miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tiempos Dificiles

 
Existe una apremiante conciencia que nos indica que el verdadero éxito general radica en el adecuado manejo tanto de los recursos materiales como financieros y sobre todo el de los recursos humanos. Se dice que la excelencia radica en el buen manejo que hagamos de todos esos recursos, pero sobre todo,  los esencialmente humanos.
Resulta sorprendente que ante los logros obtenidos como entes pensantes, en el momento en que deberíamos de estar gozando de inmensas satisfacciones,  nos encontramos enfrascados, como civilización entera, en un sin número de conflictos: Conflictos entre naciones, Conflictos Ideológicos, Conflictos religiosos, Conflictos raciales, Conflictos entre géneros, conflictos entre generaciones, conflictos econòmicos… Tenemos que aceptar que no se trata solo de simples conflictos, sino de la posibilidad del fracaso mismo de nuestra especie como tal.
No son las cosas las que han fallado, no es el mundo material en donde habrá que encontrar las fallas. Es en nosotros mismos, hemos fallado más que nada, en el manejo adecuado y eficiente de nuestros recursos humanos. No aprendemos a llevarnos bien entre nosotros mismos. Ha fallado el homo-sapiens de manera catastrófica, de manera garrafal. No hemos sido lo suficientemente capaces como para entender el manejo adecuado de nosotros mismos que nos pudiese permitir ante tanto avance tecnológico y científico, estar viviendo una de las mejores etapas de plenitud y dicha en nuestro hermosísimo planeta.  
Hemos arribado en muchas áreas a lo que ninguna otra cultura hubiese siquiera podido imaginar.  No hemos sido capaces, de descubrir algunas de las razones que gobiernan el comportamiento de la gente. Estamos pèrdidos en esa materia. Si lo pudiésemos comprender, los siguientes pasos serian: poder pronosticar la forma en que pudiésemos actuar, para de ahí obtener los logros de los objetivos esencialmente humanos para el bienestar de toda la humanidad y de nuestra civilización entera.
Somos un planeta, único en el universo, pero nadie daría crédito que a pesar de tanta belleza que refleja este planeta en la inmensidad –verde-azul y blanco- ,quiènes lo conformamos,  no acabamos de ponernos de acuerdo para sentirnos orgullosos de tener una conciencia negada para otros a cientos de miles de años luz. Estamos fracasando, ¡Que caray! ¡Què gran pena!..
Las situaciones de la vida real, nunca son estáticas. Se encuentran en un constante estado de cambio y somos conocedores de que las cosas mejoran o empeoran, por supuesto que no hay reglas de oro que se pudiesen aplicar a todas las situaciones, pero, ha llegado el tiempo en que todos debemos practicar nuestras habilidades y realizar sin miedos, nuestro mejor esfuerzo para alcanzar la transformación que nos conduzca a la estabilidad y a la armonía perdidas.
 Hay que recordar el cuento clásico de Lewis Carroll:”Alicia en el país de las maravillas” La reina de corazones rojos dice a Alicia que debe:”Empezar por el principio y terminar por el final” Ese también sería un buen consejo para todos nosotros, para enfrentar el tema de tanto conflicto que ahora estamos padeciendo en todo nuestro planeta.  Hay que recordar que cualquier intento positivo  que se haga con el objeto de influir sobre la conducta de otro individuo o grupo , requiere  de un principio y llegar a un final, es lo que verdaderamente necesitamos, hemos olvidado nuestros orígenes, hemos olvidado que al inicio surgimos de nuestra madre naturaleza y por ello, estamos perdièndo el final.  A todo esto, se le conoce  como directriz, como hilo conductor, eso es precisamente saberse guiar y se le conoce como liderazgo.  Y el liderazgo, aparece, cuando desplegamos acciones para trabajar en conjunto con los demás, Hay que hacer el mejor esfuerzo para que el logro de las tareas se lleven de principio a fin,  mediante el ejemplo, porque es ese ejemplo el que mueve los esfuerzos de las otras personas.  Los lideres eficaces  son los que le están haciendo falta a la humanidad, son aquellos que hacen que las cosas sucedan. Ortega y Gasset mencionaba, benévolamente, que el ser humano es él y sus circunstancias y parece que no es así, ahora sabemos, contrario a ese pensador, que son las circunstancias las que nos determinan y que hemos sido víctimas de las mismas circunstancias que hemos creado de manera absurda. No podemos seguir sentados en nuestras sillas observando a los demás y esperando a reaccionar hasta que los acontecimientos  se presenten, eso ya nos tiene perdidos hasta el momento, olvidándonos de nuestro principal recurso que somos nosotros mismos: Somos el principio y el final!!! “El tiempo corre,  no te espera…Y tengo que alcanzarlo” Decia aquel conejo blanco.
Hagamos nuestro mejor esfuerzo todos los días, todos los momentos, despleguemos todas nuestras habilidades en cada una de las actividades que realicemos. Convirtamonos todos en líderes. Deberemos saber qué es lo que tiene que ocurrir  y entonces planear la manera de hacer que las cosas ocurran y emprender los pasos necesarios para que así sea…Eso nos retornarìa al orgullo de pertenecer a nuestro hermoso planeta azul-blanco.

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