Necesitamos ya de un cambio global que concluya con la etapa de las polìticas restrictivas que cancelan las libertades. En el Informe de Latinobaròmetro 2011 el 60% de los encuestados, no cree que el gobierno mexicano pueda cambiar la realidad de sus gobernados. Sòlo un 31% cree que el Estado sirva para atender los asuntos prioritarios de la sociedad. Honduras, Republica Dominicana y Guatemala, estàn peor. En materia de seguridad y combate a la delincuencia, el 60% considera que el Estado mexicano es incompetente para enfrentarla y atender la demanda. En cuanto al cumplimiento con la ley, sòlo el 19% cree que se cumple con su aplicaciòn, Perù y Bolivia, estàn peor que nostros.
Por eso hay que entender con mucha claridad, que la sociedad pertenece al hacer del individuo y no de los gobiernos y que lo principal es la existencia humana misma.
La libertad no es una prerrogativa, algo concedìdo, sino una obligaciòn, un deber, una necesidad que hay que ejercer a cada instante para que valga la pena vivir y morir con dignidad. Esto por fortuna, ya està entendièndose en todas las sociedades del planeta.
Estamos entrando al ciclo de la crìtica social directa a los poderes pùblicos y sus directrices econòmicas neoliberales y globalizadoras que impiden y cancelan toda posibilidad de la devoluciòn del poder a la sociedad, afectando a la vida comunitaria entera.
Estamos tratando de vivir màs allà del absurdo cotidiano, rompièndo con las intituciones desgastadas que sostienen lo impuesto y establecìdo por unos cuantos dirigentes a los que se les ha dejado en sus manos nuestro destino. La mejor manera de servir a tan noble causa de autodirección, para covertirnos en rectores de nuestras vidas, es manifestar a travès de conductas y comportamientos, modos de expresiòn constantes surgidas de la inconformidad y la molestia.
Nuestra existencia, hoy por hoy, debe de ser de un gran esfuerzo sostenido para intentar superar lo establecìdo, huyendo de todos los juicios de valor y adjetivaciones innecesarias hábilmente manipuladas por interèses oscurantistas y retrogrados.
Las protestas y la crìtica constante, continua y sostenida son las armas moral y polìtica de todos aquellos que han de luchar por la inclusiòn social en èste nuevo estadìo histórico que estamos creando entre todos los marginados y excluìdos de la conducción y accionar de nuestro planeta.
La frustraciòn, la colera y la rabia son los vectores de las generaciones sin futuro, sin fe y sin esperanza. Sobre todo, les aqueja sobre manera, la falta de confianza en las instituciones tradicionales de las que se esperaba todo; esas, afortunadamente, estàn llegando a su fin.
Las generaciones actuales, atribuyen con razòn, la maquinaciòn de la crisis actual a las instituciones prostituìdas por el acaparamiento del dinero mediante intereses excesivos, lo cual impide toda emancipaciòn humana sana. Saben que esos comportamientos institucionales, son el fiel reflejo de formas corruptas y putrefactas de un sistema y conjunto de interèses creados utiles sòlo para los explotadores excluyentes que han fraguado una història a su modo y maneras de percepciòn muy particulares, excluyendo a las mayorìas del ejercicio democràtico genuino.
Los compromisos actuales requieren de elaborar un proceso històrico diferente, donde los excluìdos pasen a ser de simples expectadores a autènticos hacedores de su propia realidad. Se requiere de una imaginaciòn creadora para concretar la realidad bajo una òptica distinta, muy diferente, insertando en el tejido social, ciertos procedimientos desarticuladores de lo establecido y falsamente respetado.
Se requiere del dominio y la participaciòn de todas las redes sociales, sobre todo, de las provenientes del mundo cibernetico.
La tarea consiste en alcanzar un nuevo perfil humano que incluya a todos dando un significado distinto a todas las cosas, rumbo a un pluralismo polìtico, desdeñando las culpas o las penas morales impuestas por una ideologìa caduca y patològica.
Se requiere de morir en experiencias cumbres creativas y no indignamente esperando nada. Hay que romper con los tiempos establecìdos que sòlo benefician a los tramposos y les permiten armar sus triquiñuelas con mucha anticipación. Debemos de estorbarlos y obstaculizarlos en todo lo que propongan, a sabiendas de que todo, cualquier propuesta venida de ellos, siempre serà falsa, ventajosa y en su beneficio propio.
Nunca olvidar, de que somos seres que nos hacemos todos los días y de que es el tiempo de los desobedientes constructivos. Es tiempo de los antihèroes que se viven con afectos profundos hacìa si mismos y hacia sus semejantes. Tiempo de antihèroes que se comprometen, viven y mueren en el climax de sus acciones. No màs hambre, no màs màs carencias, no màs penas. Todos juntos rumbo hacia una nueva historia de inclusión en nuestro hermoso y bello planeta. Un hasta aquí!!!
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