Todos los debàtes en nuestro empobrecìdo paìs, sobre cualquier tòpico o asunto, tieden a polarizarse, como polarizados estamos todos desde hace un buen tiempo.
Civilizadamente, se puede debatir quièn tiene derechos o no, a cualquier cosa. Pero, ¿se puede debatir libremente a partir de consideraciones religiosas o morales o èticas, cuando ya se cuenta y existen estadìsticas, argumentos cintìficos y normatividades legales suficientes en nuestra Naciòn?
El Estado debe de ser quien garantice, de acuerdo a leyes y normas, los derechos de todos los ciudadanos,
independientemente de profesar o defender o ser partidarios de la ideologìa que màs les agrade.
¿Pero que ha sucedìdo en èste gobierno? Que se han tratado de modificar, derogar e invalidar ordenamientos constitucionales o en materia de procedimientos penales, a capricho: Las reformas que se llevaròn a cabo en el ISSSTE, que terminaròn por disminuir las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, empobrecièndolos màs cada dìa, para luego enterarnos que uno de sus titulares - ejecutador de esas reformas, pagaba una cuota de 20 millones de pesos mensuales a la lidereza que lo posesionò ahì, en esa noble instituciòn.
Las modificaciones a la ley laboral que pretenden acabar con los sindicatos e implantar horarios laborales provenientes de otras costumbres y salarios y por supuesto, dar por concluìdos los derechos de huelga de las masas trabajadoras.
En materia de seguridad pùblica, se ha triplicado el presupuesto para los gastos que ejercen a diario, marinos, militares y policìas. Y los càrteles de la mafìa, no disminuyen sus actividades delictivas en lo màs mìnimo, arrojàndo muertos por todo el territorio nacional. En cambio, el autoritarismo de las fuerzas castrenses, ese, sì ha ido en franco aumento. Y por supuesto, hablar de rendiciòn de cuentas contantes y sonantes a nuestras fuerzas armadas, para nada.
El règimen actual, se ha caracterizado, y ahì estàn los datos y las cifras, por aspirar a un sistema de vida absolutista y dictatorial. La iniciativa para crear un nuevo còdigo penal federal, pretende permitir al ministerio pùblico- a esos personajes siniestros y traidores que le dan de inicio la primera puñalada- realizar cateos y detenciones sin ninguna orden judicial. Cosa, que sin hacerse las reformas debìdas, ya han practicado los panistas de èste gobierno en muchas ocasiones.
Con lo de los testigos protegìdos, se ha procedìdo a incriminar a gente inocente y con los famosos arraigados, se intimida y se violàn muchos, por no decir todos, los derechos ciudadanos.
Vivimos en un paìs, agotado y agobiado por la violencia desatada sin recato alguno y por acciones bèlicas carentes de toda estratègia, decididas de manera unilateral, antidemocràticas por donde quiera vèrsele. La pobreza, cada dìa, es màs acusiante y creciente. Nuestra economìa se encuentra estancada, pese a que las seudoautoridades declaren todo lo contrario. Desde, casì doce años, estamos sujetos a los vaivenes financieros mundiales y la recesiòn econòmica -que de seguro vendrà-, nos colocarà en el abismo mismo.
La violencia y la incapacidad estatal para proteger a la cidadanìa, estàn poniendo en jaque a nuestra democracìa que ya muy poco interesa, pues bien sabìdo por todos es, que todas nuestras instituciones, estàn capturadas y dominadas por la corrupciòn. Despuès de cada cada tragèdia, aparecen la corrupciòn y el desastre generado y fomentado por la gran inexperiencia de los actuales seudodirigentes.
Urge restituir el entramado social y las relaciones interpersonales de los ciudadanos con las autoridades que se han visto seriamente afectadas, por todos los problemas ya mencionados: Inseguridad, delincuencia, violencia, problemas econòmicos, imposiciones legales, desempleo, mucho desempleo, todo ello, responsabilidad de esos ineptos servidores pùblicos y sus deterioradas-por ellos- instituciones corruptas.
Falta liderazgo, falta un cambio real de rumbo en materia econòmica, rediseñar lo institucional, repensar lo educativo, nos estamos yendo hacìa atràs aceleradamente.
Nadie puede aceptar leyes arbitrarìas, a capricho, que limiten e impidan el avance del pàis, que lo estàn conducièndo, de nueva cuenta, fuera de la modernidad.
Los medios de comunicaciòn en poco ayudan y presentan un paìs idìlico, que sòlo existe en las mentes enfermas de sus productores. Como esos que cobraròn millones de dolares para convertir al mandatario, en una estrella màs de su infame, decadente e indigna cartelera. Esos medios de comunicaciòn, tratàn de hacer creer a los espectadores en sueños paradisiacos que contrastan, a todas luces, con la cruda, crudìsima realidad cotidiana de todos los mexicanos.
Se requiere de una gran habilidad, y no sòlo promesas falsas y huecas, para corregir las infiltaciones y las imposiciones de màs agentes desestabilizadores que ante cualquier tema, cualquier debate, lo polarizan, con la firme intenciòn de manifestar el triunfo de su ideologìa por sobre la de los demàs.
Ese ha sìdo, uno de los principales problemas del actual règimen ultraconservador -que disque nos dirige- y de lo cual ha derivado todo: HACER OBLIGATORIA LA FE Y CASTIGAR A LOS DESOBEDIENTES QUE NO PROFESEN LO MISMO. AMEN.
Civilizadamente, se puede debatir quièn tiene derechos o no, a cualquier cosa. Pero, ¿se puede debatir libremente a partir de consideraciones religiosas o morales o èticas, cuando ya se cuenta y existen estadìsticas, argumentos cintìficos y normatividades legales suficientes en nuestra Naciòn?
El Estado debe de ser quien garantice, de acuerdo a leyes y normas, los derechos de todos los ciudadanos,
independientemente de profesar o defender o ser partidarios de la ideologìa que màs les agrade.
¿Pero que ha sucedìdo en èste gobierno? Que se han tratado de modificar, derogar e invalidar ordenamientos constitucionales o en materia de procedimientos penales, a capricho: Las reformas que se llevaròn a cabo en el ISSSTE, que terminaròn por disminuir las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, empobrecièndolos màs cada dìa, para luego enterarnos que uno de sus titulares - ejecutador de esas reformas, pagaba una cuota de 20 millones de pesos mensuales a la lidereza que lo posesionò ahì, en esa noble instituciòn.
Las modificaciones a la ley laboral que pretenden acabar con los sindicatos e implantar horarios laborales provenientes de otras costumbres y salarios y por supuesto, dar por concluìdos los derechos de huelga de las masas trabajadoras.
En materia de seguridad pùblica, se ha triplicado el presupuesto para los gastos que ejercen a diario, marinos, militares y policìas. Y los càrteles de la mafìa, no disminuyen sus actividades delictivas en lo màs mìnimo, arrojàndo muertos por todo el territorio nacional. En cambio, el autoritarismo de las fuerzas castrenses, ese, sì ha ido en franco aumento. Y por supuesto, hablar de rendiciòn de cuentas contantes y sonantes a nuestras fuerzas armadas, para nada.
El règimen actual, se ha caracterizado, y ahì estàn los datos y las cifras, por aspirar a un sistema de vida absolutista y dictatorial. La iniciativa para crear un nuevo còdigo penal federal, pretende permitir al ministerio pùblico- a esos personajes siniestros y traidores que le dan de inicio la primera puñalada- realizar cateos y detenciones sin ninguna orden judicial. Cosa, que sin hacerse las reformas debìdas, ya han practicado los panistas de èste gobierno en muchas ocasiones.
Con lo de los testigos protegìdos, se ha procedìdo a incriminar a gente inocente y con los famosos arraigados, se intimida y se violàn muchos, por no decir todos, los derechos ciudadanos.
Vivimos en un paìs, agotado y agobiado por la violencia desatada sin recato alguno y por acciones bèlicas carentes de toda estratègia, decididas de manera unilateral, antidemocràticas por donde quiera vèrsele. La pobreza, cada dìa, es màs acusiante y creciente. Nuestra economìa se encuentra estancada, pese a que las seudoautoridades declaren todo lo contrario. Desde, casì doce años, estamos sujetos a los vaivenes financieros mundiales y la recesiòn econòmica -que de seguro vendrà-, nos colocarà en el abismo mismo.
La violencia y la incapacidad estatal para proteger a la cidadanìa, estàn poniendo en jaque a nuestra democracìa que ya muy poco interesa, pues bien sabìdo por todos es, que todas nuestras instituciones, estàn capturadas y dominadas por la corrupciòn. Despuès de cada cada tragèdia, aparecen la corrupciòn y el desastre generado y fomentado por la gran inexperiencia de los actuales seudodirigentes.
Urge restituir el entramado social y las relaciones interpersonales de los ciudadanos con las autoridades que se han visto seriamente afectadas, por todos los problemas ya mencionados: Inseguridad, delincuencia, violencia, problemas econòmicos, imposiciones legales, desempleo, mucho desempleo, todo ello, responsabilidad de esos ineptos servidores pùblicos y sus deterioradas-por ellos- instituciones corruptas.
Falta liderazgo, falta un cambio real de rumbo en materia econòmica, rediseñar lo institucional, repensar lo educativo, nos estamos yendo hacìa atràs aceleradamente.
Nadie puede aceptar leyes arbitrarìas, a capricho, que limiten e impidan el avance del pàis, que lo estàn conducièndo, de nueva cuenta, fuera de la modernidad.
Los medios de comunicaciòn en poco ayudan y presentan un paìs idìlico, que sòlo existe en las mentes enfermas de sus productores. Como esos que cobraròn millones de dolares para convertir al mandatario, en una estrella màs de su infame, decadente e indigna cartelera. Esos medios de comunicaciòn, tratàn de hacer creer a los espectadores en sueños paradisiacos que contrastan, a todas luces, con la cruda, crudìsima realidad cotidiana de todos los mexicanos.
Se requiere de una gran habilidad, y no sòlo promesas falsas y huecas, para corregir las infiltaciones y las imposiciones de màs agentes desestabilizadores que ante cualquier tema, cualquier debate, lo polarizan, con la firme intenciòn de manifestar el triunfo de su ideologìa por sobre la de los demàs.
Ese ha sìdo, uno de los principales problemas del actual règimen ultraconservador -que disque nos dirige- y de lo cual ha derivado todo: HACER OBLIGATORIA LA FE Y CASTIGAR A LOS DESOBEDIENTES QUE NO PROFESEN LO MISMO. AMEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario