lunes, 6 de agosto de 2012

LO INESPERADO

En un mundo donde todo huele a podredumbre, a miseria, y donde la voluntad de muchos terrìcolas està siendo vencida por la desesperaciòn de los endeudamientos, mismos que nadie halla como solventarlos, està aparecièndo la muerte como gran triunfadora de todo.

En nuestro empobrecida y maltratada tierra, el progreso està suprimido en todas partes. Estamos viviendo en un mundo acabado por completo: Millones de seres humanos fuertes, permanecen desempleados. Al parecer, hay que empezar todo desde el fondo. Hay que tratar de recuperar lo que unos cuantos bribones financieros han engullido en beneficio propio y de sus nefastas familias: La pobreza prolifera por todas partes. Por todos lados reina la intranquilidad y la miseria,  la cual podemos observar hasta en las grandes y poderosas ciudades de todo el planeta. Hay cicatrices de desolaciòn en la faz de todos los paises. Grecia, por ejemplo, està hecha cenizas, ni que decir  de España o Italia. La vida ahì, està vacìa y mesquina, se estàn quedando sin alma.

Las utopìas, ya no existen, nadie se inspira en ellas, se han retirado màs allà del futuro, perdièndose con ello, todo aliciente durante mucho, mucho tiempo. Estamos alcanzando el fin. Vivimos la burla a las esperanzas de la humanidad. El presente es una verdadera ruina: La luz y la esperanza son inexistentes: Las risas se amargan por el llanto!!! No hay nada que disuelva las maldades horribles...Nuestro Dios ni es inteligente, ni  es benèvolo y està por completo ciego. El demonio ha trunfado en todos los sentidos. La muerte en muy poco tiempo, recogera la cosecha en un mundo repleto de interrogantes ante un mar de estrellas indiferentes...

La humanidad vive la venganza universal, por el abuso de una etapa de sin razòn, de irresponsabilidad, de incredulidad, donde se pensò que se podrìa hacer de todo y burlarse de todo y de todos. El caos en el que nos encontramos instalados, es el fiel reflejo del contenido de nuestras empobrecidas  y estùpidas mentes. No existe el orden divino que nos asista en modo alguno, ni mucho menos la esperanza celestial. Dios se ha marchado de la faz de la tierra y el mal, se sigue empollando en muchos sitios de nuestro planeta.

Y para colmo, como nunca antes, la televisiòn està tratando a toda costa de controlar todo nuestro tiempo disponible mediante interminables programaciones deportivas. Se trata de que se consuma todo el deporte posible que nos provoque adrenalina o estados de ànimo y emociones, ya sea por lo que vemos o por lo que nos narran hàbilmente sus locutores, para no aburrirnos y de que suceda algo que acapare nuestra atenciòn, mientras sus dueños facturan millones y millones de dolares por las transmisiones. Las audiencias son descomunales, tambièn como nunca antes.

La televisiòn, nos està ofreciendo algo que nosotros no podemos inventar: Hazañas deportivas olìmpicas jamàs vistas de esa manera y de forma continua e ininterrumpidamente, desde varios escenarios e inclusive con transmisiòn simultànea.

Estamos instalados, todos en el mundo, ni màs ni menos, en la utopìa tecnològica de la diversiòn, durante 24 horas al dìa, facilitadas por los usos horarios.

Habrà que aceptar que el mundo como experiencia, tambièn ha concluìdo. Al parecer, se trata a toda costa, de saltar las barreras de lo experiencial. La tecnologìa ha alcanzado un desarrollo tal que acomoda todo para evadir lo que deberìamos de experimentar. ahora lo televisivo se ha venido a convertrir en lo real: Podemos experimentar varias sensaciones y emociones, porque la televisiòn nos està trasladàndo a eso, podemos decir que lo que un competidor siente o sintiò, gracias a la tecnologìa actual, todos podemos sentirlo al mismo instante e inclusive, sentirnos muy conmovidos. Nos relacionamos con lo que se encuentra allà. Ahora la realidad virtual, expande la experiencia y la transforma homogeneizando las dimensiones del tiempo y del espacio. Estamos ante impactos emotivos de toma de conciencia totalmente nuevos.

 Hoy por hoy, estamos viviendo en un mundo en donde los rituales religiosos han desaparecido casì por completo y donde las avanzadas tecnologìas nos desplazan al grado de que tambièn estamos concluyendo con la posibilidad de estar todos juntos sintièndonos unos a los otros con calor humano.

Pero tambièn, hay que aceptar que aunque la televisiòn es y resulta la mayorìa de veces, muy insulsa y retrograda ,porque ha reducìdo nuestra capacidad de invenciòn humana , instalàndonos en lo trivial y poco significtivo y porque ademàs nosotros no podemos estar innovando  a cada momento para todos los dìas como lo hacen sus tècnicos, la televisiòn ha logrado y logra sentarnos a todos a presenciar la misma experiencia y compartirla: 4 mil millones de televidentes presenciando la competencia del hombre màs veloz del mundo, Usain Bolt, en 100 metros planos!!!

Sì, los ritules religiosos se han desvanecido en un mundo de miserias y multiples carencias, pero la T.V llena por mucho ese vacio, nos guste o no... Y màs ahora en estos juegos olìmpicos y ante la crisis  econòmica y social que todos padecemos.

¿Cuàles seràn las implicaciones de la alta tecnologìa televisiva para la expeiencia humana?
¿ Hasta dònde es posible hacer uso de ella, sin provocar màs deterioros a nuestra especie?

Debe de existir un equilibrio, entre lo trivial y significativo, lo innecesario se ha difundido ya muy ampliamente y nos ha empobrecido demasiado. La tecnologìa se multiplica sin tomar en cuenta las  verdaderas necesidades humanas de comun uniòn, lo hace de manera momentànea y porque asi le conviene a sus interèses. El progreso humano surge de un alma que busca y no puede ser limitada ni manipulada eternamente. Por ello, hay que alzarse por encima de los medios de comunicaciòn, sean del tipo que sean, y ver que sòlo son una expectativa extravagante en nuestras vidas y que si nos acercan virtualmente, es por la danza de los millones de dolares que hay atràs de esas justas deportivas olìmpicas. Siempre habrà que estar muy alertas de lo inesperado que nos tienen reservado, de lo cual ya hemos sido testigos en infinidad de ocasiones. Hay que experimentar el progreso de la ciencia y la tecnologìa y de ser tolerantes con ellas, pero tambièn dar cabìda a nuestro ser espiritual al que siempre debemos de alimentar con contenidos altamente humanos, màs allà de las manipulaciones y los multiples interèses creados que nos tienen al borde de la extinciòn...



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