Hace ya algún tiempo, me encontré con un amigo en un café y me dijo:
- Vamos, cuéntame ¿ Qué viste en ese país que visitaste ?
Y le expliqué:
-He visto que en varias de sus ciudades, mucha gente tenía cara de tristeza y de preocupación. Y el Ejercito y sus Marinos hacían rondines por sus calles día y noche, armados hasta los dientes, con sus rostros cubiertos con pasamontañas en color negro.
-Sígueme contando, ¿ Qué más viste ?- me apresuraba mi amigo.
-Al llegar a uno de sus puertos, las olas del mar estaban rojas, como ensangrentadas y el cielo era negro como presagiando un tremendo vendaval, del cual sus pobladores difícilmente podrían salir ilesos. La penumbra fría y densa presagiaba muerte y desgracias. En ese puerto apocalíptico, todo calaba hondo y reinaba el desconcierto.
-Y ¿qué más?
-Me topé con un lanchero que me dijo que ahí vivía Alí Baba y sus cuarenta ladrones y que habían expulsado a Simbad el Marino para siempre y que ya no hallaban la manera de atraparlos. Qué muchas personas habían muerto y por eso es que el mar estaba tan ensangrentado.
Mi amigo quedó sorprendido, hizo una pausa y arremetió:
-Qué más viste?
- No, más bien escuché por la radio a su gobernante proponiéndo un plan de seguridad para todos los ciudadanos de ese puerto.
Mi amigo tuvo un sobresalto y dijo:
-Algo así como Aladino y la lámpara Maravillosa?
-No, que va!
-Vamos, sigue contando. Qué más viste?
-Fue todo, después de eso, no volví a ver nada...Ah! Si, unas Sirenas en una roca, arrojando sus lagrimas en el mar...
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