La dinàmica en que el mundo se mueve, jamàs se detiene: Giramos y giramos de manera incesante e intensiva dentro de un espacio cosmico inmenso e infinito que resulta impredecible para la insignificante y no menos trascendente capacidad humana...Existe un mundo subatòmico, donde todo es posible. Se trata de un mundo fantasma que sòlo tiene presencia si es tomado en cuenta en algunas observaciones realizadas con sofisticadas y muy complejas tecnologìas. Mientras eso no sucede, todo es relativo, circunstancial y muy azaroso. Sin embargo, todo ese submundo, nos habla de la existencia de cuestiones, aunque invisibles para el ojo humano, con existencia propia y trascendencia en nuestras vidas cotidianas...¿Serìa posible que emanaciones de energìa mental, que entre todos los terricolas generamos - y que no resultan visibles - pudiesen influir en las alteraciones del mundo fàctico en el que todos discurrimos?.
Tomemos como ejemplo a un equipo deportivo: ¨Hemos ganado y este triunfo, nos servirà como aliciente para nuestros futuros encuentros¨...¿Quiere esto decir, que esa vibraciòn de entusiasmo que provoca el triunfo, podrìa funcionar para crear una ola de vibraciones optimistas para convertirse en màs acertivos?. Todo indica que asi es, porque los deportistas por lo menos, si muestran una mejor actitud ante sus consecuentes compromisos, y màs cuando el equipo vuelve a ganar, eso constituye ya toda una racha de aciertos...
¿Què estaremos vibrando los humanos, para que nuestro mundo se estè diluyendo en una dinàmica de absurdos y contradicciones por demàs innecesarias y que pueden terminar en una serie de escenarios catastròficos de magnitudes impensables?
Desconocemos los còdigos de operatividad de ese submundo atòmico que nos rodea y envuelve a cada instante de nuestras vidas. Aùn no sabemos como es que opera y cuantas cosas y situaciones determina y condiciona y concluye. Se trata de un submundo tan sutil, tan excitable y tan maleable que cualquier vibraciòn energètica lo afecta y altera. Somos seres de dos mundos: El del macro y el del micro. Cada uno tiene sus propias leyes de operatividad. Siempre nos hemos manejado- por lo menos la inmensa mayorìa-, en el macro y hemos logrado avances espectaculares dentro de su dinàmica. Pero en lo que atañe al mundo del micro, sòlo algunos seres con dones especiales, juran y perjuran que logran conseguir resultados insòlitos e increibles, al alterar o hacer uso de su funcionamiento...Y que inclusive, la incursiòn por esos espacios, les permite intervenir en los campos de operatividad de otros seres, ya sea para bien o para mal...
Buda, se referìa a la ley del Karma, como aquella acciòn que tendrìa siempre una repercusiòn de acuerdo a la intenciòn del involucrado lo quiera o no : ¨Dejen que cada quièn reciba lo que merece¨. Es decir, segùn lo que hagas es lo que recibiràs...Toda acciòn recibe a cambio una reacciòn... Visto esto asi, nadie se escapa de la ley del Karma...Pero en nuestro mundo, al parecer, a muy pocos seudodirigentes importa...
Nuestro mundo, nuestros representantes, la gente misma, emitimos y recibimos ondas energèticas. Somos seres en constante dinàmica y actividad que por el sòlo hecho de pensar, ya estamos inmersos dentro del submundo atòmico de las vibraciones y lo queramos o no, estamos interfiriendo en la dinàmica de nuestro espacio y de otros espacios...Solo que muchas de las vibraciones que recibimos, sobre todo a ùltimas fechas, estàn siendo enviadas por gente absurda y altamente enfermiza, para provocarnos determinados estados de ànimo que sin desearlo, parece que facilitan,, intensifican e intensivan la apariciòn de un mundo altamente descompuesto que empieza a generar zozobra y mucho temor en todo nuestro, aùn, hermoso planeta...
Nuestros pensamientos, no deben de dar entrada a las vibraciones que emiten mentes enfermizas y que logran impregnar el cosmos con ellas, porque como receptores que somos de esas ondas energèticas, quizàs estamos fomentando, por desconocimiento de esos còdigos subatòmicos, el mundo que esos malos dirigentes desean auxiliàndolos con nuestras ondas vibratorias. Marx postulaba que una sociedad se modificaba al momento que las contradicciones pasaban de una cantidad a una postura de cualidad y que ese cambio cualitativo generarìa la apariciòn de una nueva clase social distinta con una propuesta econòmica diferente.
Pero, ¿còmo cambia mentalmente una sociedad?.
A travès de un pensador fuerte, de ideas distintas que se impregnan en el cosmos y que gente con sensibilidad, las logra captar y las hace propias y las repercute a los demàs, como sucede con los chistes y los rumores!!! De esa manera es que se modifica una sociedad mentalmente. Sì somos emisores y receptores de ondas energèticas aunque desconozcamos los còdigos de operatividad del submundo atòmico... Intentemos crear esos espacios de pensamientos fuertes desde nuestros micromundos, dando cabida a vibraciones energèticas llenas de humanismo, sin dar entrada a vibraciones de contenido destructivo emanadas de mentes enfermizas, hagamos de nuestras acciones ejemplo del buen Karma y optemos por la apariciòn de un mundo vibracional màs pleno y justo para todos, donde reine siempre la paz y el optimismo...
Tomemos como ejemplo a un equipo deportivo: ¨Hemos ganado y este triunfo, nos servirà como aliciente para nuestros futuros encuentros¨...¿Quiere esto decir, que esa vibraciòn de entusiasmo que provoca el triunfo, podrìa funcionar para crear una ola de vibraciones optimistas para convertirse en màs acertivos?. Todo indica que asi es, porque los deportistas por lo menos, si muestran una mejor actitud ante sus consecuentes compromisos, y màs cuando el equipo vuelve a ganar, eso constituye ya toda una racha de aciertos...
¿Què estaremos vibrando los humanos, para que nuestro mundo se estè diluyendo en una dinàmica de absurdos y contradicciones por demàs innecesarias y que pueden terminar en una serie de escenarios catastròficos de magnitudes impensables?
Desconocemos los còdigos de operatividad de ese submundo atòmico que nos rodea y envuelve a cada instante de nuestras vidas. Aùn no sabemos como es que opera y cuantas cosas y situaciones determina y condiciona y concluye. Se trata de un submundo tan sutil, tan excitable y tan maleable que cualquier vibraciòn energètica lo afecta y altera. Somos seres de dos mundos: El del macro y el del micro. Cada uno tiene sus propias leyes de operatividad. Siempre nos hemos manejado- por lo menos la inmensa mayorìa-, en el macro y hemos logrado avances espectaculares dentro de su dinàmica. Pero en lo que atañe al mundo del micro, sòlo algunos seres con dones especiales, juran y perjuran que logran conseguir resultados insòlitos e increibles, al alterar o hacer uso de su funcionamiento...Y que inclusive, la incursiòn por esos espacios, les permite intervenir en los campos de operatividad de otros seres, ya sea para bien o para mal...
Buda, se referìa a la ley del Karma, como aquella acciòn que tendrìa siempre una repercusiòn de acuerdo a la intenciòn del involucrado lo quiera o no : ¨Dejen que cada quièn reciba lo que merece¨. Es decir, segùn lo que hagas es lo que recibiràs...Toda acciòn recibe a cambio una reacciòn... Visto esto asi, nadie se escapa de la ley del Karma...Pero en nuestro mundo, al parecer, a muy pocos seudodirigentes importa...
Nuestro mundo, nuestros representantes, la gente misma, emitimos y recibimos ondas energèticas. Somos seres en constante dinàmica y actividad que por el sòlo hecho de pensar, ya estamos inmersos dentro del submundo atòmico de las vibraciones y lo queramos o no, estamos interfiriendo en la dinàmica de nuestro espacio y de otros espacios...Solo que muchas de las vibraciones que recibimos, sobre todo a ùltimas fechas, estàn siendo enviadas por gente absurda y altamente enfermiza, para provocarnos determinados estados de ànimo que sin desearlo, parece que facilitan,, intensifican e intensivan la apariciòn de un mundo altamente descompuesto que empieza a generar zozobra y mucho temor en todo nuestro, aùn, hermoso planeta...
Nuestros pensamientos, no deben de dar entrada a las vibraciones que emiten mentes enfermizas y que logran impregnar el cosmos con ellas, porque como receptores que somos de esas ondas energèticas, quizàs estamos fomentando, por desconocimiento de esos còdigos subatòmicos, el mundo que esos malos dirigentes desean auxiliàndolos con nuestras ondas vibratorias. Marx postulaba que una sociedad se modificaba al momento que las contradicciones pasaban de una cantidad a una postura de cualidad y que ese cambio cualitativo generarìa la apariciòn de una nueva clase social distinta con una propuesta econòmica diferente.
Pero, ¿còmo cambia mentalmente una sociedad?.
A travès de un pensador fuerte, de ideas distintas que se impregnan en el cosmos y que gente con sensibilidad, las logra captar y las hace propias y las repercute a los demàs, como sucede con los chistes y los rumores!!! De esa manera es que se modifica una sociedad mentalmente. Sì somos emisores y receptores de ondas energèticas aunque desconozcamos los còdigos de operatividad del submundo atòmico... Intentemos crear esos espacios de pensamientos fuertes desde nuestros micromundos, dando cabida a vibraciones energèticas llenas de humanismo, sin dar entrada a vibraciones de contenido destructivo emanadas de mentes enfermizas, hagamos de nuestras acciones ejemplo del buen Karma y optemos por la apariciòn de un mundo vibracional màs pleno y justo para todos, donde reine siempre la paz y el optimismo...
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