Vivimos instalados en la era de los chismes, los rumores y la informaciòn. Hoy nos enteramos de todo en segundos. No se informa quièn no lo desea. Nuestra gran aldea se achicò y se acercò increible y asombrosamente. Ya muy pocas cosas son desconocidas por la gran mayorìa: La civilizaciòn actual, es la màs infornada de todas. Se sabe màs de lo que se ignora e incluso, es posible recrear lo inexistente, manipulàndolo mediante la alta tecnologìa digital y virtual.
No obstante, existen infinidad de personas que aunque son testigas de lo obvio, niegan la realidad y prefieren continuar viviendo como las avestruces, creyendo que con tener el pescuezo hundìdo en la arena, nada les va a suceder o nada los puede afectar.
Sin embargo, la gran cantidad de informaciòn a la que todos los dìas estamos expuestos y bombardeados, nos obliga a plantearnos una serie de preguntas, que aunque no lo querramos, nos las tenemos que formular, porque se quiera o no, el animal hombre y mujer, estàn siempre en busca de la verdad, para poder vivir menos intranquilos e inseguros en su peregrinar por èste plano.
¿ Los astronautas norteamericanos habràn llegado en verdad a la luna?
Hay quièn afirma que se tratò de un montaje escenogràfico, al puro estilo holliwodense, para en primer lugar, derrotar psicològicamente a los Rusos en la carrera espacial, ya que iban muy aventajados. Y en segundo tèrmino, para mostrar al mundo el poderìo del Imperio Yanqui...Los detractores argumentan,que sì en verdad los norteamericanos hubièsen arribado al astro satelite de la tierra -sueño dorado de todo buen poeta-, los anuncios luminosos comerciales, ya estarìan saturando la superficie lunar, hacièndoles multiples guiños a los insaciables consumidores terricolas: Mc trios, Woppers, pollo con la receta secreta del Coronel Sanders, Pizzas Hut...Bueno, incluso, ya hubieran tratado de cocinar, en adobo, al buen conejo lunar, desde hace un buen rato.
Resulta muy difìcil tratar de engañar a los terricolas actuales. Quiènes asì lo permiten, pues son engañados, pero la gran mayorìa, se dedica, vìa internet, a indagar situaciones y mediante ese medio, encuentran cientos de servidores que los mantienen al tanto, de casi, todo. Aùn asì, hay quienes sirvièndose de la alta tecnologìa, logran manipular a los cibernautas e inclusive engañarlos, al igual que lo hacen con todo el pùblico usuario de otros medios de comunicaciòn, como se le ha hecho con las ficticias guerras del Golfo Pèrsico, que en gran medida, han sido casì virtuales.
Ahora bien, todas las èpocas, han contado con sus manipuladores y hacedores de cuentos que no tienen ningùn sustento y se basan y fundamentan en axiomas o en dogmas de fe para conseguir y alcanzar sus objetivos de control y sometimiento de las grandes mayorìas. Muchas de esas inteligentes manipulaciones, han alcanzado sobrevivir hasta nuestra època, disque para que las masas rabiantes y llenas de energìa, sean mejor conducidas, porque de lo contrario, aseguran los manipuladores, los incivilizados terricolas, tendrìan al planeta convertido en todo un caos...
¿ Existirìa Jesùs de Nazaret ?
Despuès de muchas investigaciones, llevadas seriamente, no existe dato que lo confirme. Ningùn historiador de su època lo refiere. Quizàs Josefo, historiador romano, le dedica cosa de un renglòn o menos a su existencia y ello podrìa dudarse por la alteraciòn de documentos llevada a cabo por sus seguidores. Si existen multiples referencias acerca de èl y de sus supuestas enseñanzas, pero todas son provenientes de fuentes dudosas y contaminadas por los creyentes, seguidores o las mismas autoridades eclesiàsticas de su iglesia.
Los evangelios, por ejemplo, estàn plagados de contradicciones y datos confusos. Pablo quièn fuera el gran divulgador de la supuesta doctrina cristica, padecìa epilepsia y como bien se sabe en la actualidad por los avances neurocientìficos, los epilèpticos padecen de serias alteraciones perceptuales e inclusive, hay quienes en el momento antes del ataque convulsivo, aseguran que les suceden fenòmenos extranormales que los conectan con sucesos mìsticos, evidentemente inexistentes para los demàs testigos, producto de la descarga neuronal asincrònica paroxistica. Pablo jura y perjuara haberse encontrado con Jesùs y haber sido convertido a su doctrina, pese que como soldado romano, con anterioridad, perseguìa a los cristianos sin piedad.
Se cuenta, que en las aguas tranquilas y a veces muy inquietas del mar de Galilea, Jesùs comenzò su predicaciòn, hace ya màs de dos mil años. Su muerte redentora para los cristianos hizo que su palabra fuera difundida como la palabra del hijo de Dios por todo el mundo. Su ministerio marcarìa, para los judios cristianos, la nueva alianza con Dios el Padre...
Judea formaba parte del Imperio Romano. Herodes, era un extravagante y perturbado personaje, tenìa muy hambreados y sometidos a los judios. Por ello, la poblaciòn se hallaba en una actitud mental de rebeldia. Muchos judios tenìan la esperanza en que apareciera un lìder que los auxiliarà para defenderse del yugo del Imperio. Tambièn en ese entonces, se creìa que el fin del mundo estaba pròximo y esperaban la apariciòn de un mesias que pronunciarà el juicio de Dios. ( No està por demas apuntar que en aquel entonces abundaban los mesias redentores... ).
El nuevo testamento ( Ils 7.14 ) dice: Mirad, la virgen està encinta y da a luz un hijo a quien pone el nombre de Emmanuel...Asì fue que cobraron impulso muchas y nuevas ideas religiosas. Una de ellas, quizàs la màs significativa, era la de la resurreciòn de los muertos. Esto es lo que dice el señor Yavè: Yo abrirè vuestras tumbas, os sacarè de ellas y os llevarè a la tierra de Isrrael (Es 37.12 )
Muchos judìos creyeron que Dios realmente resucitarìa a los muertos el dìa del juicio final. Se premiarìa a los buenos con la vida eterna en el reino de Dios y sus angeles y los malos sufrirìan castigos en el infierno con satanas.
Eran tiempos aquellos de Pompeyo, de Antipater, de Julio Cesar ( 44 a.d, J.C ), de Antìgono, de Heròdes rey de Judea. Roma gobernarìa territorio palestino por màs de cuatro siglos con reyes y gobernadores tìtere. Los judìos buscaban señales de propòsito divino que los auxiliaràn en su liberaciòn. Esa era la atmòsfera que marcaba que el juicio final profetizado ya estaba cerca. Ese fue tambièn el tiempo del nacimiento de Jesùs que se convertirìa en el Cristo. Êl experimentò su vida, su ministerio y su fe, en el contexto del territorio y la religiòn Judia. El hablaba como judìo y se dirigìa a su concurrencias y auditorios judìos. Lo veìan como profeta que reinterpretaba la fe tradicional judìa, nunca como quièn fundarìa una nueva religiòn.
Segùn los evangelios, Jesùs se transformò ante los apòstoles Moises y Elias que oyeron decir al señor: " Este es mi hijo amado en quien me complazco; escuchàdle ( MT 17.5 ) Los judìos jamàs creyeron que Jesùs fuera ningùn mesias. El hablaba en las sinagogas, ese fue el lugar de su primer impacto. Pablo comenzò a llevar su mensaje directamente al pueblo de los gentiles. Los escritores evangelistas que narran la vida del mesias, no fueron testigos de la vida de Cristo, sino que basaron sus narraciones en los relatos orales por quienes, supuestamente, habìan estado con èl. Por ejemplo, el tan mencionado Sermòn de la Montaña, no fue tal, sino que se tratò de un conjunto de sentencias de Jesùs agrupadas en temas coherentes por los posteriores( 80 o 90 años despues de su supuesta crucifixiòn ) autores de los evangelios a quienes se les desconoce. Cuentan que se trata de escritos no històricos, sino religiosos para redimir a la pecadora humanidad.
Dada la actitud completamente religiosa de todos los primeros escritores cristianos, resulta impresionante la cantitad de datos aportada para tratar de justificar, a toda costa, la vida y circunstancias de Jesùs. Pablo, el màs grande de los apòstoles, que nunca conociò al mesias, le bastaba saber que Jesùs fuera el Cristo y que hubiese muerto por los pecados del hombre, habièndo resucitado y que volverìa de nuevo a la tierra. En esas creencias fundamentò toda su labor proselitista y promocional del tal mesias judio sacrificado. Algunos autores, dan por supuestas màs cosas y otros otras, pero no existe verosimilitud con respecto a la informaciòn recabada, ni mucho menos con respecto a los hechos. Todos los autores de los evangelios, dan todo lo dicho o escuchado, como valido y sin recato alguno, afirman que asì sucediò y que asi fue.
El relato de la captura, juicio, crucifixion y resurrecciòn, se basa en los cuatro evangelios, asi como en el libro de los Hechos de los Apòstoles que se cree fue escrito por Lucas y que constituye la principal fuente del relato de la vida y obra de los apòstoles despuès de la muerte de Jesùs. Pero los evangelios fueron escritos en el siglo I d. de J.C. es decir, mucho tiempo despuès con todo lo que eso podrìa significar.
Las ruinas de la sinagoga de Cafarnaum, en la que el Cristo se supone iniciò su ministerio, datan de finales de los siglos III o IV d. de J.C. Otro dato que no empata con la temporalidad, aunque ahora, los millones de seguidores y fanàticos catòlicos, se han empeñado en afirmar que si existe otra sinagoga màs abajo y que fue esa y no la otra, donde iniciò su ministerio su mesias. Los arqueòlogos actuales, han descubierto que no existe relaciòn alguna con los datos ofrecìdos y que concuerden con la supuesta era de Jesùs. Fuera de la Biblia, la principal fuente de conocimiento, se ha llegado a la conclusiòn que nada es arqueològico, sino literario y poètico. Ahora se sabe, que si hubo discìpulos de Jesùs, estos no escribieron nada o muy poco, porque se trataba de gente inculta, analfabeta que creìan que el fin del mundo estaba cerca y por ello no tenìan ninguna necesidad de registrar los pensamientos y hechos del Cristo. Ademàs se sabe, que el arte de leer y escribir fue cosa ya de tiempos mucho màs modernos. Es por eso, que se ha arribado a la conclusiòn de que los verdaderos autores de los evangelios, sòlo se basaron en narraciones y transmisiones orales rescatadas despuès de los tiempos de la crucifixiòn, esto es, 80 o 100 años màs tarde.
Ahora bien, cincuenta años despuès de la supuesta muerte del mesias, la religiòn, supuestamente, fundada por èl, habìa experimentado muchos cambios trascendentes. La labor misional de Pablo y de los discìpulos helenistas, se habìa extendido a Palestina, Siria, Egipto. Tambièn al Asia Menor, Grecia y Roma. A su muerte existìan varios sitios importantes donde la religiòn y fe cristiana ya eran dominantes dentro del Imerio Romano. Sin embargo, se especula tambièn, que la muerte de Jesùs por los romanos, produjò escaso impacto en la vida de los habitantes de Jerusalèn y de Judea. El hombre aclamado como el mesìas de los judìos, meses antes, fue crucificado como un farsante y criminal comùn. Se le considerò como uno màs de los falsos profetas que pululaban en ese entonces y que proclamaban el fin del mundo y el advenimiento del Reino de Dios. Quizàs, fue el hàbil rumor de su resurrecciòn, tres dìas despuès de su muerte, lo que lo convirtiò en un ser especial al vencer a la parca y guiar a sus fieles hasta el reino prometido.
Lucas refiere que Jesùs se apareciò màs de cinco veces a sus màs cercanos y descorazonados discìpulos. Se dice que los once apòstoles, se reunieron y llevaron a cabo la misiòn ordenada por Cristo: Fundar una comunidad de gente de bien, bautizados en el espìritu santo y ese serìa el reino de su mesias. Se cuenta, tambièn, que en esa ocasiòn se eligiò a Matias como sustituto de Judas Iscariote, quièn se habìa suicidado despuès de la supuesta traiciòn a Jesùs, porque fue èste, quièn en la ùltima cena, ordenò a Judas, que cumpliera con lo que tenìa que hacer, es decir, le ordenò realizar la traiciòn.
Pedro, en uno de sus viajes a la costa mediterranea, en la ciudad de Jope, entrò en extasis y tuvo una visiòn: Un gran lienzo que colgaba del cielo y descendìa hacia la tierra. En el habìa toda clase de animales, cuadrùpedos, reptìles y aves. Y fue que oyò una voz: "Levàntate, Pedro, mata y come". "No señor- dijo Pedro-, jamàs he comido cosa profana e impura". Dios dijo otra vez: " Lo que Dios ha purificado tù no lo consideres impuro" El mensaje se repitiò tres veces, y el lienzo fue subìdo de nuevo al cielo...
Pedro no sabìa que habìa significado todo eso, pero llegaron tres hombres y le pidieron que los acompañarà a ver a su maestro, un centuriòn romano de nombre Cornelio. Hombre rico y devoto que oraba regularmente a Dios y que habìa adoptado la fe judia. Al llegar Pedro a la casa del centuriòn, este se arrodillò y le adorò. Pedro de inmediato le dijo: "Levàntate, que yo tambièn soy hombre". Platicaron, explicàndole Cornelio que se le habìa aparecìdo un angel cuatro dìas antes, dicièndole que llamarà a Pedro...Este quedò asombrado: "Comprendo que Dios no hace excepciones de personas ni de naciòn, el que le teme y practica la justicia le es grato". El Espìritu Santo cayò sobre los presentes y los fieles judios circuncisados que habìan acompañado a Pedro, quedaron asombrados de que el don del Espìritu Santo se hubiera posado tambièn sobre los gentiles, pues los oìan hablar lenguas y glorificar a Dios...Pedro los bautizò en nombre de Cristo y les predicò el evangelio, la resurrecciòn y la promesa de perdoanr los pecados. Asi Dios, concediò a los gentiles incircuncisos la penitencia para la vida. Entonces, la humanidad entera que siguera a Jesùs, ya podrìa recibir el nombre colectivo de : Cristianos. La Iglesia de Antioquia ( Siria ) continuarìa orientando su principal impulso hacia el mundo de los gentiles, mientras que la de Jerusalèn, continuarìa siendo ortodoxa y conservadoramente judìa.
Al paso del tiempo, los cristianos surgieron como un brote del judaìsmo durante el siglo I y en cosa de tres siglos màs, soportàndolo todo, hasta lo imposible y predicando su doctrina en las catacumbas, llegaron a ser la religiòn oficial de todo el Imperio Romano. Se iniciò asì, una tradiciòn de suscesiòn apostòlica que ha llegado hasta nuestros dìas con una jerarquìa uniforme y muy bien organizada, fundamentada en el negocio de los intangibles, los milagros, la redenciòn de los pecados, los santos, la apariciòn de virgenes y los milagros...
Por su parte, los judìos ortodoxos, rechazaròn a los judios cristianos por haber huìdo de Jerusalèn en el año 66. Fueron considerados traicioneros. La destrucciòn de Jerusalèn en el año 70- cede cristiana central, pero ocupada por los ortodoxos-, fue vista como un castigo de Dios por rechazar al mesias Jesucristo. Desde ese entonces, los bandos se separaron del judaìsmo y optaron por desarrollar su propia liturgia: En vez de celebrar el sabado judio, se reunìan en la tarde de los domingos, dìa de la resurrecciòn. El momento màs sagrado era el ofrecimiento del pan y del vino: La Eucaristìa, que simboliza el cuerpo y la sangre de Jesùs. Posteriormente, todos los judios fueron expulsados de la Ciudad Santa y a Judea se le diò el nombre de Palestina, en honor a los filisteos, enemigos acerrimos de Isrrael.
En el año 305, el Imperio Romano se habìa dividido en dos partes: Una oriental y otra occidental. El caos era el denominador comùn. Cuenta la leyenda que al Emperador Constantino (astuto negociador), se le apareciò una gran cruz envuelta en llamas antes de una importante batalla y que fue ahì, donde se convirtiò en cristiano. Se dice que protegiò la libertad religiosa y concediò por primera vez a los cristianos, su estatuto legal y protecciòn oficial, toda vez que no causaran problemas a los fieles al judaìsmo. En el año de 324, uniò al Imperio Romano bajo el signo de la Cruz y trasladò a Bizancio, la nueva Roma, que estarìa consagrada al culto de Jesucristo...Habìan quedado atràs, las supuestas, persecuciones de Neròn. Fue aquella, el inicio de una nueva era: Un solo imperio, un solo Dios y millones de personas que abrazaròn la nueva fe y la doctrina de Jesùs, hàbilmente promovida y promocionada, mediante la idea del fin del mundo, la resurrecciòn de los muertos y el perdòn de los pecados, pasando a ser asi, la religiòn de inmensas mayorìas donde sòlo la Iglesia Catòlica posee la verdad teològica absoluta, el sentido de las escrituras y los derechos de exclusividad eterna del superestar de Cristo...Colorìn colorado...
¿Semana Santa o vacacional ? Ese es otro cuento...
Despuès de muchas investigaciones, llevadas seriamente, no existe dato que lo confirme. Ningùn historiador de su època lo refiere. Quizàs Josefo, historiador romano, le dedica cosa de un renglòn o menos a su existencia y ello podrìa dudarse por la alteraciòn de documentos llevada a cabo por sus seguidores. Si existen multiples referencias acerca de èl y de sus supuestas enseñanzas, pero todas son provenientes de fuentes dudosas y contaminadas por los creyentes, seguidores o las mismas autoridades eclesiàsticas de su iglesia.
Los evangelios, por ejemplo, estàn plagados de contradicciones y datos confusos. Pablo quièn fuera el gran divulgador de la supuesta doctrina cristica, padecìa epilepsia y como bien se sabe en la actualidad por los avances neurocientìficos, los epilèpticos padecen de serias alteraciones perceptuales e inclusive, hay quienes en el momento antes del ataque convulsivo, aseguran que les suceden fenòmenos extranormales que los conectan con sucesos mìsticos, evidentemente inexistentes para los demàs testigos, producto de la descarga neuronal asincrònica paroxistica. Pablo jura y perjuara haberse encontrado con Jesùs y haber sido convertido a su doctrina, pese que como soldado romano, con anterioridad, perseguìa a los cristianos sin piedad.
Se cuenta, que en las aguas tranquilas y a veces muy inquietas del mar de Galilea, Jesùs comenzò su predicaciòn, hace ya màs de dos mil años. Su muerte redentora para los cristianos hizo que su palabra fuera difundida como la palabra del hijo de Dios por todo el mundo. Su ministerio marcarìa, para los judios cristianos, la nueva alianza con Dios el Padre...
Judea formaba parte del Imperio Romano. Herodes, era un extravagante y perturbado personaje, tenìa muy hambreados y sometidos a los judios. Por ello, la poblaciòn se hallaba en una actitud mental de rebeldia. Muchos judios tenìan la esperanza en que apareciera un lìder que los auxiliarà para defenderse del yugo del Imperio. Tambièn en ese entonces, se creìa que el fin del mundo estaba pròximo y esperaban la apariciòn de un mesias que pronunciarà el juicio de Dios. ( No està por demas apuntar que en aquel entonces abundaban los mesias redentores... ).
El nuevo testamento ( Ils 7.14 ) dice: Mirad, la virgen està encinta y da a luz un hijo a quien pone el nombre de Emmanuel...Asì fue que cobraron impulso muchas y nuevas ideas religiosas. Una de ellas, quizàs la màs significativa, era la de la resurreciòn de los muertos. Esto es lo que dice el señor Yavè: Yo abrirè vuestras tumbas, os sacarè de ellas y os llevarè a la tierra de Isrrael (Es 37.12 )
Muchos judìos creyeron que Dios realmente resucitarìa a los muertos el dìa del juicio final. Se premiarìa a los buenos con la vida eterna en el reino de Dios y sus angeles y los malos sufrirìan castigos en el infierno con satanas.
Eran tiempos aquellos de Pompeyo, de Antipater, de Julio Cesar ( 44 a.d, J.C ), de Antìgono, de Heròdes rey de Judea. Roma gobernarìa territorio palestino por màs de cuatro siglos con reyes y gobernadores tìtere. Los judìos buscaban señales de propòsito divino que los auxiliaràn en su liberaciòn. Esa era la atmòsfera que marcaba que el juicio final profetizado ya estaba cerca. Ese fue tambièn el tiempo del nacimiento de Jesùs que se convertirìa en el Cristo. Êl experimentò su vida, su ministerio y su fe, en el contexto del territorio y la religiòn Judia. El hablaba como judìo y se dirigìa a su concurrencias y auditorios judìos. Lo veìan como profeta que reinterpretaba la fe tradicional judìa, nunca como quièn fundarìa una nueva religiòn.
Segùn los evangelios, Jesùs se transformò ante los apòstoles Moises y Elias que oyeron decir al señor: " Este es mi hijo amado en quien me complazco; escuchàdle ( MT 17.5 ) Los judìos jamàs creyeron que Jesùs fuera ningùn mesias. El hablaba en las sinagogas, ese fue el lugar de su primer impacto. Pablo comenzò a llevar su mensaje directamente al pueblo de los gentiles. Los escritores evangelistas que narran la vida del mesias, no fueron testigos de la vida de Cristo, sino que basaron sus narraciones en los relatos orales por quienes, supuestamente, habìan estado con èl. Por ejemplo, el tan mencionado Sermòn de la Montaña, no fue tal, sino que se tratò de un conjunto de sentencias de Jesùs agrupadas en temas coherentes por los posteriores( 80 o 90 años despues de su supuesta crucifixiòn ) autores de los evangelios a quienes se les desconoce. Cuentan que se trata de escritos no històricos, sino religiosos para redimir a la pecadora humanidad.
Dada la actitud completamente religiosa de todos los primeros escritores cristianos, resulta impresionante la cantitad de datos aportada para tratar de justificar, a toda costa, la vida y circunstancias de Jesùs. Pablo, el màs grande de los apòstoles, que nunca conociò al mesias, le bastaba saber que Jesùs fuera el Cristo y que hubiese muerto por los pecados del hombre, habièndo resucitado y que volverìa de nuevo a la tierra. En esas creencias fundamentò toda su labor proselitista y promocional del tal mesias judio sacrificado. Algunos autores, dan por supuestas màs cosas y otros otras, pero no existe verosimilitud con respecto a la informaciòn recabada, ni mucho menos con respecto a los hechos. Todos los autores de los evangelios, dan todo lo dicho o escuchado, como valido y sin recato alguno, afirman que asì sucediò y que asi fue.
El relato de la captura, juicio, crucifixion y resurrecciòn, se basa en los cuatro evangelios, asi como en el libro de los Hechos de los Apòstoles que se cree fue escrito por Lucas y que constituye la principal fuente del relato de la vida y obra de los apòstoles despuès de la muerte de Jesùs. Pero los evangelios fueron escritos en el siglo I d. de J.C. es decir, mucho tiempo despuès con todo lo que eso podrìa significar.
Las ruinas de la sinagoga de Cafarnaum, en la que el Cristo se supone iniciò su ministerio, datan de finales de los siglos III o IV d. de J.C. Otro dato que no empata con la temporalidad, aunque ahora, los millones de seguidores y fanàticos catòlicos, se han empeñado en afirmar que si existe otra sinagoga màs abajo y que fue esa y no la otra, donde iniciò su ministerio su mesias. Los arqueòlogos actuales, han descubierto que no existe relaciòn alguna con los datos ofrecìdos y que concuerden con la supuesta era de Jesùs. Fuera de la Biblia, la principal fuente de conocimiento, se ha llegado a la conclusiòn que nada es arqueològico, sino literario y poètico. Ahora se sabe, que si hubo discìpulos de Jesùs, estos no escribieron nada o muy poco, porque se trataba de gente inculta, analfabeta que creìan que el fin del mundo estaba cerca y por ello no tenìan ninguna necesidad de registrar los pensamientos y hechos del Cristo. Ademàs se sabe, que el arte de leer y escribir fue cosa ya de tiempos mucho màs modernos. Es por eso, que se ha arribado a la conclusiòn de que los verdaderos autores de los evangelios, sòlo se basaron en narraciones y transmisiones orales rescatadas despuès de los tiempos de la crucifixiòn, esto es, 80 o 100 años màs tarde.
Ahora bien, cincuenta años despuès de la supuesta muerte del mesias, la religiòn, supuestamente, fundada por èl, habìa experimentado muchos cambios trascendentes. La labor misional de Pablo y de los discìpulos helenistas, se habìa extendido a Palestina, Siria, Egipto. Tambièn al Asia Menor, Grecia y Roma. A su muerte existìan varios sitios importantes donde la religiòn y fe cristiana ya eran dominantes dentro del Imerio Romano. Sin embargo, se especula tambièn, que la muerte de Jesùs por los romanos, produjò escaso impacto en la vida de los habitantes de Jerusalèn y de Judea. El hombre aclamado como el mesìas de los judìos, meses antes, fue crucificado como un farsante y criminal comùn. Se le considerò como uno màs de los falsos profetas que pululaban en ese entonces y que proclamaban el fin del mundo y el advenimiento del Reino de Dios. Quizàs, fue el hàbil rumor de su resurrecciòn, tres dìas despuès de su muerte, lo que lo convirtiò en un ser especial al vencer a la parca y guiar a sus fieles hasta el reino prometido.
Lucas refiere que Jesùs se apareciò màs de cinco veces a sus màs cercanos y descorazonados discìpulos. Se dice que los once apòstoles, se reunieron y llevaron a cabo la misiòn ordenada por Cristo: Fundar una comunidad de gente de bien, bautizados en el espìritu santo y ese serìa el reino de su mesias. Se cuenta, tambièn, que en esa ocasiòn se eligiò a Matias como sustituto de Judas Iscariote, quièn se habìa suicidado despuès de la supuesta traiciòn a Jesùs, porque fue èste, quièn en la ùltima cena, ordenò a Judas, que cumpliera con lo que tenìa que hacer, es decir, le ordenò realizar la traiciòn.
Pedro, en uno de sus viajes a la costa mediterranea, en la ciudad de Jope, entrò en extasis y tuvo una visiòn: Un gran lienzo que colgaba del cielo y descendìa hacia la tierra. En el habìa toda clase de animales, cuadrùpedos, reptìles y aves. Y fue que oyò una voz: "Levàntate, Pedro, mata y come". "No señor- dijo Pedro-, jamàs he comido cosa profana e impura". Dios dijo otra vez: " Lo que Dios ha purificado tù no lo consideres impuro" El mensaje se repitiò tres veces, y el lienzo fue subìdo de nuevo al cielo...
Pedro no sabìa que habìa significado todo eso, pero llegaron tres hombres y le pidieron que los acompañarà a ver a su maestro, un centuriòn romano de nombre Cornelio. Hombre rico y devoto que oraba regularmente a Dios y que habìa adoptado la fe judia. Al llegar Pedro a la casa del centuriòn, este se arrodillò y le adorò. Pedro de inmediato le dijo: "Levàntate, que yo tambièn soy hombre". Platicaron, explicàndole Cornelio que se le habìa aparecìdo un angel cuatro dìas antes, dicièndole que llamarà a Pedro...Este quedò asombrado: "Comprendo que Dios no hace excepciones de personas ni de naciòn, el que le teme y practica la justicia le es grato". El Espìritu Santo cayò sobre los presentes y los fieles judios circuncisados que habìan acompañado a Pedro, quedaron asombrados de que el don del Espìritu Santo se hubiera posado tambièn sobre los gentiles, pues los oìan hablar lenguas y glorificar a Dios...Pedro los bautizò en nombre de Cristo y les predicò el evangelio, la resurrecciòn y la promesa de perdoanr los pecados. Asi Dios, concediò a los gentiles incircuncisos la penitencia para la vida. Entonces, la humanidad entera que siguera a Jesùs, ya podrìa recibir el nombre colectivo de : Cristianos. La Iglesia de Antioquia ( Siria ) continuarìa orientando su principal impulso hacia el mundo de los gentiles, mientras que la de Jerusalèn, continuarìa siendo ortodoxa y conservadoramente judìa.
Al paso del tiempo, los cristianos surgieron como un brote del judaìsmo durante el siglo I y en cosa de tres siglos màs, soportàndolo todo, hasta lo imposible y predicando su doctrina en las catacumbas, llegaron a ser la religiòn oficial de todo el Imperio Romano. Se iniciò asì, una tradiciòn de suscesiòn apostòlica que ha llegado hasta nuestros dìas con una jerarquìa uniforme y muy bien organizada, fundamentada en el negocio de los intangibles, los milagros, la redenciòn de los pecados, los santos, la apariciòn de virgenes y los milagros...
Por su parte, los judìos ortodoxos, rechazaròn a los judios cristianos por haber huìdo de Jerusalèn en el año 66. Fueron considerados traicioneros. La destrucciòn de Jerusalèn en el año 70- cede cristiana central, pero ocupada por los ortodoxos-, fue vista como un castigo de Dios por rechazar al mesias Jesucristo. Desde ese entonces, los bandos se separaron del judaìsmo y optaron por desarrollar su propia liturgia: En vez de celebrar el sabado judio, se reunìan en la tarde de los domingos, dìa de la resurrecciòn. El momento màs sagrado era el ofrecimiento del pan y del vino: La Eucaristìa, que simboliza el cuerpo y la sangre de Jesùs. Posteriormente, todos los judios fueron expulsados de la Ciudad Santa y a Judea se le diò el nombre de Palestina, en honor a los filisteos, enemigos acerrimos de Isrrael.
En el año 305, el Imperio Romano se habìa dividido en dos partes: Una oriental y otra occidental. El caos era el denominador comùn. Cuenta la leyenda que al Emperador Constantino (astuto negociador), se le apareciò una gran cruz envuelta en llamas antes de una importante batalla y que fue ahì, donde se convirtiò en cristiano. Se dice que protegiò la libertad religiosa y concediò por primera vez a los cristianos, su estatuto legal y protecciòn oficial, toda vez que no causaran problemas a los fieles al judaìsmo. En el año de 324, uniò al Imperio Romano bajo el signo de la Cruz y trasladò a Bizancio, la nueva Roma, que estarìa consagrada al culto de Jesucristo...Habìan quedado atràs, las supuestas, persecuciones de Neròn. Fue aquella, el inicio de una nueva era: Un solo imperio, un solo Dios y millones de personas que abrazaròn la nueva fe y la doctrina de Jesùs, hàbilmente promovida y promocionada, mediante la idea del fin del mundo, la resurrecciòn de los muertos y el perdòn de los pecados, pasando a ser asi, la religiòn de inmensas mayorìas donde sòlo la Iglesia Catòlica posee la verdad teològica absoluta, el sentido de las escrituras y los derechos de exclusividad eterna del superestar de Cristo...Colorìn colorado...
¿Semana Santa o vacacional ? Ese es otro cuento...
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