tanto de todo lo que acontece en el planeta y que conste que la modernidad y sus hallazgos, han acortado las distancias y los tiempos que facilitan la interacciòn y el intercambio comunicativo entre los seres de manera muy significativa...Ahora, el reto consiste en saber discrimar que es ùtil y que no lo es tanto o què consultar y que dejar pasar de largo, para dejar de lado el tormento de la exigencia del tiempo y sus presiones: Es tanto lo que hay que consultar y leer, que se requerirìan varias vidas para siquiera, resultar conocedor, aunque fuera ligeramente, de algùn tema o temas de preferencia.
Los seres humanos,vivimos en una dimensiòn sumamente limitada y plagada de sin sabores. No obstante y aùn asì, somos conocedores que la integraciòn còsmica està dada en base a particulas tan pequeñas que se nos asegura, todo es posible y no hay nada definido ni determinante en el universo entero. Los conceptos de la maquinaria perfecta e infalible como si s tratarà de un reloj suizo, sumamente ordenada, quedaron atràs: Ese paradigma ha sido ampliamente rebasado y superado. Estamos, ahora, instalados en que todo en el basto universo, vuelve a ser màs una idea o conjunto de teorìas con variantes indeterminadas que una maquinaria infalible puesta en marcha. Nuestra consciencia, lo que pensamos e imaginamos, es mucho màs importante que lo que en verdad captamos. Nuestros sentidos, son herramientas muy limitadas, lo mismo una educaciòn basada en ellos: Pensar lo que pensamos, imaginar e intuir y aplicarlo a lo que vemos, es contundentemente màs definitorio, es esencial, es lo absolutamente total y a la vez, nunca generalizante y concluìdo: Estamos instalados en la era de las probabilidades, de lo asombroso e increible!!!
Las cosas y las situaciones en el universo, que nos incluye por supuesto, pueden y no pueden ser al mismo tiempo y en diferentes lugares a la vez: Lo que se crea, al instante se modifica y en seguida, se vuelve a modificar y lo que fue en su momento, si lo observamos, deja de existir para dar paso a algo diferente y asì hasta el infinito: Vivimos la incertidumbre total!!! Aquella oruga que en vida y por movimiento propio, se encapsula en su capullo para dar paso a una hermosa mariposa que embellecerà al ambiente pero que muy pronto se convertira en polvo para dar inicio a un nuevo ciclo material que serà integrado a la tierra que alimentarà a otros organismos que daràn paso a màs organismos y sistemas que se integraràn al entorno ambiental es ni màs ni menos que: La grandeza e inmensidad infinita  milagrosa del cosmos...
No hay duda, somos seres viajeros entre diferentes dimensiones, integrados por la magia interestelar en donde todo es posible y donde estamos rodeados de milagrosas estructuras que no acaban de sorprendernos con sus inumerables presentaciones y formas de las cuales, sòlo somos testigos de las que nuestros limitados sentidos nos permiten visualizar, pero que ahora sabemos, gracias a los adelantos cientìficos, que sì existen y se localizan en otros espacios y tiempos que nuestros organismos sòlo nos permiten intuir o imaginar. Y ahi, es nuestra principal tarea a realizar: Imaginar las realidades que se encuentran ocultas a nuestros sentidos y hacerlas nuestras en nuestra limitada dimensiòn, a sabiendas de que contamos con espacios de tiempos muy limitados para su realizaciòn: Debemos alumbrar lo que visualicemos fugazmente, darle lugar de manera pràctica e inmediata a esas intempestivas propuestas probabilìsticas, imaginarias e intuitivas. Aprender a vivir a la velocidad de nuestros pensamientos, porque todo se vale y està sujeto a modificaciones constantes y sorpresivas y dentro de esos ejercicios, ya que todo proviene de nuestras cosnciencias, aprender a concentrar energìa en un sòlo objetivo, concentrar poder energètico en una sola idea con toda nuestra atenciòn para que lo imposible se manifieste: Porque en las otras dimensiones, no existe lo imposible y lo podemos trasladar a la nuestra!!!
Hemos mal gastado nuestro tiempo miserablemente: Hemos permitido que otros, hagan y deshagan porque se nos habia enseñado y se continua enseñando que todo esta determinado y establecido y que lo importante es ser muy bien comportados ante la sociedad; ahora sabemos que lo hecho, bueno o malo, nadie lo determina como tal, todo es incierto, nada es predecible con certeza que  todo se modifica casì de inmediato y que ademàs, cairà en el olvido absoluto porque que se darà lugar a otros hechos que los sustituiràn y todo transitarà por el mismo derrotero repitièndose asì hasta el infinito...
 Es un hecho, sin duda, de que somos seres màgicos, integrados por particulas infinitesimales que permiten que todo sea posible y que lo impensable, lo sorpresivo e inaudito, se conviertan en realidad.
Suponiendo que realizamos el esfuerzo  diario de imaginar otras dimensiones, màs allà de nuestros limitados sentidos obstaculizantes y todo eso lo aceptamos como lo real que en verdad es ¿Serìa factible modificar nuestra obstaculizante dimensiòn donde ya estamos hartos de tanto absurdo y de gente absurda?