martes, 9 de octubre de 2012

EL PRODUCTO DE UNA CHARLA ENTRE AMIGOS...

La gran tendencia cibernética de nuestros días y la operatividad del mundo rumbo a los escenarios altamente tecnificados, se han venido convirtiéndo en un parteaguas que ubica muy claramente y de manera precisa a todo lo anterior con el mundo que está por emerger a no muy largo plazo, pese al impedimento de nuestra fuerza de voluntad. Una fuerza vital que no está doblegada aún en su totalidad, más sin embargo, sufre ya de un gran desgaste y  fuerte debilitamiento en los tiempos actuales.

Quizás, nos encontramos instalados ya, sin darnos gran cuenta de ello, en la antesala donde tendremos que escoger entre firmar la aniquilación de un proyecto existencial desarrollado durante muchos milenios, o bien,  signar la aparición nueva de un sistema de vida completamente ajeno a lo esencialmente humano, sin siquiera haber alcanzado a ser portadores dignos de tal calificativo.

En la trayectoría anterior, la que fue apareciendo en base a supuestas combinaciones bioquímicas azarosas y que enfocó todo a la búsqueda de un ser realizado bajo los postulados de la excelente salud física, la buena educación sustentada en valores y un adecuado desarrollo cultural y artístico para alcanzar la felicidad (meta de metas) de aquel, ahora sabemos, frágil mundo, habría que aceptar con profunda pena, que todo se quedó en meras suposiciones y puras fantásticas e irrializables aspiraciones: La lucha por el poder, la falta de la fe y de esperanza, la competición y la carencia de una etica-moral firme y sólida, dieron al traste con todos aquellos faros cuyas luces se han ido extinguiendo y opacando, ante los fuertes destellos y vislumbres asombrosos y muy sorpresivos que desde hace ya un largo tiempo dejan ver en el horizonte la semblanza de una nueva era sustentada en la hábil manipulación- que despierta la curiosidad-, de las nuevas generaciones y de otras, no tan nuevas, pero ya firmemente arraigadas y enmarcadas, dentro de ese modelo de transición que surca los espacios etéreos y siderales a velocidades vertiginosas, jamás concebidas por ninguno de los más destacados de nuestros antecesores...

Actuar bajo la guía de la buena voluntad, de ver, escuchar y hablar bien, fueron las sólidas bases de una educación que se mezcló con el occidente y trató de sostener la trayectoría humana predicando el amor a Dios por sobre todas las cosas y de amarse los unos a los otros, sin esperar nada a cambio. Pero lamentablemente, esa mezcla oriente-occidente, no funcionó del todo, dominando paralelamente más la ruta conductista-positivista, de acciones y reacciones, de estímulos y respuestas que dejaron de tomar en cuenta  a " Lacaja idiota-negra ( que nadie descifró), llamada cerebro que permitía pensar durante la interacción entre sujetos humanos, situados dentro de una cultura real y en medio de un ambiente que constituía el objeto del pensar: Se atendía más al contenido de las ideas y no sólo a los lenguajes binarios que conducen a una cultura, a un retiro y suspensión del sentido, como se acostumbra ahora en el nuevo contexto: La cultura sobrepuesta, del grado cero!!!

La irrupción del nuevo mundo, sólo surca la espuma de lo superficial y artificial, el " Conocete a tí mismo" y el sencillo método de escudríño "Mayéutico", ya muy poco importan en la actualidad digital y virtual: Ligo por la web, me contacto sólo por I Phon o I Pad, me inspiro y emociono mediante el uso de la sofisticada tecnología, pero en persona, en la interacción con los otros, cara cara: No hablo, me cohibo, no interacciono, no me muestro, me oculto...

¿ Y San Juan de la Cruz y el Hermitaño hermano Juan, de Ixtapan de la Sal?

¿Es que acaso la história ya tampoco cuenta? ¿ Dónde quedaron los Mayas, los Aztecas, los Olmecas, los Egipcios, los Griegos, los Chinos ?

Al parecer, sólo la angustia severa, de sabernos perdídos por ejemplo en un gran bosque o el enfrentarnos a la desesperante calma de un mar silencioso, adormecedor o  a su furia intempestiva e implacable o a una enfermedad terminal, nos haría reconocer nuestra auténtica fragilidad y el respeto irrestricto de nuestro centro de origen y con ello- como sucedió con los grandes faros de la humanidad-, despertarnos para conducirnos de manera directa a despojarnos de lo casual, de lo superfluo, de lo adquirido artificialmente (que es la zona en donde tienen instalados, precisamente, a las nuevas generaciones ), para concentrarnos de manera inmediata en la conexión de nuestras esencias intintivas e intuitivas que nos permitieran auxiliarnos a encontrar una salida viable a nuestra ya muy emergente desesperación sorpresiva. Es decir, ante la emergencia y gravedad de la situación en que vivimos, no nos queda sino deshacernos de los contenidos obsoletos y absurdos para afrontar con lo auténtico y espontáneo que nos resta en nuestros fondos, las situaciones que están poniéndo en verdadero riesgo nuestra sobrevivencia como especie en este planeta.

Ahora más que nunca, estamos muy obligados, responsablemente, y porque en verdad el tiempo apremia, al escudriño de nuestros interiores -como  ya Sócrates lo propuso-, y al igual que hacemos con las capas que forman una cebolla, las iremos retirando hasta alcanzar el grado cero original- no el impuesto por la abrumadora modernidad y sus excesos-, desde donde verdaderamente surgimos y con ello quedar preparados para realizar la conquista de conquistas que es la nuestra propia, para cumplir nuestra misión de misiones: Completar al ser humano y edificar el planeta de los humanos.

Por supuesto, que lo planteado aquí, no resulta ser una fantasía más, o un conjunto de metáforas inalcanzables; sabemos bien y, no ingenuamente, de que somos seres con una inmensa capacidad cerebral y mental e inclusive, muchos, de posibilidades espirituales grandiosas, pero también nos sabemos inacabados, por haber permitído insertar en nuestras trayectorías educativas de enseñanza-aprendizaje, eslabones disrructivos y desorientadores que " Gente Bonita", incluyeron forzadamente retrazando y desviando nuestro desarrollo esencialmente humano: Ya era el tiempo de que con tanta capacidad neuronal hubiésemos logrado la comunicación telepática entre nosotros. De alcanzar las autocuraciones energéticas vibratorias, emanadas de nuestros organismos y dirigidas por nosotros mismos, para renovarnos constantemente. De que nuestro cerebro rindiera al máximo de su capacidad...Pero nuestro proceso educativo, se ha centrado de manera especial en sostener al mundo de interéses creados, al mundo de los artefactos y de los excesos de la materialidad y la modernidad.

Hay que aceptar, con mucha y profunda pena, que no fuímos capaces, durante muchas, muchas generaciones, de lograr las suficientes y finas conexiones neuronales que nos hubieran permitido alcanzar, tanto la autosuficiencia personal así como la realización plena en concordancia con nosotros mismos: La felicidad, tan pretendida y añorada, no fue posible hacerla nuestra, no fue posible alcanzarla ni mucho menos mantenerla; permaneció y se quedó en simples aspiraciones placenteras, efimeras y transitorias. Nuestros auténticos centros vitales, nuestras verdaderas fuentes energéticas quedaron, para las inmensas mayorías, en un gran estado de indefención y desconocimiento: Vivimos como perdidos en la jungla asfáltica de la ignorancia y de la ignominia, sin que nada ni nadie, nos importe profundamente, en un mundo donde todo resulta desechable, víctimas de nuestra desesperanza y de la escacez de fe y de ausencia de buena voluntad que brindaba paz antaño.

Fuímos los seres de las aspiraciones y anhelos, los de muy pocos logros en el desarrollo de lo esencialmente humano. Nadie se preocupó por incluir en los sistemas educativos el cómo desarrollar nuestras verdaderas y auténticas facultades mentales y espirituales. La filosofía Zen, cayó en deshuso y se comercializo tanto que sirvió para muy poco en occidente. Ni que decir de las actividades meditativas y visualizadoras o de las  mismas religiones. Es, casí, seguro que firmemos nuestra extinción y que los brincos cuánticos, sean dados por los avances tecnológicos, abriendo paso así a una nueva especie en la que los "Microchips", permitiran las necesarias conexiones neuronales finas para facilitar  lo que ahora ya empieza a dibujarse, con gran claridad, en nuestros terricolas horizontes y en uno que otro planeta cercano,visitado por robots: Estamos ya instalados, en el ser cibernético, altamente tecnificado que haciendo uso de los hallazgos de la, cada vez más, sofisticada ciencia, hará a un lado al inconcluso, mal llamado humano, al igual que lo hicieron  en su momento, los hombres del Neardenthal con los Cromañones, dándose un gran  festin de barbacoa con sus anticuados, miedosos y débiles cerebros.

Ese, parece ser el mundo futuro próximo de los seres programados en el ejercicio diario de la era cibernética y altamente computarizada. Para eso, están educando a las nuevas generaciones de los juegos de video y cibernautas, para que faciliten y abran paso al acceso del ser Robótico y clonado, sustentado en diseños muy ajenos a los organismos obsoletos humanos actuales...

Es un asunto de gran y profunda pena y congoja, pero nada hizo posible conocer nuestras verdaderas esencias, pese a la labor y el ejemplo de los grandes faros de la humanidad. Algo de fe y de esperanza  habrá de quedar como para realizar, quizás, un último y final esfuerzo ( en tiempo de compensación), para siquiera con ello brindar nuestro mejor cierre como especie y dar lugar a los inevitables seres prefabricados, que algo bueno habrán de tener y traer a nuestro desgastado y muy castigado planeta...

Todas estas reflexiones, fueron producto de una charla entre amigos...( En Ixtapan de la Sal ).








 

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