miércoles, 21 de agosto de 2013

EL DETERMINISMO

En este mundo: ¡ENFERMOS TODOS!!!

Ningùn otro animal en el planeta resulta ser tan problemàtico, angustiado, preocupado, tenso, extremista, mentiroso, deshonesto, manipulador y temeroso como el animal llamado hombre y mujer: ENFERMOS TODOS!!!

A todo lo anterior, habrìa que agregarle la gran imposiblidad de no poder alcanzar la tan anhelada, llevada y traìda felicidad...Nadie acepta quien es, ni que representa. Eso acompaña inquietud, sufrimiento y por supuesto, infelicidad...El eterno cìrculo del absurdo de los terrìcolas...

Màs sin embargo, hay que aceptar que resultamos ser tambièn seres altamente contradictorios y que nuestras realizaciones, casì nunca nos satisfacen, de no ser de manera momentànea y superficial, porque intuimos que no existe nada tan fatal que realizar un ideal, ya que un deseo concluìdo, conduce a otro nuevo deseo y asì hasta el infinito, lo cual mina nuestro bienestar personal, impidièndonos conseguir la paz, la tranquilidad y nuestra propia felicidad, quizàs por eso, las mayorìas vivan sin memoria ni previsiòn soportando su miseria humana en derrota eterna sin visos de autosuficiencia porque piensan de que vivir bien la vida depende de que no se le conozca demasiado bien, niegan que el amor candido a la vida es una vil mentira y que la felicidad, cuando se consigue, muere cuando no es compartida.

 Aùn asì, el conflicto y el  mismo mal, no resultan ser situaciones tan negativas como parece. Son cuestiones muy reales y vièndolas con ojos de sabidurìa, son estadìos que hay que cursar rumbo hacia la plenitud y el bien... Nuestras luchas, nadie lo podrìa negar, estàn comprendidas dentro de las leyes del crecimiento: Somos seres que nos edificamos en las tensiones, en las tormentas y tempestades, dentro de las coordenadas de un mundo convulso; es en esas àreas donde el animal hombre y mujer estructuran su caràcter y templanza, donde obtenemos estatura completa y damos forma racional a nuestras compulsiones, tranformàndolas en responsabilidades reconstructivas. No se realiza nada grande sin pasiòn ni sufrimiento. Al parecer la vida no està hecha para la felicidad, sino para la lucha y el triunfo. La historìa de la humanidad, nunca ha sido teatro de paz o de placer y felicidad perdurable. El dolor es un estìmulo bàsico necesario para la lucha de la existencia. Si todos los males fueran erradicados y las luchas concluyeran, el tedio y el aburrimiento aparecerìan de inmediato y se convertirìan  en algo tan intolerable como el dolor mismo. La felicidad  en el devenir històrico ha sido como lienzos sin contenido, donde los acaudalados y dirigentes descansan sumidos en el tedio, sin ocupaciòn alguna. Esa es su concepciòn del paraiso, se la pasan en el alcohol, las drogas y los  placeres, inventando males para la gente comùn sumida en sus eternas necesidades cotidianas, difìcilmente satisfechas...

La satisfacciòn anodina, es indigna de los seres despiertos, crìticos que estàn dispuestos siempre a resolver las contradicciones vitales a sabiendas de que son parteros del futuro. Para ellos, se trata de resolver el infierno terrenal, porque saben que la vida es eterna guerra por doquier; en la naturaleza vemos lucha, competencia, conflicto y alternancia suicida pendular, hacia adelante y hacia atràs, entre la victoria y la derrota: Todos luchamos, todos deseamos el espacio y tiempo y la materialidad de los otros, queremos someter a la naturaleza misma como si fuera un objeto de nuestro uso exclusivo y eternamente...Aùn màs: somos lobos hambrientos que se enfrentan a hienas insensatas y aventuradas...

Nuestra historia, es un conjunto de historìas que se resuelven en la sìntesis de los opuestos, tratando a toda costa de librar el dolor, de evitar la derrota: Todo dura un momento y luego todo se precipita!!!

Hay que aceptarlo, es nuestra propia enfermedad la que lamentablemente provoca el dinamismo existencial del animal llamado humano, pero al mismo tiempo, la desdicha es que pese a todos los cambios y la complejidad de los acontecimientos, siempre somos los mismos y que continuamos persiguièndo las mismas metas que ayer y que continuaremos persiguièndolas. Todos los acontecimientos se repiten a pesar de circunstancias especiales, de costumbres y maneras en todas partes, pese a los diferentes lenguajes, siempre se trata de la misma humanidad y asi serà mientras seamos la misma civilizaciòn. Se trata de una humanidad representada por el cìrculo de la eterna recurrencia: La ilusiòn, la esperanza y la locura.

Siempre se ha dicho lo mismo y siempre se ha actuado de la misma manera. La locura nos asiste como un gran auxilio para evitar los sin sabores de nuestro transitar existencial. Esa locura, es una ruptura salvadora en la continuidad de la consciencia atrapada en eternas contradicciones  de las cuales se piensa que sòlo olvidàndolas podremos sobrevivir ya que al resolverlas, estarìamos inmersos en el camino eterno del surgimiento de nuevas contradicciones, no superando nunca nuestras  ancestrales herencias: La realidad ineludible del determinismo en busca del paraìso perdìdo del cual Dante jamàs pudo hablar por falta de datos.

Pero instalados en nuestras contradicciones, en nuestra locura, siempre serà mejor haber luchado y perdido que no haber luchado por temor al ridiculo o la muerte. No se trata de conseguir felicidad sino de aprovechar oportunidades para ejercer capacidades y agudizar nuestra fuerza y estimular nuestro crecimiento para ser dignos de vivir una existencia de deleite: Es necesario vivir valientemente para morir bien, incluso a costa del dolor, nuestras contradicciones, la desilusiòn y nuestra enfermedad.

Nunca desconocer que el mundo no està en nuestra contra, que simplemente es materia bruta, informe, amorfa en nuestras manos y que somos nosotros quienes formamos el cielo o el infierno segùn nos comportemos ante nuestra contradicciones. Las mayorìas esperan mucho del mundo, cuando que lo primordial es conseguir alimento y vestido que todo lo demàs se darà por añadidura...ENFERMOS TODOS!!!

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