miércoles, 7 de diciembre de 2011

EN TERRITORIO ZAPOTECA II

Desde el periòdo Clàsico,  en el esplendor de la ciudad de Monte Albàn, Oaxaca ha sido el centro de reuniòn de innumerables culturas que hasta la actualidad permanecen vigentes en el Estado y se les pueden ver por todas partes vestidas con su tìpicos atuendos.

El pueblo oaxaqueño se distingue por sus fiestas que resultan ser de un gran colorìdo y majestuosidad, llenas de folcklore y algarabìa.

Oaxaca es una gran Estado donde su gente resulta ser no sòlo hospitalarìa, sino amigable, bondadosa y muy compartida, hacièndo sentir al visitante como si estuvìese en su casa.

Durante el mes de Julio, se llevan a cabo danzas regionales llamadas Guelaguetzas que resultan ser de un colorìdo y gracia indescrptibles. Las actividades folklòricas incluyen el festival de los Siete Moles cuyo sabor es de lo màs exquisito que uno pueda probar y no resultan nada indigestos, picosos o pesados. Tambièn està la festividad del Tamal que consiste en una pieza de masa bañada con salsa verde o roja con pollo o puerco, envuelta en hoja de platano y metida al horno. Su sabor es absolutamente exquisito. La festividad de la Diosa Cenetèotl, asì como las fiestas de Todos los Santos y Fieles Difuntos y la del dìa de Los Muertos.

Saborear la gastronomìa oaxaqueña resulta una experiencia innolvidable. Sus platillos estàn basados en antiguas recetas familiares respetando siempre la tradiciòn. Las Tlayudas - tortillas de masa gigantes - preparadas con diferentes guisos, son todo un manjar imposibles de olvidar probar, ademàs su costo, es sumamente bajo, por ejemplo una Tlayuda con frijoles y carne asada (Tasajo) y verdura, tiene un precio de 5 dolares aproximadamente y con una queda uno muy satisfecho. Una agua fresca de frutas tiene un costo de medio dolar. Ahora que si uno prefiere comer tasajo -carne de res asada a las brasas-, uno mismo se la puede preparar en cualquiera de sus mercados, acompañandola con unos suculentos y tronadores chapulines colorados, colocàndoles el famoso quesillo oaxaqueño fresco, tejido en bola. Para la merienda que mejor que la visita al mercado central de la ciudad y degustar un exquisito, inmejorable y revitalizador chocolate oaxaqueño con pan dulce preparado en hornos de ladrillo. El  jarro (tasa) de chocolate y el pan tienen un costo no mayor a los tres dolares. La ropa tìpica de manta tejida con hilos multicolores ( no olvidar que ellos son expertos en tejidos ), se puede adquirir a precios muy accesibles tambien en el mercado Y para los amantes de las bebidas alcoholicas, nada mejor que un mezcal de gusano oaxaqueño en cualquier restaurancito de los portales de su bellisimo zòcalo, para pasar una tarde deliciosa y desestresante, escuchando la mùsica de la marimba.

Otro espectàculo gastronòmico es, sin duda alguna, la tradicional noche de los Ràbanos en el mes de diciembre, donde los hortelanos oaxaqueños exhiben en el zòcalo principal de la ciudad esa tradicional verdura mexicana, roja por fuera y blanca en su interior ( en Mèxico a un no muy convencìdo socialista, se le llama: El rabanito !!!), transformàndola en figuras artìsticas en el mismo momento, ante el asombro de los turistas y pùblico local. Esas figuras tambièn se pueden degustar, colocàndoles un poco de chile rojo en polvo y limòn.

La navidad y el año nuevo en Oaxaca resulta ser una festividad de un gran sentimiento pues sus pobladores renuevan sus deseos de paz y bienestar para todo el mundo.

( En la pròxima entrega estaremos informàndoles de Puerto Escondido Oaxaca, en donde por cierto, fuìmos testigos de la apariciòn de un bellisimo OVNI. Lo tenemos fotografiado, esperemos resulte de su agrado )

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