Me he puesto a pensar seriamente acerca de un tema que en alguna ocasión me sorprendió bastante: ¡ Que las paredes guardan sonidos e incluso pueden tener incrustadas en sus profundidades las voces de antaño!. Al principio, quede sumamente sorprendido pues de la física cuántica sabia yo muy poco. No cabia en mi cerebro la idea de que un muro o una pared, pudiese guardar algún secreto, aunque en alguna ocasión ya lo habia escuchado:”Las paredes oyen”. Ahora, caigo en la cuenta, con la multiplicidad de investigaciones que existen, que esto en verdad, si es posible y que incluso es real… La física cuántica nos ha venido a demostrar que las cosas que nos rodean ni siquiera son como las percibimos y que los impulsos que imprimimos en nuestras palabras, los sonidos, bien pueden penetrar los espacios que a simple vista no se perciben, pero que sì se encuentran tanto en las paredes como en los muros de cualquier recinto. Imagino, por ejemplo, que el fuerte de San Juan de Ulúa, allà en Veracruz, debe de tener en sus mazmorras, impregnados los sonidos de aquellos que en algún momento fueron prisioneros de esa importante construcción y de seguro que están impregnadas las palabras de “Chucho el Roto”, de ese gran ladrón que robaba a los ricos para repartir el dinero entre los pobres. Que interesante, y todo esto es posible gracias a las aportaciones de schrodinger, Heinsenberg y otros muy destacados físicos de la cuántica. Saber que esto se puede lograr y que es posible, convertirlo en realidad, es una verdadera hazaña de los tiempos modernos y de lo que continuarà(porque en el 2012, poco pasarà!!!). Dicen los cuánticos que solo hace falta un aparato especial que capte y reproduzca las vibraciones de aquellos acontecimientos impregnados en esas masas de materia que en verdad son inexistentes, aunque a simple vista parezcan solidas. Esos muros,dicen ellos, son una verdadera fuente informativa sonora. Ahora, tambien imagino, por ejemplo, el gran recinto de lo que es el extraordinario Castillo de Chapultepec: Las múltiples palabras y sonidos que ahí se encuentran impregnados. Saber de Maximiliano y Carlota ,de Mejía y Miramón, del Mariscal Saligñe y de Forey, quienes sin duda alguna, debieron de haber tenido una gran cantidad de platicas acerca de los destinos de nuestro paìs. Resulta fascinante el imaginar todo eso .Lo que si es verdaderamente triste, es que ese fabuloso Castillo, ahora está siendo impregnado de multiples sonidos e infinidad de palabras que no conducen a nada, o a muy poco a nuestra muy querida Naciòn…. Què terrible que cuando contemos con ese aparato cuàntico, tengamos que encontrarnos con los sonidos ,las palabras,las voces de estos tristes personajes de la época del debate del absurdo…
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