martes, 31 de julio de 2012

LOS SUEÑOS DEL TRIUNFO



Los griegos rendìan homenaje al màximo de sus dioses, Zeus, con los juegos deportivos llamados olìmpicos, que se celebraban cada cuatro años en la ciudad de Olimpia. El famoso templo y la estatua de su principal Dios, se encontraba ahì.
En aquel importante evento deportivo, sòlo podìan participar los jòvenes de buen caràcter y salud. Si habìan hecho algo malo en sus vidas o realizar actiividades poco saludables con sus organismos, no podìan participar en los juegos deportivos olìmpicos, los màs importantes de toda Grecia, aunque fueran excelentes atletas.

Todos los deportistas sabìan que Zeus, podrìa castigar a todo aquel que rompiera las reglas o tratara de ganar hacièndo trampas. Las competencias se llevaban a cabo bajo un estricto orden, disciplina y respeto al màximo Dios que sabìan gustaba del juego limpio.

Los atletas entrenaban por lo menos diez meses antes de la justa deportiva. La preparaciòn y los entrenamientos eran extenuantes, requerìan de un gran esfuerzo y sacrificio. Se trataba de conducirse, por principio de cuentas, sanamente, de alimentarse muy bien y de dedicarse de tiempo completo, en cuerpo y alma, a la disciplina a competir para adquirir la mejor forma pulièndo con ello, sus talentos y habilidades. Se competìa en varias disciplinas, las màs sobresalientes eran el box, saltos, lucha, lanzamiento de disco, de lanza y carreras. La justa deportiva tenìa una duraciòn de cinco dìas. Se empezaba en el amanecer y se concluìa al final del dia. Los deportistas ganadores, se les premiaba con una corona elaborada en base a hojas de àrbol de oliva. Tambièn se les distinguìa con fiestas y se les elaboraban unas estatuas con sus figuras que eran colocadas en los principales sitios pùblicos de todas las ciudades para que los admiraran y se convirtìeran en modelos a seguir y ejemplo para todos los demàs jòvenes de toda Grecia.

Cabe agregar que a ese magno evento deportivo, tambièn acudìan comerciantes de todos los lugares aledaños al territorio griego, como eran los egipcios, los de Creta y de otros paises de alrededor del Mediterraneo para aprovechar la festividad y vender sus articulos y mercancias. Los juegos olìmpicos eran una gran fiesta que reunìa a todos, eran muy importantes para Grecia que asì le rendìa honores a su màximo Dios del olimpo: Zeus.

Pero, ¿còmo convertirse en un aùtentico triunfador en unos juegos olimpicos?

Es un hecho que se tiene que entrenar muy dedica y discplinadamente y hacerlo, no tan sòlo diez meses como lo hacìan en su tiempo los atletas griegos. Ahora, en el mundo de la modernidad, los entrenamientos que tienen que llevar a cabo los deportistas de alto rendimiento, tienen una duraciòn de muchos años y se conjuntan con una serie de otras competencias que les van preparàndo en la pràctica para poder accesar a la justa olìmpica y tener la posibilidad de alcanzar alguna medalla. Se trata tambièn, de los juegos deportivos màs importantes, pero ya no de Grecia, sino de toda la humanidad, y a los que ahora asisten, los mejores competidores del mundo.

Cada nueva olimpiada, los deportistas se tratan de superar al màximo para hacer su mejor papel y representar muy dignamente a sus paises de origen. Sin embargo, hay Olimpiadas, en las que los deportistas que se presentan, resultan estar muy parejos en su desempeño y en la proyecciòn de sus talentos. Està justa olìmpica de Lòndres 2012, es una de ellas. Estamos siendo testigos, mediante las transmisiones televisivas, del inmenso talento juvenil de muchos deportistas que rayan en lo increìble y que son capaces de realizar con sus cuerpos, proesas deportivas nunca antes vistas, rompièndo records que se pensaban jamàs imposibles de superar: 18 medallas olìmpicas!!! Ni que decir, del rompimiento de varias marcas mundiales y olìmpicas anteriores, en varias disciplinas, sobre todo las relacionadas con las actividades acuàticas...Unos juegos que apenas empiezan y que ya nos tienen instalados a todos, en la cumbre de la emociòn y de la adrenalina y del absoluto asombro. No cabe duda que cuando el ser humano se propone algo y se capacita para hacerlo bien y con disciplina, no existen los imposibles.

Escuchando una de las entrevistas con un medallista, me percatè de que se refiriò a su presea de plata como a la realizaciòn de un sueño que se habìa forjado: " Sì, asì me habìa visualizado desde hace tiempo, es un sueño hecho realidad"...A otra triunfadora, le escuchè algo similar: " Es un sueño que he cumplìdo y me preparè para lograrlo, hoy es una realidad que debo asimilar ".

Pues, en eso precisamente consiste ser un triunfador en la vida, en convertirse en ser un realizador de sueños.

Resulta que la psicologìa moderna, ahora comprende mucho mejor los mecanismos de nuestro cerebro y nos refiere que los seres humanos, somos poseedores de varias capas o zonas cerebrales: El neocortex, parte evolutiva màs reciente, capa o zona nueva, por decirlo de alguna manera, de reciente adquisiciòn en nuestro desarrollo. Controla la cogniciòn, el lenguaje y el razonamiento. La zona lìmbica que està ubicada en capas anteriores y que controla las emociones y toda la fisiologìa. Y la capa reptiliana que se relaciona con la superviviencia y los instintos bàsicos. Visto asi, los sueños serìan realmente la expresiòn de un conjunto de emociones. Dirìamos que nuestro cerebro lìmbico, nos habla a travès de los sueños, ya que estos representan el plano emocional de nuestra psique y cada noche- porque todos soñamos, aunque no nos acordemos-, nos dejan ver otras formas de vivirnos, necesarias en el plano emocional para nuestro equilibrio. El plano razonado lo vivenciamos desde la zona del neocortex y lo hacemos desde la realidad. La funciòn de nuestro cerebro lìmbico consiste en garantizar el equilibrio del ser; es decir, el cerebro emotivo, sabe muy bien lo que necesitamos y hace todo lo posible para ayudar a que nuestro cerebro procese el sueño y alcance el equilibrio psicoemocional que requerimos.

Un triunfador, logra ubicar su cerebro en franca colaboraciòn entre el proceso cognitivo y el cerebro emocional. Anteriormente, la zona del neocortex, o capa racional, dejaba poco espacio al cerebro emocional y los sueños eran dejados de lado perdièndose asì, una excelente herramienta para el logro de metas. En las clìnicas mèdicas griegas de la antiguedad, los sanadores- Hipòcrates por ejemplo- buscaban en los sueños el posible dato emotivo que habìa hecho aparecer la enfermedad. En otras èpocas, otros pensadores - Freud, Jung - atravès del anàlisis de los sueños, escudriñaban el inconsciente de sus pacientes para tratar de entender el sufrimiento y los impedimentos de su desarrollo. Las tècnicas psicoterapèuticas modernas, confìan mucho en la fuerza y en la utilidad de nuestro cerebro primitivo y la dinàmica de los sueños procedentes de esa zona, en la que se trata de dejar y provocar que se sueñe y que el soñador reviva y procese esas imagenes para despuès procesarlas y trabajar con ellas, creando una dinàmica entre el pensamiento, la intenciòn y el conjunto de nuestras emociones y de todo nuestro ser.

Se trata de que en cada minuto, en cada segundo, de nuestra vida, la memoria emotiva del sueño procesado,
este presente y nos auxilie como si de una antorcha se tratara iluminando el camino o la meta que hemos elegido. De ahì la importancia de contar en los equipos deportivos de la asesoria de profesionales del comportamiento humano y que dominen las tècnicas psicoterapeùticas modernas para el logro de los objetivos que se persiguen.

" Es un sueño hecho realidad"... Si, primero se diseña el sueño, se deja volar la imaginaciòn. Luego se procede a estructurar el plan de trabajo y entrenamiento, se determinan tiempos, movimientos y estrategìas a seguir. Aparecen los otros asesores y se lleva a cabo un trabajo multidisciplinario.Todos los dìas el psicoterapeuta revisa el contenido onìrico del deportista y afina los contenidos con èl y se vuelven a llevar a cabo otros ejercicios de visualizaciòn. Se trata de que la capa lìmbica haga suya la necesidad de incluir la meta perseguida y le imprima emotividad y la integre a su contenido onirico. Ese es un trabajo que lleva muchos meses de dedicaciòn y esfuerzo. El dia del compromiso deportivo, sòlo se requerira de la invocaciòn de las imagenes oniricas trabajadas, ponièndolas acorde con lo practicado, para entrando en armonìa todas las zonas cerebrales, se coincida con la realidad y hacièndo el mejor esfuerzo y muy concentrados, el sueño se convierta en realidad, convirtièndonos en triunfadores, tal y cual se diseño en el trabajo onìrico y las visualizaciones.. Es decir, se logra el temple necesario y adecuado para no fallar, obtenièndose asì, un gran equilibrio entre lo emocional, lo primitivo y lo razonado... Triunfa, el que mejor haga ese trabajo de alta concentracion y temple emotivo al invocar lo soñado y visualizado ante la dificultad y la presiòn del reto. Se trata de una acciòn que se da en cuestiòn de segundos.

Ahora bien, existen deportistas que aùn siendo magnìficos atletas, fallan en el momento oportuno y no necesariamente porque no lleven a cabo cuestiones como las que hoy expongo o las desconozcan, sino simple y sencillamente, porque han fallado a Zeus y han llevado a cabo actividades con sus organismos ilicitas y eso los traiciona en su zona lìmbica emotiva rompièndose el equilibrio y cuando deben de hacer aparecer su momento màgico, el de alta precisiòn, fallan irremediablemente porque su cerebro, ya no resulta ser tan exacto y preciso, lo intoxicaron y lo que en otros tiempos los convirtiò en grandiosos, ahora los hace ver de segunda, debido a sus propias fallas y barreras emotivas que se convierten en su peor castigo y càrcel misma, es decir, los castiga Zeus por resultar impropios y no les permite realizar sus sueños impidièndoles acompañarlo en el olimpo de los Dioses, los deja en la tierra aunque resulten ser muy buenos atletas...
 



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