miércoles, 26 de junio de 2013

¡ EN VERDAD !

El aquì y el ahora, son los lìmites que nos conforman. Todo sucede dentro en esos espacios y tiempos aunque nos resistamos a aceptarlo: Nuestros televisores y las comptadoras asì lo indican con acontecimientos en vivo que se proyectan de una manera inmediata en esos aparatos, aunque los eventos estèn sucedièndo en alguna otra localidad del planeta. Las cosas suceden aquì y no sòlo allà, a horas de distancia. No, suceden aquì y ahora, en el mismo momento en que estàn ocurriendo. Eso es innegable, sòlo que carecìamos de avances tecnològicos e informativos que nos impedìan certificar un mundo que siempre habìa operado de la misma manera, pero que nosotros no alcanzabamos a descifrar o constatar por falta de informaciòn global que nos lo demostrarà.

El cosmos todo, està compuesto de inmensas masas de materia comunicante. Estamos inmersos dentro de un gran oceàno de particulas que optan por la conservaciòn y generaciòn de la energìa: Se trata de un conjunto de circunstancias intercomunicadas que integran un vasto conjunto comunicativo que tiende siempre al equilibrio del universo entero. Estos intercambios energèticos tienen lugar a cada instante de la vida y se mueven dentro de la coherencia del gran conjunto que formamos todos y entre todos.

En nuestro universo, no hay, no existen, hechos individuales que se sucedan fuera o de forma independiente del conjunto global. Esas son nociones meramente humanas revestidas de una gran necedad donde impera la tendencia a no ver màs que una parte de las cosas. Somos seres que el conjunto de los hechos se nos escapan, no poseemos una postura de visiòn panoràmica. Vivimos en nuestro entorno y en nuestras relaciones interpersonales sin la informaciòn del conjunto. Insistimos en vivir como independientes de los hallazgos cientìficos, que señalan claramente la integraciòn total, nos limitmos sòlo a algunos hechos que damos como fundamentales y totalizadores, pero en verdad no lo son. Esto ha marcado fuertemente las estructuras de nuestros inconscientes humanos creyendo que vivimos de la informaciòn global y que hacemos uso de ella, pero en verdad, estamos fuera de una coherencia absoluta y de conjunto còsmico. Todo forma parte de una trama global y rigurosa, nos agrade o no. Todo evento parcial nuestro, no es màs que una manifestaciòn de un solo evento global y totalizador, pero al parecer, lo olvidamos a cada momento de nuestras efimeras  existencias...

-¿No escuchaste el timbre?
-¿Quièn era?
-La persona que te trae las drogas
-Hmmm
-¿Què estabas hacièndo?
Se alzò de hombros groseramente sin contestar. Despuès se sentò en un cojin de la sala, cruzò una pierna sobre la otra en posiciòn de loto y sacò de una cajita un cigarrillo de mariguana.
-¿Quieres un toque?-dijo acercàndole la cajita a su amiga, que acababa de llegar al departamento.
-No me gusta la mariguana mexicana, nunca sabes que te estàs fumando.
-Allà tù- dijo èl con desden-.¿Vienes a juzgar mis actos?- se acercò el cigarrillo y lo encendiò con mucho cuidado, lo hacia como si se tratarà de un ritual.
Ella asintiò.
-Has destrozado el corazòn de muchas mujeres, entre esas el mìo. Y has traicionado a varios amigos tambièn.
-Si -murmurò.
-Pues te he de decir que todo eso lo tendràs que pagar en esta vida, crees en el Karma, ¿no? No hay nada que escape a esa ley divina- afirmò ella sin andarse por las ramas.
-Hmm...Ya veo por donde vas. Confio màs en la suerte, amiga -replicò-. Pero ¿Còmo habrìa de pagarlo?
-¡Sufriendo un càncer dolorosìsimo, ahì donde te platiquè!-exclamò ella esbozando una ligera sonrrisa-. Un càncer que invada todo tu cuerpo y te deje invalido sexualmente.
Y asì, en ese tenor, hablaron màs de una hora: de arte, del futbol, de polìtica, del reciente estreno en la cartelera teatral, de la bondad, del sexo y de otras cosas màs...Luego se trenzaron sexualmente y empezaron a hacerse el amor. Ella se resistìa dicièndo que no estaba bien. No acababan de ponerse de acuerdo del todo.
-Deja que te penetre ahora...
-¿Por què insistes?
-Quiero hacer sexo cuando estàs con la menstruaciòn. Quiero quedar atrapado en tu sangre, como si nos perteneciera a ambos. ¿Que sientes?
-Siento que mi sangre mancha nuestros cuerpos, como si me hubieses herido la piel. Siento dolor, me desgarro, tu dureza me hace sangrar màs.
-Eso me parece atrayente, me excitas...Pierdo la nociòn del tiempo, me integro a todo, la muerte no existe, me dejo ir...
Ella dijo que se enorgullecìa de èl. Obraba como si fuera un galàn. Le hizo saber que muchas jòvenes se enamoraban de su estilo...
-Cuando estàs dentro de mì...me conduces a tocarme a mi misma. ¿Por què me obligas a eso ?
-Te obligo a que tomes conciencia de tu cuerpo. A que rompas con lo que tu hermano te dijo, que eras una prolongaciòn mìa y yo de tì...
Cada uno de sus movimientos eran, ahora, màs cadenciosos y prolongados, sus labios estaban tensos y un leve rubor acentuaba el color de su semblante.
-Pero a mi no me parece que me hagas eso. Me molesta, me siento perversa.
-¿No te excitas màs?
-Un poco...
-Entonces, entregate a esas sensaciones. Disfrutalas
-Y tù...¿Què sientes?
-Me siento a mi mismo, màs allà de tì. No veo nada cuando hacemos el amor. Me meto en mis visiones propias. Tù no existes, no estas aquì. Nada es real...
Ella se quedò en silencio unos instantes y pese a que el temperamento de ambos los atraìa poderosamente, enderezò su espalda y lo increpò:
-Yo para tì, soy sòlo un escenario en el cual proyectas tus emociones y experiencias. Soy parte de un desecho ¿Es verdad ?- hizo una pequeña pausa-. Tù no necesitas de mi amor, solo quieres sentir  el calor de mi cuerpo para abandonarte a tus sueños y fantasias mariguanezcas, ¿Tengo razòn?
-¡Naturalmente!- exclamò èl.
-¡Vete al infierno !-dijo ella muy enfadada.
-Si- murmurò-.¿Pero el infierno existe?
Y dicho eso, recibiò un tremendo golpe de knock out, por parte de ella que lo enviò directamente al otro mundo...La chica lanzò un grito de desesperaciòn como implorando que la dejaran en libertad. Despuès cavilò un momento. Ambos cuerpos estaban desnudos. Ella miraba el cadàver boquiabierta. Acercò su rostro al de su ex compañero, con la respiraciòn entrecortada, resoplando, los labios contrìdos, se detuvo y levantando con esfuerzo la cabeza, le escupiò en la cara...
-¡Ojalà y todavìa estes ahì maldito!- dijo con gran fuerza sin aùn bajarse de èl. La mujer con su mano hizo la señal de la cruz en el aire y se retiro, dejàndose caer abatida sobre la alfombra, ocultando el rostro, arqueando la espalda y cruzando las manos como en procura de protecciòn...

Eran las dos de la tarde, los sonidos de los autos en las avenidas, alcanzaban el interior del
 departamento. Los gritos y las carreras de los niños en las calles anunciaban sus juegos. Otros cruzaban en direcciòn de sus colegios. Màs allà, unos hombres se veìan charlando con unas chicas y al fondo de un parque, unos jugadores de ajedrez de la tercera edad, rodeados de otros hombres, vièndoles jugar. El mundo todo, continuaba de manera unificada, pero invisible, su inexorable marcha còsmica, en el aqui y en el ahora...


(RETORNO AL RATO...)

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