viernes, 20 de septiembre de 2013

IDEAS

Las noticias màs recientes en Mèxico se han convertido en  toda una danza que va y viene: Desaparecidos, momentos difìciles, solidaridad, lluvias heladas y asfixiantes. Cambios de ritmo, de un dìa para otro como un vals que va y viene, otra vez y otra vez, y da la impresiòn que siempre y no termina, al alba y en la tarde y un panorama lloviendo desolaciòn y tristeza, lodo hùmedo sumamente espeso y chicloso, veneno en el màs alto grado y los letreros de peticiones tan inùtiles como exasperados que dan la impresiòn de que nadie los visualiza...Y ahora que llueve, la gente se siente abandonada por Dios y lo mejor del dìa es lo peor, dar y dar vueltas para ver el què y el còmo y los que saben que digan el por què, resulta que nadie lo conoce, pues la naturaleza remarca su poderìo y mientras, miles, millones de damnificados y cientos de muertos y desaparecidos, gente pobre en los miles de sobrevivientes, ahogàndose, sorteando lo peor, trajin sin alma de lodo encajonado, son tierras grises y negras y grises y tristes...Lucha eterna entre ricos y  pobres. Las luchas de los pobres son horrendas, siempre rodeadas de azar, de incertidumbre, cerros que sepultan casuchas que  se convierten en basureros y mercados de segunda, sin frutas, frijol, manteca, camisas, zapatos, carne, huevos, pollo, pescado. ¿Mercados de segunda? repletos de moscas, gordas, verdes, zumbadoras, lodo como para morir asfixiado, carritos tirados por caballos flaquìsimos, por hambre, mucha gente en la calle con lodazales y excrementos, mortajas para todos, muchos muertos y cientos, miles de desprotegidos y desamparados y el vaiven que va y viene y los ricos solo observàndolos por la televisiòn: papel, mosquitos, moscas, basura, jacales, desperdicios, animales, perros famèlicos, cocodrilos desorientados y extraviados y una bandera roja en muchos Estados en pie de lucha pero en un mar de mierda desbordado, color caca: ¡echen ese techo abajo! ¿no ven que se està pandeando? ¿Quieren una matanza de criaturas? ¡Jesùs del huerto, Dios mìo santo!...

Los mexicanos somos una raza pasiva y nada agerrida como se pensaba. Soportamos todo estoicamente. No nos agrada el conflicto. Predomina en nosotros el buen humor, la cortesia y el ritual, pero ahora estamos de negro, enlutados. Los placeres naturales, sus colores, se convirtieron en tragedia. Las flores y la mùsica no nos consuelan y  aunque somos afectos a las fiestas  ahora se han convertido en velorios y entierros, sin cesar. ¿Si? ¿Serà? Pobreza y desgracia sòlo igual en Africa, en la India, en Centroàmerica, que yo haya visto...

Ahora en Mèxico, los pobres son cosa fea, llenos de ignorancia y torpeza. El lema de Tierra y libertad del gran Zapata, quedò sepultado,  muy atràs, muy hondo, fue una utopìa, nunca hubo las condiciones para que triunfara. Para que todos comieran se tenìa que invertir mucho dinero y nunca hubo el suficiente, como lo que ahora sucede. La gente pide y pide y nunca alcanza, menos ahora, con tanta agresiòn y embestida de la naturaleza. Son muchos los pobres 60 millones y nadie puede absorberlos. Eso no es una teorìa, es un hecho, una realidad, eso nadie lo puede negar màs ahora en esos 23 de los 32 Estados   que conforman toda la Repùblica mexicana. La estructura cultural no los puede integrar, son siempre esos pobres los que pagan el precio de lo natural: Las oportunidades no son parejas para todos, ahì esta Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacàn y  ahora varios Estados màs...

Parece todo esto un gran mal, ¿pero hay que verlo como un mal necesario o irremediable? Creo que no. ¿o si?
¿Puede haber progreso mientras haya alrededor cientos, miles, millones de pobres mexicanos embrutecidos, llenos de carencias, enfermedades, hambre y mucho desànimo, extendiendo sus manos ineptas hasta para recibir limosnas?

No hace falta un Plan Nacional o Pacto Nacional, como creen los sabios y como quieren hacernos pensar los polìticos seudodirigentes. Es ingenuo pensar asì. Propongan cualquier plan ¿Còmo van a emplear a tanto analfabeto? ¿ En què? No hay dinero suficiente para capacitarlos para prepararlos, son tantos...

¿ Se podrà uno sentir instalado en el progreso verdadero mientras las mayorìas padecen carencias y no necesariamente por las tragedias naturales o a pesar de ellas en el ir y venir eterno?

En Mèxico el olvido de los muchos es cotidiano. ¿ Cuàl lucha social ? ¿ cuàl educaciòn? ¿ cuàles maestros? ¿Cuàl presupuesto? ¿ no existe una siniestra razòn en lo que narro? Creo que si: ¡ Se trata del natural olvido de los muchos y los privilegios, siempre, de los pocos!

Pues èsta es la sorpresa: El Mèxico del despertar de la Naciòn! El de los pobres que estallaràn por un milagro al revès fundamentado en la desgracia: Los embates de la naturaleza que han rebasado la planeaciòn de la cruzada por el hambre de la Sedesol. Todos ellos que son millones, estallaràn, no cabe duda, han quedado como nunca al descubierto pese a los maquillajes de los manipuladores y enfermizos medios de comunicaciòn del paìs...Se gesta en todo el territorio una explosiòn de violencia y anarquìa. Resulta paradògico que para avanzar el pueblo, sobre todo el de los pobres, deba morir...Pero gracias a los embates de la naturaleza, se avanzarà ciertamente. Ahora todo puede suceder, menos que la gente necesitada quede reducida a supuestas cifras estadìsticas: El milagro apareciò al revès, sin las leyes ni las tareas planificadas por el hombre mexicano dirigente: ¡Gracias Dios mìo por mandarnos la desgracia, sòlo asi nos vieron y nos dieron de comer!
¿Podràn someter a los necesitados embestidos por las fuerzas de la naturaleza? ¿ Somos una raza pasiva y nada aguerrida como se pensaba? Ideas que van y vienen en lluvias desoladas, llenas de trsiteza, heladas y asfixiantes de cientos de muertos y desaparecidos pobres, sorteàndolo todo, trajin del alma que va y viene una y otra vez  tan sòlo por comer...

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