jueves, 24 de octubre de 2013

UN POCO DE MI VIDA IV

A finales del siglo XIV y principios del XV, las dos grandes potencias de aquellos entonces en el Viejo Mundo, el Papado y los Imperios, pierden fuerza. Una nueva clase social, la de los burgueses, va a entrar en escena y se empezarà a gestar el capitalismo, creciendo el comercio y las ciudades: Es la era de las innovaciones y de los descubrimientos. Declina en mucho la etapa del oscurantismo, pero no desaparecen la servidumbre ni la Santa Inquisiciòn contra los herejes y da comienzo paralelamente la Edad Moderna: El progreso, la comunicaciòn, la razòn y el humanismo, hacen acto de presencia en todo su esplendor. Aparecen en el panorama, Dante, Petrarca, Boticelli, Lorenzo de Medici, Leonardo da Vinci, Miguel Angel. Se desarrolla un movimiento intelectual y artìstico que se inspira en la antiguedad clàsica. Aparece la imprenta. Es la sublevaciòn de la humanidad de aquellos rumbos, contra la reglamentaciòn y la rigidez feudales. Es el primer vuelo del ser humano, hacia el goce de la vida, hacia el saber, hacia la confianza en si mismos. Se investiga y se expresa con audacia la verdad de la vida y la muerte, alejados del concepto de Dios y la Biblia, como habia sucedido durante largo tiempo en la Edad Media fundamentada en la Escolàstica, la alquimia y la astrologìa...

En nuestros territorios americanos, corriendo los años de 1440,  Nezahualcoyotl ( coyòte en ayuno), señor de Texcoco, poeta, erudito y arquitecto, aporta sus creaciones y escritos, destacando las reflexiones que hace acerca de la vida:
                                                            ¨¿Acaso de verdad se vive en la Tierra?
                                                             no para siempre en la Tierra:Solo un poco aqui.
                                                             aunque sea de Jade se quiebra
                                                             aunque sea de oro se rompe
                                                             aunque sea de plumaje de Quetzal se desgarra
                                                             no para siempre en la Tierra: Solo un poco aqui ¨

Los Mexicas Tenochcas, mis antepasados, fueron el grupo Nahuatl màs importante en el Mèxico Prehispanico. Provenìan de Aztlàn ( lugar de blancura o lugar de garzas). Fue un pueblo de acciones y hechos dignos de admiraciòn. Eran heròicos y realizaban sus mejores esfuerzos ante situaciones adversas y peligrosas. Fueron la potencia màs poderosa de mesoamèrica, portadores de las grandes culturas del continente amèricano, al aventurarse a conquistar territorios fuera de sus regiones naturales, alcanzando territorios màs allà de Guatemala y Honduras. Eran amantes de los mitos, de las leyendas, de la astrologìa, los libros, las danzas, la mùsica y la poesia.

La forma bàsica de organizaciòn, era el Calpulli. Consistìa en un clan o grupo de familias, las cuales solìan tener un ancestro comùn y se dedicaban a los oficios como la orfebrerìa, tallado de piedras, tejidos, medicina, comercio o a la agricultura. Sus integrantes, colaborabàn  estrechamente entre si y se protegìan mutuamente. El gobierno de la comunidad estaba en manos de un Calpullec, elegido entre las familias, contituyendo el mando total. La tierra era en su mayor parte, propiedad del Calpulli. El Calpullec la entregaba en parcelas a los jefes de las familias. Vivìan de su producto, pero no la podìan vender, ni dejar de cultivarla. Alguna parte de la producciòn, estaba destinada a sostener servicios pùblicos, religiosos o administrativos. Sobre esta base estaba edificada toda la piramide social que se desarrollò con bastante rapidez. Con ese poderìo, se fortaleció una aristocracia guerrera y administrativa que vivia del trabajo de campesinos obligados al pago de tributos al gobierno. Existieron esclavos, en su mayorìa prisioneros de guerra, destinados para el sacrificio a los dioses. Otros, por no solventar sus deudas hasta pagarlas. Los que habìan cometido algùn crìmen y aquellos, que se habìan vendido a si mismos, por encontrarse en la miseria. Eso sucedìa cuando escaseaban los alimentos o por las sequìas. Los esclavos debìan realizar trabajos para la clase gobernante y entregar productos de sus cosechas, asì como edificar palacios y templos.

La ciudad de Tenochtitlan, sede del poder mexica, fue de una belleza imponente, edificada sobre basamentos piramidales o cònicos. Estaba embellecida por varias piràmides recubiertas de pinturas en las que predominaban los colores rojo y azul cielo. Estos edificios, ùnicos en el mundo de aquel entonces, se levantaron por todas partes, como la del Templo Mayor, localizada  ahora en el centro de la ciudad, a un costado de la Catedral. Allì, fue hallada Coatlicue, madre de Huizilopochtli, principal dios de los mexicas. Su cabeza, està formada por dos serpientes, su falda tiene entretejidas varias serpientes y sus pies representan garras que simbolizan fuerzas naturales, la vida y la muerte y la unidad del mundo.

Los gobernantes se construìan palacios, vivìan de manera independiente. Existìan tambièn construcciones de habitaciones populares, en las que convivìan varias familias. Esas habitaciones, tenìan un gran patio al centro que operaba como espacio de reuniòn para conversar o llevar a cabo festividades o ceremonias. Afuera de la ciudad, se encontraban las viviendas de la gente comùn y màs allà,  las chozas de los forasteros. Los campesinos, vivìan dispersos en difrentes zonas en la campiña.
En el principal centro urbano, existìan unos ejes centrales, llamados calzadas que partìan del centro de la ciudad, hacia los cuatro puntos cardinales...

Los mexicas, llegaron a dominar de manera sobresaliente la herbolaria, identificando y aprovechando muchas plantas utilizables con fines medicinales y curativos. Conocieron las plantas de poder y los alucinògenos que usaban en sus ritos y ceremonias religiosas, para entrar en comunicaciòn con sus dioses. Los baños de temaxcal ( templo de vapor) eran muy socorridos y estaban manejados por brujos y hechiceros, ahì usaban directamente las plantas medicinales o de poder alucinògeno...Eran muy supersticiosos, aplicaban, la magia, las limpias y la astrologìa. Creìan que la vida de las personas estaba regida por la fecha de su nacimiento y la posiciòn de los planetas; habìa dìas favorables y otros nefastos para realizar determinadas actividades y se podìan escoger fechas adecuadas para realizarlas sin riesgo. De ahì la importancia del Calendario Azteca para tomar decisiones. Creìan en multitud de dioses que regìan los distintos aspectos de la naturaleza y de la vida humana.

La educaciòn mexica, estaba diferenciada por clases sociales. Los niños a la edad de seis años, se preparaban en el Tepochcalli: Desempeñaban tareas sencillas. De mayor edad, se les entrenaba para ser guerreros, valientes y obedientes. Las niñas se preparaban para realizar tareas domesticas y llevar una vida recatada. Los hijos de los nobles, asistìan al Calmecac, recibìan una educaciòn para llevar a cabo funciones de gobierno y mando. Existìan tambièn, casas de canto ( cuicacalli), mùsica y danza. El ideal educativo era: ¨Hombre maduro de corazòn firme como la piedra, corazòn resistente como el tronco de un àrbol, rostro sabio¨...

Para los mexicas-tenochcas, un rito muy importante, fue el de los sacrificios humanos que realizaban para agradar a los dioses, alimentarlos o enviarles mensajes: Se trataba de guerreros capturados en las guerras. Cada año se sacrificaban en Tenochtitlan miles de prisioneros, asi abastecian a Huitzilopochtli de: ¨Tortillas Calientes¨ ( guerreros sacrificados) para cuando quisiera y se le antojase comer. La Triple Alianza (Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan ) tenìan convenido el rito de Las Guerras Floridas, donde el juego se trataba no de realizar conquistas, sino de tomar prisioneros para ofrendarlos a los dioses. En algunas ocasiones, la carne de los sacrificados era consumida para lograr una estrecha relaciòn con la deidad a la que se le habìa ofrecido el rito.

Respecto a los mexicas, existen contradicciones entre las interpretaciones de los datos, pero todo apunta a la identificaciòn de una cultura altamente desarrollada, con grandes conocimientos que incluìan la astronomìa , la elaboraciòn de un sistema calendarico de gran precisiòn, acompañado del invento de la escritura y la forma de anotar nùmeros, glifos y realizar operaciones de altas matemàticas, calculando fechas con extraordinaria exactitud y anotarlas .

La elaboraciòn de sus construcciones y la realizaciòn de sus trabajos, demuestran la existencia de una sociedad organizada, capaz de coordinar la labor de centenares o miles de personas y la fuerza de un grupo gobernante estable que otorgaba uniòn y cohesiòn. Las experiencias acumuladas, asì como las formas de vida y la mentalidad que se crearon en aquellos entonces, constituyen una importante raìz de la idiosincracia del pueblo mexicano de hoy...

Recuerdo que por el barrio, atravesaban unos tranvìas de color crema  con lìneas verdes a los costados. Sus trayectos iban de la Villa de Guadalupe a Azcapotzalco, pasando por la calle de Peralvillo. Cruzaban todo Tepito y luego se introducìan en un tramo por el barrio de la Lagunilla y de ahì se iban por la Calzada Mèxico -Tacuba hasta llegar a Azcapotzalco. En uno de esos tranvìas, solicitaba al operador que me dejarà cantar. Subìa y me acomodaba en uno de los escalones de la bajada y cantaba La Cama de Piedra y Pancho Lòpez. Escogia ese lugar porque desde ahì nadie me veìa ya que me daba mucha pena hacer eso, pero ganaba algùn dinero que me servìa para pagar las tortillas o invitar los refrescos a la hora de la comida en mi casa. El trayecto lo hacia completo de ida y vuelta y me llevaba como una hora y media lograr esa meta.
-¿Quièn comprò refrescos? -preguntaba la abuela en tono inquisitivo-. Raùl le contestaba alguna de mis tìas...
-¿No estaràs robàndote nada verdad?
-Ay, mamà!!!-le increpaban mis tìas-. Hizo algunos mandados y de seguro le pagaron algo. ¿Por què tendrìa que robar?...
De todas maneras a mi abuela no le hubiese parecido en lo absoluto que yo estuviera cantando en los tranvìas. Ella siempre decia que trabajaba para que no nos faltarà nada y que nosotros no debiamos alejarnos del callejòn porque era muy peligroso. Ademàs que deberìamos de estudiar y no andar de vagos de aqui para allà.  El viaje hasta Azcapotzalco si era retirado y habìa muchas pulquerias y borrachos. Varios operadores ya me conocìan y hasta me cuidaban, pero no dejaba de ser peligroso aventurarse a ir tan lejos. A mi me gustaba mucho comprar los refrescos, me hacia sentir grande e importante al compartir el fruto de mi trabajo, fuera el que fuera. Llegaba a juntar con la cantada como un peso, cada refresco costaba  veinte centavos, el peso me alcanzaba para cinco. Me gustaban los  ¨oranchitos¨, los producia la Sidral Mundet y eran muy sabrosos. Los compraba en la tienda de Don Chano que tenìa un perro que siempre me ladraba el maldito; en alguna ocasiòn, llevaba yo una resortera  y sin que nadie se diera cuenta, le di un resorterazo, pero para mi mala suerte, se me cayeron todos los refrescos que me habìan puesto en una caja y las ligas de la resortera quien sabe como se le enrredaron en las patas traseras al animal y como arte de magia, se estiraron y con el palo del mango,  recibì un tremendo golpe en uno de mis ojos que me dejò viendo miles de estrellas que tardaron en desaparecer, varias horas, Pinche Perro!!!

( Regreso mañana, me voy a dormir..)


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