Hace apenas unos dìas, una jovencita del nivel de preparatoria, me contò que en su escuela, habìan impartido una conferencia acerca de una instituciòn llamada: "Ciudad de las Ideas".
Se trata, ni màs ni menos, de un organismo internacional reclutador de talentos y que opera a nivel mundial.
Dicha organizaciòn, organiza conferencias muy atractìvas para los jòvenes, revestidas con todos los adelantos modernos de la tecnologìa de punta. Al finalizar la exposiciòn, los conductores, formulan una serie de preguntas capciosas a los jòvenes estudiantes, y a quiènes respondan a ellas, les obsequìan un registro para competir por un lugar dentro de su organismo, el cual los becarà y capacitarà como "speakers" (conversadores, habladores ) para que puedan abordar cualquier tipo de tema de manera brillante, en los auditorios que visitan y sevir asì. de apoyo con la labor de reclutamiento de talentos juveniles a nivel mundial.Sì, la ya muy conocìda piraterìa de talentos.
Este tipo de organizaciones, disfrazadas de ayudadores y buenos samaritanos, se dedican a la actividad de hacerse de la gente inteligente y pensante, sobre todo, la de los paìses con hambre y severos problemas econòmicos. Ejercen, la simple, muy sencilla y lucrativa labor de la motivaciòn, para incitar sin recato alguno,a la desbandada, a quiènes desean a toda costa, entrar al sistema establecido, en busca de dinero y bienes materiales.
Cuando los paìses abandonan o mantienen muy rezagada a su juventud, estaràn cometièndo un gravìsimo error que pagaràn muy caro a no muy largo plazo: quedaràn desmantelados por organismos de todo tipo que oradaràn e infiltraràn sus sistemas educativos, orillàndolos al eterno cìrculo del infierno, donde no existe posibiliad de renovaciòn alguna.
En 1968, un grupo de jòvenes, gritaròn un ya basta! a los malos gobernantes de aquel entonces. Ese movimiento estdiantil, surgiò en Francia, precisamente en los centros del saber. En nuestro paìs, en las universidades, como en los institutos polìtècnicos, se fue gestando una inquietud similar, la cual alcanzarìa a la totalidad de la sociedad.
Se vivìa un Mèxico de muchas carencias, el campo mexicano, se encontraba en el abandono absoluto. Los salarios de los empleados, no alcanzaban ni para lo bàsico. Las huelgas de los mèdicos, los electricìstas, ferrocarileros y obreros, proliferaban por todas partes. La libertad de expresiòn estaba cancelada y existìa una tremenda represiòn y persecuciòn sobre cualquier lìder disidente del règimen en turno. Los medios de comunicaciòn tenìan copada a la opiniòn pùblica. El monopolio televisivo, fomentaba a diario en su programaciòn, un velo color de rosa que ocultaba lo que realmente sucedìa en el paìs.
A los seudodirigentes, se le socurriò la brilante idea, unos años antes, dar por terminados los subsidios que se otorgaban a los centros educativos, vìa becas, sobre todo, a los estudiantes de las intituciones polìtiècnicas. Ademàs, les cerraròn sorpresivamente, sus casas de estudiantes, donde ellos pernoctaban y vivìan. La verdad, es que muchas familias de provincia de escazos recursos, enviaban a sus hijos a estudiar al Instituto Politècnico Nacional, pero tambièn a comer, pues no habìa dinero suficiente en sus casas. Las autoridades, al tocarles los subsidios, materialmente los mataban de hambre. Esa fue la gota que derramò el vaso que ya estaba hasta el tope de lleno. Las protestas estudiantiles proliferaròn y vinieron a parar a lo que hoy se conoce como el movimiento estudiantil de l968. Muchos de esos jòvenes HEROES(que sì existieron!), y que nos brindaròn la oportunidad de otra patria, fueron masacrados por los militares del batallòn Olimpia, el 2 de Octubre de aquel año en La Plaza de las Tres Culturas.
Los acadèmicos universitarios, han hecho ya varias propuestas viables a las necias y retrogradas autoridades ultraconservadoras de nuestro paìs y estas como siempre, han hecho oìdos sordos a los reclamos de los verdaderos pensadores de nuestro Mèxico. Por su parte, el Rector, manda y manda señales y mensajes, cada vez que puede y juzga necesario hacerlo. Todas esas acciones, estàn sòlo tratando de apaciguar los ànimos de una juventud mexicana desesperada, olvidada, carente de oportunidades, muy rezagada y muy
empobrecida, que muy pronto podrìa estallar.
Las becas de cualquier instituciòn internacional, como no van a inquietar a nuestros jòvenes brillantes. Pero esto ofende, denigra y sobre todo, enfada y molesta mucho porque quiènes deberìan atender y procurar a nuestros jòvenes, incluyendo por supuesto a los ninis, se encuentran tan distraìdos en otros asuntos insalvables y que sòlo a ellos les importan, que estamos por entregar, a oscuros interèses, a los màs brillantes jovencitos que pudieran habernos sacado de tan obscuro y tremendo bache en el que nos encontramos atascados y hundìdos.
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