martes, 18 de octubre de 2011

LOS OPUESTOS


Los criterios del descarte o la recriminación y el castigo, no auxilian para nada a distinguir claramente las proposiciones precisas de aquellos  que nos las brindan.
La desacreditación o el exceso de crítica, no establece nunca la verdad o la mentira de una afirmación, esta en cambio, debe ser estudiada, analizada y discutida en el ámbito de lo observable y cuantificable, por el contrario todo lo que se diga u opine debe ser situado en el campo especulativo de criterios metafísicos o en su defecto,  bajo el tamiz del conjunto de intereses creados que sostienen a un sistema putrefacto.
No podemos, ni debemos avanzar descartando a nadie o criticándole inmerecidamente  y mucho menos falsificando la realidad a cambio de pre-vendas o cobranzas de nomina que satisfacen más que nada  a directivos, persecutorios, inquisitoriales y altamente creyentes en la divina presencia terrenal.
Parece que se  trata, màs que nada,  de refutar con argumentos poco sólidos o de falsificar con pseudo opiniones la realidad con declaraciones de personas  que también han fallado en el desempeño eficiente de sus vidas y muchos de ellos en su peregrinar deportivo .
Para cada conjetura siempre existirá una refutación, lo que significa que todo tiene la  posibilidad de ser falso,  pero que también puede ser cierto.  Cuando algo no puede ser falso es también utópico pensar  que tampoco podría ser verdadero. Para que exista algo real debe de existir su lado irreal, su opuesto. Hay que evitar a toda costa el totalitarismo de los descartadores y pseudocriticos que se enmarañan con reglamentos, leyes  y màs reglamentos para la corrección  de lo que es  pero que tampoco puede ser. Ese es el verdadero camino de los espíritus libres que ejercen su libertad dinámicamente. Porque no se trata de un mundo color de rosa donde nada contrario debe de suceder, sino que se vive en un mundo real donde todo es posible, todo se vale y además es muy loable que suceda, no que nada suceda. Y las conjeturas, no  las líneas directrices o  lo impuesto, son el camino para alcanzar  un sano desarrollo, máxime cuando las comprendemos  y obtenemos resultados creativos y aportativos  para nuestro  desarrollo.
Ahora solo faltaba que sean las televisoras y sus manipuladores comentaristas que devengan un sueldo y por ello tienen que quedar bien con sus directivos ,nos quieran imponer o instalar ideas que  nos conduzcan a  una estatisaciòn  conductual social  y de obediencia,  en un país en que todo se vale y jamás se sanciona a quien en verdad se lo merece y que nunca pasa nada y cuando pasa tampoco sucede nada, pero que  aùn se puede gozar de una gran libertad democrática que no debemos perder.
  En nuestro país, como ya lo señalè, donde todo se vale,  ex futbolistas-comentaristas, pretenden  ahora, convertirse en filósofos o doctos del comportamiento humano y se jactan de hacer comentarios sobre el proceder de sus semejantes para aplicarles sanciones o reprimendas y lo hacen de  una manera  simple y ramplona,  como si de un asunto de patadas a un balón se tratara. Al fin que todo se vale y ellos cuentan con el poder de la imagen y la penetración de masas, haciendo uso , sin pagar y sin recriminaciones, del espacio que a todos nos pertenece
 Un par de jóvenes futbolistas, esos sì exitosos, hace apenas unos días,  manifestaron  desde la profundidad de su inconsciente creativo, una preocupación mayúscula  que prevalece desde hace tiempo en toda nuestra sociedad: la vida no vale nada y siempre habrá un gatillero, un sicario, que te pueda eliminar, hagas lo que hagas.
Eso  que nos hicieron ver los jugadores, haciendo uso de la imagen de esa poderosa televisora, es lo que precisamente vive nuestro inmenso país y no porque un conjunto de manipuladores, mal llamados comentaristas  deportivos, pretendan ver un México siempre fiel, crean que nadie se va a atrever  a rasgar esas cortinas de humo color de rosa ,impuestas  por el duplomonopolio televisivo  y las propias ideologías  de sus directivos, incluyendo la de sus dueños. Esos comentaristas y narradores,  el único merito que  pueden tener,  es repetir con gritos lo mismo que se puede apreciar en imágenes que ejecutan los jugadores. Eso no representa ninguna  aportación y solamente aturde. No es ningún gran merito. O que contraten personas mediocres y que también lo han sido como futbolistas ,resultando que ahora son ellos los que nos van a brindar cátedra a los mexicanos de cómo debemos comportarnos y de que está bien que está mal, que es bueno y que no lo es.
Lo que los jugadores de las Chivas rayadas hicieron es la contraparte de lo sistematizado y aprobado . Se manifestaron con toda su intensidad para señalar algo que nos afecta a todos  y que nos tiene sumidos en la ansiedad y la preocupación .Cuando alguien es efectivo deportivamente hablando sobre todo en el futbol,se dice que un gatillero ,asi  también lo refieren esos comentaristas, de hecho asi bautizan a  algunos jugadores y se ufanan de ello. Por que han sido ellos los que  nos han hecho entender que de eso se tratan sus justas deportivas, cada fin de semana . Se trata de ganarle al contrario, de vencerlo, de aniquilarlo , de golearlo, pues entonces de matarlo, de desaparecerlo. Y al fin y al cabo, todo ello se convierte  en vencer o morir :”muéranse en la raya, es ahora o nunca, es mejor  morir que darse por vencidos ”. La lucha de los antagonicos:  si hay alguien que gana, necesariamente habrá quien pierda, quièn tenga que sufrir la derrota . Y si existe un gatillero en el equipo, pues que mejor, y si mete muchos goles en un juego, mediante” la diagonal matona” tanto mejor, porque esos goles ya los mataròn, no los dejaròn vivir.. .Eso gritan, eso dicen cada fin de semana. Asi lo hemos escuchado de ellos “es un magnifico gatillero, supo matar al rival en el momento oportuno, el si sabe aniquilarlos”.  
Pero que tal que un par de jugadores se atrevieron a escenificar lo que estos señores comentaristas han depositado una  mil veces a través de sus transmisiones, en la mente de sus audiencias, que por supuesto, también incluye a los jugadores. Parece que eso no agradò, ofendió e irrito a muchos, porque muchas veces somos ciegos y sordos y no nos percatamos de lo que sembramos.
La escenificación de los grandiosos jugadores  del equipo de las Chivas rayadas del Guadalajara, la filmaría Passolini ,Fellini y hasta el mismo Ettore Scola. ¡Fue sensacional, ,grandiosa! ,pues nos hizo y obligò a los televidentes, a   hacer una pausa en lo deportivo  y a través de una especie de parangón,  trasladaron a todo el auditorio de lo deportivo a lo político-social. Y ahí vino lo grandioso de la escena: el gatillero se convierte en sicario y emocionantemente  su mano  semeja  una pistola  y le dispara en la cabeza a un “venado (Medina) y este cae al césped del estadio patas  para arriba.
¿Cómo reaccionar ante esto? lo primero que vino a mi mente fue:”yo no lo haría” Es decir yo no mataría al venado (Medina), entonces sentí un gran alivio, me felicite, mi capacitación sobre el buen vivir me rescato de inmediato, sentí descanso y un profundo alivio. Me dije,estoy capacitado, para defender la vida a toda costa, que alivio ,soy humano, soy la contraparte. Eso me enseño  a mí esa escenificaciòn.  Muy lejos  de todos aquellos que claman por  castigos y reprimendas para que se las apliquen no sòlo a esos dos  explendidos jugadores,   sino a todos aquellos que se atrevan a ser distintos, diferentes y que rompan con lo establecido.
Gracias muchachos por la profunda reflexión a la que nos han sometido a todos en un mundo de autenticos y verdaderos sanguinarios gatilleros y sicarios que no tienen ningún escrúpulo y a quienes en nuestro Mèxico, en donde todo se vale y no pasa nada y cuando pasa tampoco sucede nada, nunca se les castiga.




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