Lo sabios del Oriente creen que una de las principales metas de la vida consiste en eliminar todo sufrimiento y alcanzar la felicidad suprema...
A lo largo de toda la existencia de la especie animal hombre-mujer, el sufrimiento y la angustia mental han sido abordados desde muchos àngulos...Se ha dicho y escrito demasiado al respecto, pero los hallazgos obtenidos han resultado ser tan precarios e insuficientes, que hemos tenido que vivir siempre instalados en la zozobra y con el temor del aniquilamiento a manos de los màs poderosos, alejados de los principales goces que tambièn, sin duda, depara la vida pero que sòlo los màs sabios logran distinguir, apreciar, practicar y disfrutar...
Ya no hay duda de que como especie, nos encontramos en un tiempo de transiciòn. Estamos instalados en el ojo mismo del huracàn y muchos, por hambre, y otros por posiciones territoriales, poder y dinero, se estàn empezando a empantanar rumbo a un enfrentamiento sin precedentes en toda la historìa de nuestra civilizaciòn...
Las principales voces del mundo, claman por la paz en sus mensajes; sin embargo, las intervenciones de guerra, estàn empezando a proliferar con mayor y gran intensidad en varios frentes y de unos meses a la fecha, las alertas rojas, se empiezan a vislumbrar con mayor brillo e intensidad, en zonas muy especificas y claramente identificadas...El intervencionismo militar, se empieza a posesionar de nueva cuenta de nuestra tierra.
El espionaje cibernètico, empieza a poner en riesgo el control de muchas vidas: Los demòcratas y los socialistas se empiezan a alistar de nueva cuenta, existe el peligro de un ataque aniquilante y sorpresivo de los ¨enemigos¨ que nos arrastrarìa a todos. No se sabe cuàl es la mejor forma de gobernar: En ambas ideologìas han existido y hay, muchas fallas. Los bandos reclaman en sus discursos que la suya es la mejor forma de conducir y gobernar a sus ciudadanos. Cada uno se justifica argumentando que los ¨otros¨, representan un grave peligro para la convivencia y la paz en el planeta.
Supongamos que se desatara un conflicto bèlico sin precedentes, entre las dos Coreas y los Estados Unidos, o entre Iràn e Isrrael y los Estados Unidos o entre Chile y Bolivia o entre Guatemala y Belice o Venezuela y Colombia y Estados Unidos y Cuba ¿ Què harìa usted ? ¿ Còmo abordarìa ese sufrimiento?
La respuesta no resulta nada sencilla, ¿verdad? Bien, voy a proponer alguna:
En la atenciòn psicoterapeùtica, existe una forma de proceder y abordar el sufrimiento humano: La Terapia Mìstica...
Pero, ¿ En què consiste la terapeùtica mìstica ? Primero hay que aclarar lo que no es la terapia mìstica como se piensa de manera equivocadamente: Se tiende a relacionar lo mìstico con una variedad de imàgenes extrañas, espirituales, con gurùs barbados envueltos en tùnicas, rodeados de un sequito de fieles adoradores; de santos absortos en visiones abstractas y confusas, ermitaños ascèticos que meditan en cuevas, inciensos, dietas vegetarianas, ayunos, cantos danzas...Es decir, todo un carnaval repleto de Folklore integrado por gente alucinada sumidos en pràcticas excèntricas que representan una mescolanza de filosofìas y extrañas tècnicas. Todas estas imàgenes, estàn muy lejos de ser verdad...
La terapia mìstica, habla en su esencia de como abordar el sufrimiento humano. Propone que el hombre ignora su verdadera naturaleza y que es esa ignorancia la que lo conduce a una vida dolorosa e inùtil. Describe un sendero que lleva a un nivel superior de existencia, infinitamente màs deseable que el nivel en que la mayorìa de la gente conduce su vida. No ofrece tratamiento alguno en el sentido estricto de esa palabra, sino que al lograr la principal meta del misticismo- la experiencia del YO verdadero-, propone profundos atenuantes para el sufrimiento humano. Y esto no tiene nada que ver con la asociaciòn hacia lo sagrado o con la creencia en algùn Dios en particular. La terapia mìstica, asocia lo sagrado con el irreconciliable YO verdadero que todos llevamos dentro. La tradiciòn mìstica establece una sencilla ecuaciòn: YO VERDADERO IGUAL A DIOS, YO SOY DIOS!!!
Un principio bàsico y fundamental del misticismo es que la realidad, como la percibimos comunmente, resulta ser una distorciòn y que gran parte del sufrimiento humano, es la consecuencia de creer en esa visiòn distorsionada...
Dice la terapia mìstica: Detràs de tus pensamientos, imàgenes y falsos deseos, està la conciencia y allì es donde tù estas, en el mundo interior, en tu hogar, y ese, es el reino de los cielos, ahì estas con Dios...
Un individuo que ya no està dominado por las motivaciones que se derivan del yo falso, logra una percepciòn y un conocimiento diferentes y los sìntomas de alteraciòn que corresponden a la forma previa de conciencia, tienden a desaparecer.
Asì pues, dicen los verdaderos sabios, hay que fortalecer al YO observador, aniquilar al yo falso cada vez que haga su apariciòn y esto va a permitir conocer las verdaderas motivaciones propias y con ello las autènticas posibilidades de cambio que propicien alcanzar la felicidad suprema, en un mundo convulso, siempre al borde de la catàstrofe y la hecatòmbe... Què importan las guerras, las luchas por el poder, por los territorios o por el dinero- lo cual, al parecer, jamàs desapareceràn-, si la soluciòn a tanto sobresalto, descalabro y desilusiòn, siempre se encuentra en el interior de nosotros mismos donde somos portadores de un contenido Divino que es inmortal...
A lo largo de toda la existencia de la especie animal hombre-mujer, el sufrimiento y la angustia mental han sido abordados desde muchos àngulos...Se ha dicho y escrito demasiado al respecto, pero los hallazgos obtenidos han resultado ser tan precarios e insuficientes, que hemos tenido que vivir siempre instalados en la zozobra y con el temor del aniquilamiento a manos de los màs poderosos, alejados de los principales goces que tambièn, sin duda, depara la vida pero que sòlo los màs sabios logran distinguir, apreciar, practicar y disfrutar...
Ya no hay duda de que como especie, nos encontramos en un tiempo de transiciòn. Estamos instalados en el ojo mismo del huracàn y muchos, por hambre, y otros por posiciones territoriales, poder y dinero, se estàn empezando a empantanar rumbo a un enfrentamiento sin precedentes en toda la historìa de nuestra civilizaciòn...
Las principales voces del mundo, claman por la paz en sus mensajes; sin embargo, las intervenciones de guerra, estàn empezando a proliferar con mayor y gran intensidad en varios frentes y de unos meses a la fecha, las alertas rojas, se empiezan a vislumbrar con mayor brillo e intensidad, en zonas muy especificas y claramente identificadas...El intervencionismo militar, se empieza a posesionar de nueva cuenta de nuestra tierra.
El espionaje cibernètico, empieza a poner en riesgo el control de muchas vidas: Los demòcratas y los socialistas se empiezan a alistar de nueva cuenta, existe el peligro de un ataque aniquilante y sorpresivo de los ¨enemigos¨ que nos arrastrarìa a todos. No se sabe cuàl es la mejor forma de gobernar: En ambas ideologìas han existido y hay, muchas fallas. Los bandos reclaman en sus discursos que la suya es la mejor forma de conducir y gobernar a sus ciudadanos. Cada uno se justifica argumentando que los ¨otros¨, representan un grave peligro para la convivencia y la paz en el planeta.
Supongamos que se desatara un conflicto bèlico sin precedentes, entre las dos Coreas y los Estados Unidos, o entre Iràn e Isrrael y los Estados Unidos o entre Chile y Bolivia o entre Guatemala y Belice o Venezuela y Colombia y Estados Unidos y Cuba ¿ Què harìa usted ? ¿ Còmo abordarìa ese sufrimiento?
La respuesta no resulta nada sencilla, ¿verdad? Bien, voy a proponer alguna:
En la atenciòn psicoterapeùtica, existe una forma de proceder y abordar el sufrimiento humano: La Terapia Mìstica...
Pero, ¿ En què consiste la terapeùtica mìstica ? Primero hay que aclarar lo que no es la terapia mìstica como se piensa de manera equivocadamente: Se tiende a relacionar lo mìstico con una variedad de imàgenes extrañas, espirituales, con gurùs barbados envueltos en tùnicas, rodeados de un sequito de fieles adoradores; de santos absortos en visiones abstractas y confusas, ermitaños ascèticos que meditan en cuevas, inciensos, dietas vegetarianas, ayunos, cantos danzas...Es decir, todo un carnaval repleto de Folklore integrado por gente alucinada sumidos en pràcticas excèntricas que representan una mescolanza de filosofìas y extrañas tècnicas. Todas estas imàgenes, estàn muy lejos de ser verdad...
La terapia mìstica, habla en su esencia de como abordar el sufrimiento humano. Propone que el hombre ignora su verdadera naturaleza y que es esa ignorancia la que lo conduce a una vida dolorosa e inùtil. Describe un sendero que lleva a un nivel superior de existencia, infinitamente màs deseable que el nivel en que la mayorìa de la gente conduce su vida. No ofrece tratamiento alguno en el sentido estricto de esa palabra, sino que al lograr la principal meta del misticismo- la experiencia del YO verdadero-, propone profundos atenuantes para el sufrimiento humano. Y esto no tiene nada que ver con la asociaciòn hacia lo sagrado o con la creencia en algùn Dios en particular. La terapia mìstica, asocia lo sagrado con el irreconciliable YO verdadero que todos llevamos dentro. La tradiciòn mìstica establece una sencilla ecuaciòn: YO VERDADERO IGUAL A DIOS, YO SOY DIOS!!!
Un principio bàsico y fundamental del misticismo es que la realidad, como la percibimos comunmente, resulta ser una distorciòn y que gran parte del sufrimiento humano, es la consecuencia de creer en esa visiòn distorsionada...
Dice la terapia mìstica: Detràs de tus pensamientos, imàgenes y falsos deseos, està la conciencia y allì es donde tù estas, en el mundo interior, en tu hogar, y ese, es el reino de los cielos, ahì estas con Dios...
Un individuo que ya no està dominado por las motivaciones que se derivan del yo falso, logra una percepciòn y un conocimiento diferentes y los sìntomas de alteraciòn que corresponden a la forma previa de conciencia, tienden a desaparecer.
Asì pues, dicen los verdaderos sabios, hay que fortalecer al YO observador, aniquilar al yo falso cada vez que haga su apariciòn y esto va a permitir conocer las verdaderas motivaciones propias y con ello las autènticas posibilidades de cambio que propicien alcanzar la felicidad suprema, en un mundo convulso, siempre al borde de la catàstrofe y la hecatòmbe... Què importan las guerras, las luchas por el poder, por los territorios o por el dinero- lo cual, al parecer, jamàs desapareceràn-, si la soluciòn a tanto sobresalto, descalabro y desilusiòn, siempre se encuentra en el interior de nosotros mismos donde somos portadores de un contenido Divino que es inmortal...
No hay comentarios:
Publicar un comentario