Los mexicanos estamos llegando a un callejòn sin salida: Se requiere de la creaciòn de nuevas estructuras y de que a la Constituciòn se le realicen una serie de cambios donde entren todos y no como se està vivièndo en un Mèxico excluyente donde se privilegia exclusivamente a los adinerados y a los eternos poderosos quienes todo manipulan y a quiènes jamàs se les puede llamar a rendir cuentas.
Nuestros problemas, al parecer, ya se han ido convirtièndo en una cuestiòn de respeto de lìmites: Que bueno que en una elecciòn presidencial compitan varios candidatos, eso significa que existe una dinàmica democràtica, pero tambièn debiera de existir la posibilidad de cerrar la contienda final a dos candidatos en una segunda y ùltima ronda. Los votantes podrìan asi optar por el candidato que màs les pudiera identificar con su proyecto de una manera màs clara y precisa. Muchos paìses en el mundo practican esa opciòn, evitando asì las polarizaciones, los conflictos y los resentimientos divisionales y fragmentarios postelectorales. Es decir, habrìa un ganador absoluto que en verdad representarìa los interèses de la mayorìa. Quizàs, esa sea una tarea futura del Insituto Federal electoral. Mientras tanto, nuestras acciones y la toma de decisiones, se estàn viendo limitadas por la misma carta magna que nos rige y hay que comprender que sì deseamos modificarla, se tendrà que hacer por la misma vìa constitucional y no por la fuerza, como parece que todo empieza a apuntar. Ese es el callejòn sin salida y representa una cuestiòn de lìmites a los que peligrosamente estamos arribando.
Mèxico se encuentra dividido desde hace ya casì seis años: El actual partido polìtico conservador en el poder, se supone, obtuvò la presidencia con un margen mìnimo de votantes. En otro paìs, verdaderamente democràtico, tal resultado hubiese ocupado de una segunda ronda de votaciones definitoria. En el nuestro, eso no pudò suceder, porque el òrgano legislativo màximo, no lo tenìa, ni lo tiene contemplado. La escisiòn y la polaridad, fueron el nefasto resultado y con ello un sexenio de locos, repleto de incapaces, corruptos, trinqueteros, levanta falsos y mentirosos.
Lo peor del asunto, es que en nuestro paìs, situaciones similares ya han sucedìdo en varias ocasiones y los mexicanos no acabamos por aprender:
La situaciòn econòmica en los años de 1827- 1829 era de desamparo y desastroza. A eso habrìa que agregar una gran agitaciòn polìtica cuando llegò el tiempo de las elecciones presidenciales. Tres Generales fueron los candidatos: Vicente Guerrero, Mnuel Gòmez Pedraza y Anastasio Bustamante. Al tener lugar la votaciòn, se comprobò que la mayorìa de los sufragios correspondìan al General Gòmez Pedraza. Guerrero en el segundo lugar y Bustamante en el tercero. Las aspiraciones polìticas de esos personajes, dividieron al paìs: Nadie daba crèdito de que el hèroe insurgente, hubièse perdìdo las elecciones. Nadie estuvò de acuerdo con los resultados. Las elecciones fueron tachadas de una farsa: A la gente pobre y analfabeta se les embriagaba con pulque y aguardiente y se les llevaba a votar de acuerdo con previas instrucciones.
Los guerreristas se sublevaron: Santa Anna lo hizo en Oaxaca, era un buen amigo de Vicente Guerrero. La revuelta cundiò por todo el paìs. Los insurrectos se apoderaron del edificio policial de la Acordada. En la ciudad de Mèxico se trabaron los principales combates en Diciembre de 1828. Gomèz Pedraza decidiò abandonar el paìs. Hubo saqueos en toda la ciudad al grito de : ¡ Vivan Guerrero y Lobato! ¡ Viva lo que yo arrebato!.. Se rompìan puertas de comercios. Se robaban joyerìas, se destruìan aparadores. Es difìcil dar idea de aquel bandalìsmo y rebeliòn.
La situaciòn de Mèxico era tan desequilibrada que los paìses extranjeros suspendieron actividades comerciales con nuestro paìs. Vicente Guerrero fue depuesto al declararlo el Congreso ¨imposibilitado¨ para gobernar. El General Bustamante se puso al frente de la presidencia y eso fue recibìdo con jùbilo por la mayorìa de los representantes que eran guerreristas. Se fundò el Partido Liberal. Todo se complicò cuando Bustamante depurò los cuadros admnistrativos del gobierno de Guerrero, destituyendo a varios gobernadores y a varios legisladores, aumentò el nùmero de descontentos. La lucha civil arreciò para el año 1831 y en 1832 era insoportable: Las conspiraciones se sucedìan y en multiples ocasiones, el Presidente pudo haber sido asesinado. Los destierros, fusilamientos y encarcelamientos estaban a la orden del dìa, la represiòn era brutal. Vicente Guerrero fue apresado y muerto. La iglesia fue despojada de su monopolio de la educaciòn. Los conservadores, ante tanta confusiòn, se preparaban y organizaban para asumir el poder.
El tiempo transcurrìa y los mexicanos inteligentes empezaban a desesperarse. Daba la impresiòn de que todo el paìs se desmoronaba y se desintegraba ante la anarquìa y el caos. La peninsula yucateca era virtualmente independiente bajo un gobierno propio liberal. Los yucatecos decidieron mantenerse alejados de Mèxico, mientras no les permitieran hacer uso de sus propios recursos y se les ayudarà econòmicamente. En 1841 crearon su propia legislatura y se integraron en una repùbilca independiente. La Constituciòn de 1824 tenìa muchas limitaciones y no daba para màs...
Los mexicanos, en el siglo XXI, estamos instalados, otra vez, en el absurdo mismo y sin darnos mucha cuenta, estamos yendo hacia un enfrentamiento y divisiòn que bien pudiera dar cabìda a una guerra civil.
Ya no es posible, ya no es tiempo, de imponer a ningùn candidato con la exlusiòn de los seguidores de los otros. Ahora no hay pulque, pero si existen las tarjetas electrònicas que invitan al voto forzado y manipulado para tratar de llevarse el carro completo. Ya existen muchisimos mexicanos hartos , cansados de tanto abuso, manipulaciòn y falsas promesas. Es necesario encontrar espacios de expresiòn y dinàmica que permitan el respiro sano de todos. Habiamos vivido tiempos de guerra con la condiciòn de que nadie muriera, pero las cosas se modificaron radicalmente en este gobierno de locos y ya van màs de 65 mil muertos. La gente esta dispuesta a hacer la guerra, lo sucedido en el barrio bravo de Tepito es una clara muestra de ello: Si los atacan y les arrebatan su alimentaciòn -el pretexto puede ser lo de menos- , ellos tambièn pueden contra atacar y lo malo es que los desesperan y acorralan y la emprenden contra gente inocente. La guerra sin morir, ya no existe. Nacimiento sin dolor de parto, no hay. Muerte sin sufrimiento, tampoco. Estamos provocando a las trìbus y se desea a toda costa manipularlas, reprimirlas y burlarlas. Los conservadores y adinerados creen que las pueden mantener congeladas en el tiempo...
¿Seremos capaces los mexicanos de mezclarnos todos, formando nuevas combinaciones, creando una nueva carta magna donde todos entren, se manifiesten y sean asistidos, respetando las elecciones presidenciales o estaremos ante la antesala de la poca tolerancia en donde nos acecha el rostro de la barbarie?
Lo ùnico que hoy sabemos, a unas cuantas horas de una elecciòn muy dispareja y poco equitativa, que prevalece en la poblaciòn un sentimiento quimerico sin una forma cabalmente definida, que nos observa y nos conduce hacia : ¿ DOS MEXICOS ?
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