martes, 4 de octubre de 2011

GRANDIOSAS MUJERES

Vemos el mundo a travès de las òpticas construìdas previamente por otros seres. Todo aquel que quiera entender o desarrollar la cultura, debe aprender a identificar esas òpticas.

La convivencia es posible, porque algunas de esas òpticas han demostrado ser capaces de generar muchos conocimientos o resolver problemas.

Siempre, o casì siempre, para tratar de subsistir, estamos expuestos a tratar de descubrir còmo estàn organizadas las cosas y empezar por hacer clasificaciones descriptivas para intentar escudriñar, debajo de las esferas de la vida social y de sus diversidades y particularidades, un orden primario, una estrucutra subyacente que explique lo que sucede en lo que percibimos; es decir, en la superficie. Esa estructura primaria, serìa la esencia oculta, recòndita de lo real, la cual podrìa estar disimulada por la apariencia superficial.

En alguna ocasiòn que tuve la oportunidad de viajar al oriente y de quedarme a vivir por algùn tiempo, en aquellas lejanas tierras, me esforcè lo suficiente como para poder indagar, de aquella interesante y misteriosa gente, su estrucutra o esencia oculta, misma que los ha convertìdo en lìderes mundiales en varias àreas de la economìa mundial y sobrevivir a grandes catàstrofes de todos los tipos.

Durante todo el tiempo que convivì con ellos, sin dar muestras de aburrimiento o tedio, proyectaban a diario: Disciplina-como disposiciòn para aprender-, orden, entrega, responsabilidad, obediencia- como ausencia de conflicto- limpieza, respeto, silencio-  como participaciòn que no tensiona-, trabajo - como fruto que los alimenta y otorga sustento-, mucho trabajo...

En alguna ocasiòn que salì a pasear, me encontrè con un agradable lugar en un parque, donde se vendìan artìculos artesanales, hechos a mano (porque ellos son muy capaces como para fabricar cualquier tipo de producto, mediante sofisticadas maquinarìas), y me topè con un artesano canadiense, muy simpàtico, que me trataba de vender un anillo con un montaje en ambar: " llevo aquì màs de diez años y no los acabo de entender. No los alcanzo a descifrar. nos permiten estar aquì en èste jardin, con nuestros puestos, sòlo una vez al mes y jamàs nos explican el por què de no poder exponer nuestras mercancias por màs tiempo, si vemos que nuestras cosas les gustan y nos las compran, pero aùn asi, sòlo nos prmiten estar aquì, unas cuantas horas al mes. Le digo, no los acabo de compender, son personas muy difìciles de descifrar".

Aquellos comentarios de ese ex hippie -de aspecto fachoso, alto, fuerte con cabello largo rubio, ya entrado en años-, me calaròn hondo y me obliguè a redoblar mis esfuerzos de observaciòn, utilizando una manera diferente de enfocarlos. Eso me mantenìa muy entretenido, en esas lejanas pero muy atractivas e interesantes latitudes terrestres.

Enfoquè mi òptica hacìa otros rumbos, establecièndo una analogìa entre esa sociedad, como de hormigas incansables, y nuestros organismos. Ubiquè todo lo que veìa desde una interpretaciòn sistèmica, donde los elementos y partes constitutivas estuvieran en relaciòn funcional con todo y que me permitieran comprender la relaciòn con èl. Deseaba poder descifrarlos en el menor tiempo posible. Asistì: a museos, a conciertos, a tertulias, a reuniones estudiantiles, a parques de recreo, a centros de diversiòn, a sus templos. Los templos me impactaròn sobre manera, les llaman lugares de liberaciòn, en donde las fronteras entre lo religioso -relaciòn con lo sagrado- y la gente, se confunden tanto, que todo desaparece. Sus lugares de relaciòn con la Divinidad, no son tales, su religiòn està libre de jerarquias morales, algo incomprensible en el àmbito de las religiones monoteìstas occidentales, de ahì que se les conozca a esos templos como lugares de caminos de liberaciòn.

Continuè aplicando mi concepciòn teòrica que me permitiera comprender, ya no las bases de la estructura misma de aquellos enigmàticos seres, sino empezaba a conformarme con entender algo de todo aquello que me impactaba sobre manera y que quizàs, sumando despuès todas las partes que pudiera ir entendiendo, pudiese saber como funcionaban como sociedad de tantos èxitos, sobre muchas otras del mundo. Me decia:
" si logro entender como afecta una parte, quizàs pudiese llegar a comprender otras àreas y de ahì, lograr captar como operan como sociedad entera siempre en total cooperaciòn entre todos.

Un dìa, en la casa en la que me albergaròn- era atendìdo por una abuelita, asì les dicen a esa gente adulta que se encargan de personas que visitan su paìs con fines educativos y acadèmicos-, me pude percatar que al medio dìa, arribaba un pequeñin de unos seis años de edad. Se lo dejaban encargado a la abuelita y a una chica no mayor de veinte años. Yo ya le habìa dado muchas vueltas al asunto de tratar de entenderlos y mis observaciones, sòlo giraban en cìrculos y no lograba avanzar en mis hallazgos, mis enfoques estructurales y funcionales, no estaban resultando de utilidad, en ese, para mì, incomprensible mundo, en donde todo para ellos resultaba ser muy coherente y operativo. Y donde, para colmo mìo, los asuntos polìticos y religiosos no  son excluyentes, sino complementarios y a la vez excluyentes.

Fue entonces, que ya no tuve que salir màs a ninguna parte a realizar mis muy emepeñosas observaciones, me dediquè a disfrutar, verdaderamente, de como aquellas dos bellas mujeres, se relacionaban con la criatura a su cargo - la cual atendìan desde sus primeros dìas de nacido-, permitièndole realizar todo tipo de actividad, obedecièndole en todo, para que el chiquillo, por todas las atenciones que recibìa y registraba, se comportarà de manera propia y correcta, no dando lata para nada y participando silenciosamente de todas las actividades realizadas por aquellas dos mujeres. " Asi los educamos desde los brazos"- me decìan.

Cuanto tiempo habìa invertido, cuanto dinero habìa gastado- todo en esos paìses tan desarrollados,y algunos con  territorios muy pequeños, todo lo importan, todo lo cobran, museos, parques, teatros y  todo resulta muy carìsimo-, lo que andaba buscando con tanto afàn, esa estrucutra primaria, la esencia oculta, recòndìta de lo real, la tenìa, en mi mismo espacio, en casa de la abuela...Me dìje:
A esas criaturitas, primero les dan amor a raudales -como de tiranos se tratarà- y mucha atenciòn y despuès, los conducen  a que tengan una entrega a tareas creativas y de participaciòn conjunta. Los educan a travès del ejemplo. Nunca pelean con ellos, nunca los regañan, los aceptan tal cual son y ellos se manifiestan con toda su autenticidad y energìa, colaboràn, se disciplinan,  se ordenan, trabajan...
 
¡Què gran lecciòn  fue aquella! Las mujeres de aquellas tierras, las tenìa en un concepto muy equivocado, ahora, sè que sus paìses, son fuertes, poderosos, muy productivos y exitosos por la GRANDEZA DE SUS MUJERES...

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